La clínica Santa Isabel de Sevilla pone en marcha su nueva Unidad de Injerto Capilar

  • El servicio cuenta con los últimos tratamientos para la calvicie en un entorno hospitalario de seguridad.
La Clínica Santa Isabel suma una unidad de injerto capilar.
La Clínica Santa Isabel suma una unidad de injerto capilar.
CEDIDA
La Clínica Santa Isabel suma una unidad de injerto capilar.

La Clínica HLA Santa Isabel pone en marcha una Unidad de Microinjerto Capilar que incorpora los últimos procedimientos médicos y quirúrgicos y la tecnología más avanzada para ofrecer una atención personalizada y de excelencia para el diagnóstico y tratamiento específico de la caída capilar, las diferentes formas de alopecia y otros problemas de cabello.

Existen más de cien tipos de alopecia que pueden causar adelgazamiento (clarea) y pérdida de pelo. La alopecia androgénica es la más común y se presenta en más del 50% de los hombres en torno a los 40 años, y aumenta al 80% a partir de los 60. La calvicie no solo afecta a varones, cada vez hay más mujeres que acuden a consulta, sobre todo por pérdida de densidad o caída excesiva.

Si hay algo que marca la diferencia es la importancia de realizar una buena valoración antes de la operación, ofreciendo expectativas realistas, así como un seguimiento posterior. "Lo ideal es poder ver al paciente, hablar con él, hacer una exploración, un diagnóstico y un plan de tratamiento personalizado", explica el doctor Rodríguez Vela, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora de la Unidad de Microinjerto Capilar del HLA Santa Isabel.

Desde los primeros signos

En función del grado, el tipo de alopecia y las expectativas del paciente, el profesional recomienda la terapia que mejor se adapte a cada persona. Frente a los primeros signos de caída del cabello existen métodos como la radiofrecuencia capilar, la mesoterapia capilar con medicamento (dutasteride, minoxidil y vitaminas) o el plasma rico en plaquetas (PRP). Estas técnicas están destinadas a fortalecer y evitar la caída del cabello, revitalizar y aumentar el grosor, promover el crecimiento y mejorar el estado nutricional del pelo, entre otros.

Otro de los procedimientos no invasivos más demandados es la bioestimulación trasdérmica, también denominada láser capilar de baja potencia. "Su principal misión es trabajar sobre el folículo piloso, evitando la miniaturización de este. Todo esto se traduce en una activación de la circulación sanguínea del cuero cabelludo, haciendo que el oxígeno y los nutrientes lleguen más rápida y fácilmente hasta la raíz de nuestro pelo", explica el cirujano del servicio. Por lo tanto, el láser aumenta el número de cabellos, estimula el crecimiento de pelo nuevo, aumenta su diámetro o el grosor y la densidad del cabello, elimina el exceso de grasa, caspa y toxinas del cuero cabelludo y estimula la producción de colágeno.

Última tecnología

Para tratar esta patología, lo más importante es identificar el problema en un estado inicial. También es importante conocer qué tipo de alopecia presenta el paciente para poder tratarlo de la manera más adecuada. La gran mayoría pueden combatirse con el microinjerto capilar, que es el único tratamiento definitivo.

Existen dos técnicas de trasplante capilar, la F.U.E. (extracción de unidades foliculares) y la F.U.S.S. (cirugía de tira de unidad folicular). Las diferencias entre ambas radican en los métodos de extracción. En la F.U.S.S., los folículos se sustraen mediante la extirpación de una tira de piel del cuero cabelludo de la zona de la nuca, de la que luego se separan las unidades foliculares mediante un bisturí. En el F.U.E., la extirpación se realiza de unidad folicular a unidad folicular, mediante un micromotor con un bisturí circular o punch.

Esta última técnica es la más utilizada puesto que "no requiere puntos de sutura, no deja cicatriz, no hay pérdida de sensibilidad, no es dolorosa y la recuperación postoperatoria es más corta y llevadera", indica el profesional de HLA en Sevilla.

Lo que no hay que hacer

Una vez realizado el tratamiento de microinjerto, el seguimiento posterior se hace indispensable para conseguir la máxima eficacia. El doctor Rodríguez Vela advierte siempre a sus pacientes que "el resultado final se verá transcurrido un año, aunque a los seis meses ya será bastante visible. Los profesionales siempre advierten que durante los dos o tres primeros meses el pelo injertado suele caerse, dejando paso al crecimiento del nuevo. Este periodo es el más delicado. Después, podrá observarse el crecimiento del cabello trasplantado a un ritmo de un centímetro por mes".

El mismo día de la intervención el paciente regresa a su domicilio, no obstante, el profesional alerta de que "debe seguir una serie de recomendaciones que, no siendo un impedimento para llevar una vida normal, no cumplirlas puede perjudicar el resultado final. No debe friccionar la zona trasplantada, ni realizar ejercicios fuertes o lavarse la cabeza durante la primera semana y, si de forma accidental, se arranca un injerto y sangra, debe presionar con una gasa sin levantarla durante 10 minutos".

Desde la nueva Unidad de Microinjerto del HLA Santa Isabel destacan que "es muy importante trabajar en centros reconocidos, con profesionales médicos y con equipos y técnicas de última generación, ya que realizar los procedimientos en un entorno hospitalario ofrece una seguridad y tranquilidad extra en todo el proceso".

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