El Gobierno admite su "preocupación" por el precio de la luz, que este miércoles marcará un tercer máximo histórico consecutivo en el mercado mayorista, pero sostiene que sus medidas "ya están dando resultado" y "están amortiguando la subida" y, por ahora, no tiene previsto diseñar nuevas medidas para contener la escalada del recibo.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, recordó este martes que el Ejecutivo ha reducido temporalmente el IVA del 21 al 10%, que ha suspendido el impuesto a la generación y que ha remitido al Congreso dos reformas que, cuando se aprueben, reducirán la factura en torno a un 15% de forma conjunta.

Rodríguez agregó que el Ejecutivo tiene existe "absoluta sensibilidad sobre el precio de la luz" y que "no parará" de estudiar "cualquier acción posible" para atajar las subidas del precio, que afectan "a las familias y las pymes". "No cabe ninguna duda de la disposición del Gobierno a abordar esta cuestión", insistió la portavoz.

En la Moncloa consideran que es necesario hacer pedagogía para explicar qué factores inciden en esta subida, qué medidas se han tomado para atajarla y cuál es la vinculación real entre el mercado mayorista y el recibo de la luz, ya que las oscilaciones en el precio al que se cubre la demanda eléctrica no se trasladan directamente a la factura que pagan los consumidores –el precio mayorista se ha triplicado en un año, mientras que el Gobierno calcula que el recibo subirá un 25% interanual–.

Tercer récord consecutivo en una semana

Este miércoles, la electricidad alcanzará los 132 euros por megavatio hora en el mercado mayorista. Este precio supone el tercer máximo diario consecutivo y triplica los registros del año pasado. Hace 12 meses, la luz estaba en los 44,2 euros por megavatio hora.

La electricidad ha marcado los precios más caros de la historia en el mercado mayorista durante todo el verano. En julio se estableció un primer récord, al cerrarse el mes a una media de 92 euros por megavatio hora. En agosto el precio se disparó hasta los 106 euros (un 15% más) y septiembre comienza con cifras aún mayores.

Las subidas están vinculadas, entre otros factores, al encarecimiento del gas, la subida del precio de los derechos de CO2 –una tasa que tienen que pagar las empresas que producen la energía con centrales que emitan ese gas–, el incremento de la demanda por las altas temperaturas y y una menor contribución de las renovables, especialmente la eólica por la ausencia de viento.

El precio de la energía tiene un peso cercano en la factura de en torno al 24% y afecta a los consumidores acogidos a la tarifa regulada por el Gobierno, que son algo más de 10 millones, mientras que están exentos los que están en el mercado libre, ya que cuentan con un precio pactado con su compañía –y que es, de media, un 20% más caro, según afirmó este martes la vicepresidenta Teresa Ribera–.

Tensiones en la coalición

En el plano político, las medidas ante la subida de la luz han provocado discrepancias entre los socios de Gobierno. Preguntada por las tensiones entre PSOE y Unidas Podemos, Rodríguez insistió en que el Ejecutivo "es sensible" a esta materia y que está decidido a "actuar", tanto con medidas "coyunturales" como "estructurales", pero agregó que "gobernar es complicado" y que "quizá lo sencillo es la reivindicación".

Por su parte, el coportavoz de Podemos, Pablo Fernández, aseguró que "la tarifa eléctrica es inasumible" y que "Teresa Ribera tiene que tener empatía con la ciudadanía y aplicar medidas". Preguntado en los motivos por los que el Gobierno no actúa con mayor contundencia, Fernández replicó que cree que "por falta de voluntad política" del PSOE y "por no contrariar al oligopolio eléctrico".