Finalizan las comparecencias del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, tras la reunión de casi dos horas que han mantenido previa a la mesa de diálogo que busca solucionar al conflicto catalán.

Sánchez ha asegurado que ha constatado con el presidente de la Generalitat que las posiciones políticas están muy alejadas, pero conscientes de que es un problema que no se va a solucionar pronto y han coincidido en "trabajar sin plazos". El escollo principal es la exigencia independentista de autodeterminación y amnistía que Aragonés ha vuelto a plantear hoy.

El presidente del Gobierno también reiteró su rechazo a la autodeterminación –"lo que sea de España lo tenemos que decidir todos los españoles, no una parte", recalcó– y la amnistía.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha asegurado que la mesa de diálogo entre gobiernos es el instrumento para solventar el conflicto político en Catalunya y, como asume que será una tarea complicada, igual que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no le pone plazos aunque tendrá "reuniones periódicas y discretas".

En cuanto a las posturas rechazadas por Sánchez, Aragonès ha reitrado que "El referéndum y la amnistía son la solución". "Por un lado la amnistía para acabar con una represión que no ha cesado y el referéndum para que el futuro político de Cataluña lo decidan los ciudadanos de Cataluña", ha dicho.

Tras estas comparecencias se ha producido la primera reunión de la mesa de diálogo. Según fuentes del Gobierno, la reunión se ha desarrollado en un tono cordial y, durante su transcurso, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha entregado a los representantes del Govern una copia de la Agenda del Reencuentro. Las dos partes han pactado mantener reuniones periódicas, también a través de trabajos discretos, que permitan avanzar en los objetivos fijados por ambos.