El juicio contra la cooperante española Juana Ruiz en Israel aplazado por cuarta vez hasta el mes de septiembre

  • El tribunal  militar ha celebrado solamente una vista, en la que ha comparecido Ruiz esposada y visiblemente cansada.
  • La cooperante, que está acusada de cinco delitos por desviar fondos para organización terrorista, seguirá en la prisión.
  • Su marido defiende su inocencia y denuncia un viaje de 12 horas entre varias cárceles para un solo día de vista judicial.
La española Juana Ruiz Sánchez.
La española Juana Ruiz Sánchez.
FAMILIA DE JUANA RUIZ SÁNCHEZ / EFE
La española Juana Ruiz Sánchez.

El juicio militar contra la trabajadora humanitaria española, Juana Ruiz Sánchez, acusada por Israel de pertenencia a organización ilegal entre otros cargos, comenzaba este martes después de tres aplazamientos en Cisjordania ocupada. Sin embargo ya en la primera vista, y después de la comparecencia de la cooperante, el proceso ha sido de nuevo aplazado hasta el mes de septiembre.

"El caso contra nuestra cliente Juana Ruiz es infundado y es parte del esfuerzo de Israel para criminalizar toda actividad y organización humanitaria externa en los territorios ocupados (palestinos)", ha declarado a Efe su abogado, Avigdor Fledman, antes de la vista.

Ruiz Sánchez, de 62 años, entró esposada y visiblemente cansada en la sala de la cárcel militar de Ofer, en Cisjordania ocupada, donde estaba su marido y dos representantes del Consulado General de España en Jerusalén.

Detenida desde el pasado 13 de abril, Ruiz Sánchez trabajaba como coordinadora de proyectos en la ONG palestina Comités de Trabajo para la Salud, y hasta mayo no fue acusada formalmente por la Justicia militar.

La cooperante está acusada de cinco cargos, entre ellos, "pertenencia a una organización ilegal", "participación en actividades de una organización ilegal" y "formar parte de la junta directiva de una organización ilegal".

Israel considera que la entidad donde está empleada desviaba fondos a la actividad del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), al que considera terrorista, al igual que la UE o Estados Unidos.

El Ministerio de Exteriores israelí denunció que el FPLP estaría operando una red de organizaciones humanitarias en Cisjordania, entre las que destacó a los Comités de Trabajo para la Salud, cuya directora, Satha Odeh, también fue detenida en julio.

Estas ONG desviarían fondos que países europeos donan como cooperación internacional a través de un mecanismo de fraude, falsificación y tergiversación de documentos.

La UE no ve pruebas de desvío de fondos

El pasado jueves el Alto Representante de la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, defendió que "hasta la fecha, (la UE) no ha encontrado pruebas fundamentadas de uso indebido o desviación en Palestina".

"La UE está perfectamente al corriente del asunto de la ciudadana española Juana Ruiz Sánchez", aseguró el jefe de la diplomacia europea y añadió que "proporcionar a Ruiz Sánchez unas condiciones de detención adecuadas y garantizar que reciba asistencia consultar y asesoramiento jurídico siguen revistiendo extrema importancia".

Borrell mostró el compromiso de la UE por seguir "apoyando a las organizaciones de la sociedad civil como contribuyentes esenciales a la buena gobernanza, la protección de los derechos humanos y el desarrollo sostenible". 

El marido de Juana Ruiz: "Estamos con ella, es inocente"

El marido de la trabajadora humanitaria, Elías Rishmawi, ha defendido a su mujer. "Le hemos deseado suerte, que todos sus amigos y familia estamos con ella, y que es inocente". Lo hizo desde la distancia, en la sala número uno de los tribunales de la cárcel de Ofer, en Cisjordania ocupada, a los que llegó Ruiz esposada de pies y manos y tan "cansada que no puede estar de pie", aseguró su marido.

Según Rishmawi, su esposa fue trasladada durante el día de ayer por varias cárceles israelíes, en una odisea de 12 horas en las que solo recibió una comida y le permitieron usar el baño una sola vez. "Es una tortura para traerla a un juicio", explicó a los medios desde la cárcel militar, en la que pudo tener una breve conversación con su mujer.

Rishmawi pasó meses sin ver a su mujer desde que fuera detenida el pasado 13 de abril por Israel, que no presentó cargos formales hasta mayo. Su marido la sintió hoy más fatigada que en la reciente visita que le hizo y se mostró emocionado al final de la corta vista. "Las despedidas... porque no sabemos cuándo nos vamos a volver a ver", explicó. 

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