Ábalos justifica los indultos "por España" y Junqueras afirma que demuestran "las debilidades" del Estado

El presidente Sánchez, el pasado viernes en un acto en Barcelona.
El presidente Sánchez, el pasado viernes en un acto en Barcelona.
EFE
El presidente Sánchez, el pasado viernes en un acto en Barcelona.

Los indultos de Pedro Sánchez a los líderes independentistas condenados por el procés han entrado en su cuenta atrás definitiva. El Ministerio de Justicia tiene prácticamente listos los expedientes para justificar la concesión del perdón a los presos, que podría aprobarse en el Consejo de Ministros de este mismo martes, y el Gobierno apura las horas previas para intentar que cale su relato sobre la polémica medida de gracia. Este domingo, el ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, defendió los indultos "por España", mientras que el líder de ERC, Oriol Junqueras, sostuvo que demuestran la "debilidad" de los aparatos del Estado.

Los intentos de hacer pedagogía con los indultos proseguirán este lunes, cuando el presidente Sánchez protagonizará un acto en Barcelona bajo el título "Reencuentro: un proyecto de futuro para España", una conferencia ideada por la Moncloa y que pronunciará ante 300 representantes de las instituciones, la política, el mundo empresarial y sindical, cultural, universitario, deportivo y de los medios de comunicación. No se descarta, incluso, que Sánchez confirme en ese discurso lo que ya es un secreto a voces: que se dispone a perdonar las penas de cárcel a los doce líderes independentistas condenados a hasta 13 años de cárcel por delitos de sedición, malversación o desobediencia.

Según expresó el ministro Ábalos este domingo, hay que aprobar los indultos "por España, por Cataluña" y para conseguir la unidad desde la diversidad y la diferencia. En los informes jurídicos, el Gobierno prevé justificar la medida por su supuesta "utilidad pública" y por la necesidad de "fomentar la convivencia en Cataluña", según avanzó este domingo El País. Serán indultos parciales –no pueden ser totales por la oposición del Tribunal Supremo–, de modo que no se perdonará la pena de inhabilitación a los independentistas, y serán reversibles en caso de reincidencia. El Ejecutivo también incluirá entre sus argumentos la carta en la que Junqueras dijo que el perdón puede "aliviar el conflicto".

Precisamente Junqueras afirmó este domingo que los indultos son "un triunfo" para el independentismo y que constatan "las debilidades de los aparatos del Estado". El líder de ERC dijo que la medida de gracia demuestra que los líderes del procés han sido objeto de "medidas abusivas" que no resistirían la "confrontación" con la "justicia europea", con lo que a su juicio "el Estado también intenta protegerse" de un posible revés judicial en instancias comunitarias. Además, subrayó que su "compromiso" con la independencia es conocido "por todo el mundo". "Defendemos la amnistía y la autodeterminación", zanjó.

Las declaraciones de Junqueras se suman al plantón que el Govern de Aragonès dará este lunes a Sánchez en su acto en Barcelona: a pesar de que habían sido expresamente invitados, ni el president ni ninguno de los miembros de su gabinete asistirán a ese acto por el "reencuentro", una decisión que el Gobierno central dice respetar, aunque considera que esta habría sido una buena ocasión para continuar con la política de gestos antes de que Sánchez reciba a Aragonès en la Moncloa y de que se reactive la mesa de negociación entre la Moncloa y el nuevo Ejecutivo catalán.

Las críticas al presidente del Gobierno llegaron también desde otros sectores del independentismo. El expresident Quim Torra tachó su conferencia de "acto de propaganda del paternalismo colonial del Gobierno español" y anunció que no asistirá, el expresident Carles Puigdemont calificó el acto de "operación de mercadotecnia" e ironizó con que "los del reencuentro son los mismos que nos dijeron que aquello con Joe Biden fue un encuentro", y el vicepresidente del actual Govern, Jordi Puigneró (JxCat) retó a Sánchez a defender los indultos ante el Parlament de Cataluña, mirando "a los ojos a los diputados": "Debería comparecer en el Parlament", insistió.

Nuevos apoyos y un calendario ajustado

Ninguno de estos pronunciamientos parecen frenar los planes del Gobierno, que en los últimos días han recibido el apoyo del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi; de los representantes del empresariado catalán agrupado en el Cercle d'Economía y de hasta diez obispos catalanes. Sánchez también ha hecho coincidir la medida de gracia con otros anuncios, como el visto bueno de Bruselas al plan de recuperación español, la decisión de que la mascarilla deje de ser obligatoria en espacios abiertos el próximo fin de semana –medida que se aprobará el jueves, en un Consejo de Ministros extraordinario– y la vacunación de los adolescentes de 12 a 16 años antes de que comience el próximo curso.

Si todo sigue el calendario previsto, los indultos podrían aprobarse en el Consejo de Ministros de este martes, antes de que el presidente viaje al próximo Consejo Europeo –que se celebrará los días 24 y 25 de junio–, donde podrá poner a prueba las palabras de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, que este domingo sostuvo que los dirigentes europeos tienen una actitud "positiva" hacia los indultos. A su regreso, el 30 de junio, Sánchez se enfrentará a una comparecencia a petición propia en el Congreso para dar cuenta de la cumbre europea, pero donde también tendrá que hacer frente a toda la oposición por la concesión de la medida de gracia.

El alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, dijo este domingo que los indultos son "una indignidad para España" y acusó a Sánchez de conceder la medida de gracia para "garantizar" el apoyo de ERC al Gobierno, incluso a costa de "reírse de todos los españoles". El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, apuntó por su parte que los indultos no servirán para "conseguir la convivencia o desinflamar la situación", sino que "son concedidos por parte de Pedro Sánchez con el único objetivo de mantenerse en el poder".

La oposición, además, ha anunciado que recurrirá la concesión de los indultos, lo que obliga al Tribunal Supremo a debatir en las próximas jornadas si los partidos políticos pueden actuar en los tribunales contra esa decisión, un escenario sobre el que no existen precedentes. Habitualmente los indultos son recurridos por las víctimas del delito, y los jueces tendrán que decidir ahora si pueden recurrir Vox –que fue parte en el proceso que concluyó con la condena a los líderes independentistas– y el PP –que no actuó en ese proceso, por lo que a priori podría tener más complicada la presentación del recurso–.

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