El Gobierno ya habla abiertamente de conceder los indultos a los políticos condenados por el procés y, como respuesta, la oposición va a volver a las calles. El 13 de junio, la plataforma Unión78, de la que forman parte Rosa Díez o Fernando Savater, ha convocado una manifestación en la madrileña plaza de Colón a la que se sumarán tanto el PP como Vox. Ambos partidos volverán a coincidir en una marcha. A ella asistirá Pablo Casado, tal como confirmó este lunes el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, después de varios días de dudas sobre su presencia.
En los últimos años ambos partidos han compartido foto en muchas concentraciones, pero también hay ejemplos de otras en las que mostraron cierto distanciamiento. Las manifestaciones son un ejemplo práctico de cómo el PP ha tenido que gestionar en los últimos tiempos la relación con su competidor a la derecha. El mayor acercamiento se ha dado en las marchas contra ciertas decisiones del Gobierno, mientras que en la moción de censura que Vox presentó contra Sánchez en noviembre del año pasado se distanciaron. cuando Casado se dirigió a Abascal con mucha rotundidad. "Esta moción no la dispara contra el Gobierno, sino contra el partido que le ha dado trabajo quince años".
Este lunes, el propio Egea aseguró que los indultos son una maniobra de Pedro Sánchez para "comprar dos años más de legislatura" y que se trata de un "pago político". Por su parte, Vox irá "en masa" a la manifestación del 13-J, tal como anunció el portavoz del partido Jorge Buxadé, que criticó que el PP "se preocupe por la foto". Ciudadanos, por su parte, apoya la manifestación. Su presidenta, Inés Arrimadas, no ha aclarado si irá, pero llama a asistir para, dice, "retratar a Sánchez con los golpistas". Quien sí estará será la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
La foto de Colón
El caso más claro de sintonía entre PP y Vox se dio el 11 de febrero de 2019, cuando se convocó una concentración en la plaza de Colón para pedir a Pedro Sánchez que convocara elecciones anticipadas y censurar sus pactos con los partidos independentistas y nacionalistas. Entonces, Pablo Casado, Santiago Abascal y Albert Rivera no solo compartieron foto, sino que además aprobaron un manifiesto conjunto que fue leído por tres representantes (uno asignado por cada partido). Tras Colón, España entró en un carrusel electoral, con dos comicios generales en los meses siguientes (el 28 de abril y el 10 de noviembre).
Ya incluso antes del ascenso nacional de Vox, en 2017, ambos partidos asistieron en masa a la marcha convocada el 8 de octubre por Sociedad Civil Catalana en contra del procés independentista. Entonces se congregaron 350.000 personas (900.000 según los organizadores) y entre ellas estuvieron también cargos del PSOE y de Ciudadanos, entre ellos Mario Vargas Llosa o Josep Borrell, que después fue nombrado ministro de Exteriores por Sánchez y ahora es el Alto Representante de la Unión Europea para su política exterior.
Más recientemente, a finales de 2020, ambos partidos se sumaron a las marchas convocadas en contra de la ley Celáa. Aunque no fueron ellos los convocantes (algo que sí sucedió en Colón en 2019), tanto Vox como PP se sumaron a las marchas para reiterar su oposición a la LOMLOE, en las que estuvieron presentes los líderes de los partidos, Pablo Casado y Santiago Abascal. Los populares organizaron incluso una recogida de firmas en contra de la norma y Casado trató de capitalizar la concentración.
Asimismo, compartieron marco a la hora de acusar al Gobierno de "olvidar" a las víctimas del terrorismo con sus pactos con Bildu. De hecho, cuando el pasado 4 de marzo se celebró el acto de destrucción de armas de la banda terrorista ETA tanto PP como Vox acusaron al Ejecutivo de hacer "propaganda". Al Gobierno, dijo Casado, "le sobran los actos de propaganda, los pactos con Bildu y los acercamientos de presos etarras", mientras que el diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro acusó a Sánchez de "humillar a las víctimas".
Ambos partidos también coincidieron en dar su apoyo a las manifestaciones nacidas en mayo de 2020 en la calle madrileña de Nuñez de Balboa contra el confinamiento por la Covid-19. Cargos de Vox como el propio Abascal o la líder del partido en Madrid Rocío Monasterio acudieron incluso en persona a las protestas, que se alargaron durante varios días. El PP, en cambio, las apoyó desde fuera incluso a través de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
No siempre coinciden
No obstante, las marchas contra las medidas restrictivas por la pandemia separaron a Vox y PP más de lo que les acercaron. El 6 de diciembre del 2020 Vox convocó marchas en coche por 52 provincias españolas para pedir el fin del estado de alarma. La más multitudinaria se dio a lo largo del Paseo de la Castellana, en Madrid, y contó con la presencia de todos los altos cargos de la formación, que incluso se subieron a una especie de grúa para dirigirse a los asistentes. Abascal asumió el liderazgo de aquel movimiento al que el Partido Popular decidió no sumarse y que ni siquiera apoyó públicamente.
Pero sin duda el mayor distanciamiento entre los dos partidos se da en torno al 8-M. Las marchas por el Día de la Mujer de 2020 evidenciaron ese desacuerdo, pues a las concentraciones acudieron cargos del PP como la actual portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra. Mientras, cuando la pandemia se iniciaba, Vox convocó el mismo día un multitudinario mitin en Vistalegre en el que, entre otras cosas, criticó al movimiento feminista.
Tras este tira y afloja, PP y Vox van a volver a coincidir en la concentración contra los indultos. Queda la duda de si habrá 'foto de Colón 2.0'.
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