La pandemia deja 570.000 cirugías por hacer en España: "Nos cancelaron la operación sin darnos más explicaciones"

Pacientes ya diagnosticados con anterioridad que hacen reactivaciones o evolucionan a formas más atípicas de la infección. Ese parece ser el nuevo perfil de enfermo de COVID-19 que en los últimos días está acudiendo a las urgencias hospitalarias a causa del coronavirus. Después de meses estudiándolo, el SARS-CoV-2 no ha perdido su capacidad para sorprender a los expertos y plantear nuevos desafíos en su tratamiento.
Imagen de archivo de personal sanitario durante un descanso.
Pacientes ya diagnosticados con anterioridad que hacen reactivaciones o evolucionan a formas más atípicas de la infección. Ese parece ser el nuevo perfil de enfermo de COVID-19 que en los últimos días está acudiendo a las urgencias hospitalarias a causa del coronavirus. Después de meses estudiándolo, el SARS-CoV-2 no ha perdido su capacidad para sorprender a los expertos y plantear nuevos desafíos en su tratamiento.

A pesar de que la vacunación "va como un tiro" -este jueves con un nuevo récord de 733.245 inoculaciones en un día- y de que el uso de la mascarilla en espacios abiertos se haya flexibilizado, la incidencia acumulada ha crecido por primera vez desde abril y la variante delta va ganando espacio. "La pandemia sigue entre nosotros", advertía el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La pandemia tampoco ha terminado para los miles de pacientes que han visto cómo sus cirugías para tratar patologías diferentes a la covid-19 eran retrasadas por la saturación a la que el sistema sanitario ha estado expuesto "hasta límites desconocidos". 

Según un informe elaborado por la consultora IQVIA, especializada en datos del sector de la salud, con datos extraídos de más de 100 hospitales del Sistema Nacional de Salud durante el año 2020, en España se realizaron un 18% menos de intervenciones programadas respecto a 2019, año prepandémico. Cifras "que resultan preocupantes de cara al funcionamiento de nuestro sistema de salud", recogen en un comunicado.

Este porcentaje equivale a 570.000 cirugías menos que las realizadas en 2019, una cifra "cercana al total de cirugías en lista de espera declarado en un año normal por el Ministerio de Sanidad". Según el último informe del Sistema de información sobre listas de espera en el Sistema Nacional de Salud (SISLE-SNS), en, a 31 de diciembre de 2020 había 685.175 pacientes pendientes de una intervención quirúrgica. 

La consultora ha calculado el porcentaje de caída de la actividad programada mes a mes desde 2020 respecto a los mismos períodos de 2019. Lo observado es que "pese a que los hospitales han ido recuperando progresivamente el volumen de cirugías programadas respecto a los mismos meses de 2019, el impacto sufrido durante la primera ola de la covid-19, con caídas entre el 40% y el 80% de cirugías programadas respecto al mes equivalente de 2019, ha terminado lastrando la cifra global anual".

Gráficos de admisiones covid en hospitales españoles y cirugías programadas.
Gráficos de admisiones covid en hospitales españoles y cirugías programadas.
IQVIA

Otra conclusión de este informe, supervisado por el director de Healthcare de IQVIA, Carles Illa, es que la caída de la actividad quirúrgica programada, que ha oscilado entre el 5 y el 25% según el hospital, fue independiente del porcentaje de admisiones que supuso la covid-19 -del 5 hasta el 40%- sobre el total de admisiones urgentes en los hospitales analizados durante 2020.

En palabras de Illa, "hubo hospitales que, en un ejercicio normal de previsión y al ver lo que ocurría en otros centros, cerraron (quirófanos) antes de que fuera necesario, pues todos disminuyen su actividad programada independientemente del nivel de afectación por covid-19". Esto, considera el experto, es "uno de los principales aprendizajes" de la pandemia.

Retraso en diagnósticos

Asimismo, según los datos de IQVIA -basados en más de un millón de habitantes-, el número de nuevos diagnósticos ha caído un 25% en términos generales a lo largo de 2020 en comparación con los pacientes que fueron diagnosticados en 2019. Es decir, uno de cada cuatro nuevos diagnósticos no se realizaron en 2020 respecto a años anteriores. Este porcentaje equivaldría a "más de 14 millones de nuevos diagnósticos no detectados".

Entre estos datos, "existen ejemplos de particular relevancia clínica como el caso de la oncología, con una caída de nuevos diagnósticos del 13%, enfermedades del sistema nervioso, con un 26% menos de diagnósticos, o patologías respiratorias, las más afectadas, con caídas promedio del 45%", aseguran desde IQVIA.

