Los hechos que el jurado ha considerado probados para declarar culpable al Rey del Cachopo de la muerte de Heidi Paz

El Rey del cachopo, al escuchar el veredicto.
El Rey del Cachopo, al escuchar el veredicto.
ATLAS
El Rey del cachopo, al escuchar el veredicto.
El Rey del Cachopo, al escuchar el veredicto.
ATLAS

César Román, el Rey del Cachopo, ha sido declarado finalmente culpable de matar y descuartizar a su novia Heidi Paz en agosto de 2018. De nada han servido las dudas que la defensa había aireado para afirmar que no había "ninguna prueba" que incriminara al acusado.

Las siguientes son las razones por las que el jurado ha declarado culpable de los delitos de homicidio y profanación de cadáver a Román.

ESTUVIERON JUNTOS: De acuerdo con el jurado, ha quedado probado que la madrugada del 5 de agosto de 2018 sobre las 05:52 de la madrugada Heidi llamó a César y estuvieron juntos en la casa de él. La prueba principal en este sentido fue la llamada que ella le hizo a esa hora y su posicionamiento con el móvil en la zona de Plaza Elíptica, así como varios testimonios que así lo declararon.

Además, Román tenía el terminal de Heidi cuando fue detenido en Zaragoza.

La defensa trató de desacreditar esta prueba, señalando que el hecho de que Heidi estuviera en Plaza Elíptica no probaba que los dos se hubieran reunido la noche de los hechos. Además, el Rey del cachopo argumento que las antenas de telefonía móvil son susceptibles de errores y a veces pueden dar una posición incorrecta.

ROMÁN LA MATÓ: El veredicto  admite que no se conocen las causas de la muerte, dada la falta de las extremidades y la cabeza, pero el jurado señala que esa muerte "no fue accidental".

Cnsideran probado que César la mató esa madrugada, la descuartizó y la metió en una maleta para trasladarla a la nave que tenía alquilada. 

Las pruebas son fundamentalmente dos: el ADN de Román que estaba en la maleta, y el hecho de que él tuviera en su posesión el móvil con el que Heidi hizo su última llamada a César la madrugada del 5 de agosto de 2018. Los indicios que prueban esta culpabilidad son varios:

  • El cuerpo encontrado en la maleta es el de Heidi Paz.
  • La maleta fue trasladada por Román desde el piso de López Gras a la nave que tenía alquilada.
  • El cuerpo fue rociado con sosa cáustica y sus extremidades y cabeza cortadas con el objeto de ocultar las causas de la muerte y acelerar el proceso de degradación..
  • El hallazgo del cuerpo provocó la huida del acusado "con el objetivo de no ser localizado".

En su alegato final, el Rey del Cachopo indicó que si no había causa de la muerte, no se podía establecer que ésta hubiera sido intencional. "Pudo haber muerto por un golpe o un derrame cerebral", apuntó el acusado en el juicio.

El principal argumento de la defensa fue que Heidi Paz pudo haber sido asesinada por problemas que tenía con traficantes de droga. Presentó pruebas, que no fueron aceptadas, como supuestos mensajes y fotos en los que Paz afirmaba tener conocimiento en el manejo de armas de fuego y que consumía cocaína.

ROMÁN LA DESCUARTIZÓ. El veredicto considera probado que Román descuartizó el cuerpo de Paz para después ocultar las extremidades, que aún no han sido encontradas, con el objeto de dificultar el establecimiento de la causa real de la muerte.

Los jurados han destacado las declaraciones de los peritos de que el tipo de descuartizamiento ejercido en el cuerpo de Paz "requiere un conocimiento del uso de cuchillos de cocina", mismo que el Rey del Cachopo tenía por su profesión.

En el juicio, la defensa consideraba insuficiente este hecho para declarar culpable al acusado. Señaló que no se había encontrado el arma con la que se realizó el descuartizamiento, y que la investigación en ningún momento identificó el cuchillo que sirvió para desmembrar a Heidi: solo había señalado que "se parecían" a los que Román tenía en sus restaurantes.  

EL TRANSPORTE DE LA MALETA: EN el juicio ha quedado probado que Román transportó dentro de una maleta los restos mortales de Heidi Paz desde el piso de López Gras a la nave de Sebastián Gómez. De ello dan cuenta varias pruebas, como la llamada al call center de Teletaxi y la grabación de la voz de César solicitando un servicio. También la declaración del taxista, que dijo que la maleta que transportaba Román pesaba unos 60 kilos.

Esta es una de las pruebas que la defensa de Román rebatió en el juicio, señalando que, de haber transportado el cuerpo, hubiera elegido otros modos para no dejar pruebas, como coger el taxi en la calle o ocultar su identidad con una gorra y gafas oscuras.

El mismo acusado ironizó sobre esto, diciendo en su alegato final que era raro que no solo no se ocultara, sino que se sentara delante, junto al taxista, "para que me reconozca bien. Y le fui dando charla, para que se acuerde de mí".  

Además, se quejó de que nadie hubiera buscado en el maletero de ese taxi pruebas de restos biológicos que hubieran demostrado, en su caso, que esa maleta llevaba dentro restos humanos.

HUIDA A ZARAGOZA: Otro aspecto que el jurado considera para declarar la culpabilidad de Román es su huida a Zaragoza tras descubrirse la maleta con los restos de Paz, cuando los bomberos acudieron a la nave para apagar un pequeño incendio. Consideran probado por unanimidad que el acusado se puso nervioso el 13 de agosto al ver que había policía en la nave donde estaba el cadáver y huyó a Zaragoza, donde usó una identidad diferente y cambió de aspecto.

Para los jurados, el Rey del Cachopo actuó así para ocultarse, actuando bajo una identidad falsa que se puso al descubierto cuando la propietaria del bar donde trabajaba se dio cuenta de que se trataba del mismo hombre que la Policía estaba buscando.

El veredicto también toma en cuenta la actitud de Román cuando los agentes llegaron a prenderle: "Llevo varios días esperándolos", les dijo.

La defensa había argumentado que el acusado había actuado así tras recibir amenazas de muerte, cuya veracidad no se llegó a demostrar.

DOMINACIÓN Y CONTROL: El jurado considera probado por unanimidad el carácter agresivo y controlador del acusado, que llegó a decir a Heidi "si no eres para mí no eres para nadie", en el transcurso de una relación sentimental en la que vivieron juntos y en la que ella quedó embarazada, aunque perdió el bebé.

Para los jurados, la muerte de Heidi Paz fue la "plasmación de una situación de dominación y control al no aceptar que ella quisiera seguir manteniendo la relación sentimental".

Como pruebas en este rubro, los jurados tomaron en cuenta varios testimonios del carácter agresivo del acusado, como los de sus exparejas. Una declaró que le había lanzado una bombona de butano durante una discusión, otra que se había mostrado agresivo con ella delante de sus hijos. 

Otros testimonios señalan una pelea que Román tuvo a la entrada de una discoteca, cuando no los quisieron dejar a entrar ni a él ni a Heidi. También recuerdan el hecho de que hay una denuncia contra el acusado por atacar a unos perros.  

En este sentido, Román insistió en el juicio que su relación con Heidi era normal y que había varios mensajes entre ellos, que no fueron aceptados como prueba, que así lo demostraban. "Nunca le he puesto la mano encima a una mujer", llegó a afirmar en su alegato.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento