Díaz acusa a Calviño de querer apartarla para impedir la derogación de la reforma laboral y pide al PSOE que se "aclare"

Yolanda Díaz reclama al PP que acceda a renovar el CGPJ
Yolanda Díaz, ante los medios
Europa Press
Yolanda Díaz reclama al PP que acceda a renovar el CGPJ
Yolanda Díaz, ante los medios.
Europa Press

Las espadas siguen en alto en el seno del Gobierno a escasas horas de que PSOE y Unidas Podemos se reúnan para intentar reconducir la crisis provocada por la intención de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, de asumir el liderazgo de la negociación sobre la reforma laboral. Este lunes, la vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz, acusó a Calviño -y, por extensión, al presidente Pedro Sánchez, que la apoya- de querer tomar las riendas de esta negociación con patronal y sindicatos para descafeinar los cambios en el mercado de trabajo. Y admitió que la coalición se encuentra en un momento "complicado", aunque quiso mostrar su "compromiso" con la estabilidad del Gobierno.

Así lo señaló Díaz en declaraciones a los medios de comunicación en Santiago de Compostela después del fin de semana de mayor tensión en el seno de la coalición desde que se conformó a principios de 2020. La vicepresidenta aseguró sin nombrar expresamente a Calviño que "hay una parte del Gobierno que sigue discutiendo a día de hoy los contenidos" de la nueva legislación laboral que lleva negociándose desde marzo con patronal y sindicatos y sobre la cual Díaz recordó que ya llegó a un acuerdo con Sánchez "en diciembre del año pasado". Y, por ello, la dirigente espetó que las diferencias de los últimos días "no van de quién lidera" las conversaciones, sino de "qué vamos a hacer en la principal reforma del mercado de trabajo".

En este sentido, Díaz insistió en que ella "nunca" discute sobre "puestos", sino únicamente sobre contenidos políticos de las reformas. "Tanto es así que, en esa pelea que hubo entre ser vicepresidenta segunda o tercera por alguien, yo tardé cinco minutos en renunciar a ello”, lanzó la vicepresidenta, en otro dardo evidente a Calviño, que pugnó cuando Pablo Iglesias abandonó el Gobierno para hacerse con su puesto de vicepresidente segundo relegando a Díaz al tercer escalafón vicepresidencial. 

"Eso sí: lo que queremos es afrontar la reforma laboral que necesitamos, porque no derogar la reforma laboral del PP es seguir manteniendo la precariedad en nuestro país, que tengamos mujeres que limpian nuestras habitaciones por tres euros cada una, o jóvenes que no conocen el trabajo decente", argumentó la vicepresidenta. E insistió: "El debate es de contenidos, no de personas", y por ello "sería bueno que la parte mayoritaria del Gobierno", la que representa el PSOE, "se aclare, sobre todo porque están dando declaraciones diferentes" en relación a qué hay que hacer con el mercado de trabajo.

"Esto es lo mismo que ha pasado con el salario mínimo: primero acordamos unas cosas, pero luego hay una parte del Gobierno que no comparte subir el salario mínimo, y ahora es conocido que hay una parte del Gobierno que no quiere que se cambie el modelo de relaciones laborales y quiere que se mantenga el statu quo", resumió Díaz. No obstante, se mostró dispuesta a asumir "toda" la "colaboración" con otros ministerios, incluido el de Economía, como pidió hace unos días el presidente Sánchez. "Mi compromiso con la coalición y el Gobierno de España es perosnal, ético, y voy a seguir defendiendo este Gobierno progresista", aseguró.

Pendientes de la reunión con el PSOE

Los socios del Gobierno de coalición se reunirán esta tarde en la mesa de seguimiento del acuerdo gubernamental entre PSOE y Unidas Podemos para intentar reconducir la situación después de la crisis abierta por la reforma laboral ante lo que Díaz espera, "como siempre, trabajo serio y riguroso". No obstante, los morados tienen claro que para ellos la derogación de la reforma laboral en los términos que la estaba negociando la vicepresidenta es una línea roja. "Es un momento delicado" para la coalición, porque "tenemos la convicción de que el modelo laboral del PP no sirve para la situación actual", planteó la vicepresidenta.

Menos diplomática fue en sus declaraciones la portavoz orgánica de Podemos, Isa Serra, que dejó bien claro que el partido morado no va a "permitir que Nadia Calviño haga una reforma laboral al servicio y al dictado de la patronal". "Es fundamental que la reunión de esta tarde sirva para que el socio asuma que hay que cumplir con el acuerdo de Gobierno", señaló Serra.

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