"Los pacientes que no han sido diagnosticados y tratados al ritmo que deberían en 2020 entrarán en el sistema con una salud mucho más deteriorada y, en algunas ocasiones, en estadios más avanzados", alertan desde la consultora. 

Este es el caso de Ángel, un vecino de Aranjuez de 75 años al que le fue diagnosticado un cáncer de próstata justo antes de la explosión de covid en los hospitales españoles.

"Había veces que nos decían 'ahora no salgáis al baño'"

Su mujer Inma es la que toma la palabra para narrar por él su experiencia. Fue justo en marzo de 2020 cuando quedó pendiente de la llamada para agendar su operación. Con todas las pruebas realizadas entre enero y febrero, finalmente no pudo pasar por quirófano hasta el 12 de mayo de 2020. Su retraso, de unos dos meses, consideran que se acortó por el "avanzadísimo" estado de su tumor.

Durante el ingreso en el Hospital Universitario del Tajo (en Aranjuez), Inma recuerda que la "sala de reanimación era muy reducida porque la UCI la dejaron para los enfermos de covid". Explica que la estancia en el hospital fue "incómoda porque no podías salir de la habitación. Había veces que nos decían 'ahora ni se os ocurra salir al baño' y era porque iba a pasar un paciente con covid-19. Salías de la habitación a por agua y nada más". 

Tras recibir el alta el 22 de mayo, encararon una nueva dilatación en el proceso. "Desde octubre hasta marzo estuvimos de consultas para concluir finalmente que no podían administrarle ni radio ni quimio. Encima, la nevada de Filomena dejó atrapada a la radióloga". Fue en abril de este año 2021 cuando empezó un tratamiento que se centra en el control de la testosterona y desde entonces, cada mes y de forma puntual acude al Hospital 12 de Octubre para realizar los controles pertinentes y recibir la medicación, explica la pareja de Ángel, que reconoce que tenían "pánico a ir al hospital". "Hemos estado totalmente aislados desde el principio, sin ver a nadie", cuenta.

Ángel, además de afrontar el cáncer, también estaba pendiente de una operación del túnel carpiano desde antes de que hallaran el tumor. Le han operado a principios de mayo de 2021. 

Un caso pediátrico

Ana es la hija de dos años de Mónica, de Madrid. La pequeña "recibió inexplicablemente el alta en febrero de 2020 en el otorrino del Hospital de Getafe después de 12 otitis con supuración entre septiembre de 2019 y febrero de 2020", relata su madre. Un año después fue diagnosticada de hacer apneas moderadas por amígdalas hipertróficas y su familia decidió operarla de vegetaciones en un centro privado en mayo de este año "porque la prueba del sueño por la Seguridad Social tiene una lista de espera de un año". 

Tendrán que esperar entre uno y dos años, en función de si una prueba realizada en la privada sirve en la pública

Sin embargo, la odisea no ha terminado, pues a la pequeña tienen que volver a operarla, esta vez de anginas, y su familia prefiere que sea a través de la sanidad pública. Para ello, tendrán que esperar entre uno y dos años, en función de si una prueba realizada en la privada les sirve en la Seguridad Social. Mientras tanto, Ana "sigue haciendo apneas y lo peor de todo, atragantándose con la comida. El otro día tuvimos que llamar a Emergencias porque se puso azul", lamenta la madre.

Mónica y su hija Ana columpiándose en un parque de Madrid.
Mónica y su hija Ana columpiándose en un parque de Madrid.
CEDIDA

"Meses de espera, te llaman y luego cancelan"

El caso de T. H., de 63 años, coincidió con la tercera ola de la covid. "Estaba en lista de espera para una intervención de prótesis de rodilla desde enero. No se trataba de algo urgente, pero le comentaron que en un mes le operarían en el Hospital de Universitario de Cruces (en Barakaldo, Vizcaya). Es decir, en febrero deberían haberle llamado", explica su hija Osane. "Estuvimos esperando sin tener ninguna información hasta que en abril le llamaron para operarle en cuestión de cinco días. Nuestra sorpresa fue que el día anterior a la cita nos llamaron para cancelársela sin darnos más explicaciones", prosigue. 

Fue el 4 de mayo cuando finalmente intervinieron a T. H. Entonces la situación se complicaba en el País Vasco. "Tuvimos suerte porque justo el Hospital San Eloy, que era donde finalmente le realizaron la operación, no estaba saturado y no nos la tuvieron que volver a cancelar". Osane agrega que "la hospitalización fue muy corta", de apenas tres días: "Nos comentaron que por tema covid estaban reduciendo al máximo la estancia de los pacientes en el hospital y, si no había complicaciones, enseguida mandan a todo el mundo a casa". 

Durante su estancia en el hospital coincidieron "con más gente que había pasado por una situación similar: meses de espera, te llaman y luego cancelan", concluye.

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