Rocío Carrasco desmiente a su hija: "Solo me llamó una vez y fue para defender a Olga Moreno"

Rocío Carrasco, delante de un fotograma de su hija.
Rocío Carrasco, delante de un fotograma de su hija.
Mediaset
Rocío Carrasco, delante de un fotograma de su hija.

De manera paradójica, el último capítulo de Rocío, contar la verdad para seguir viva, se llamó Punto de partida. En él, Rocío Carrasco comenzó recordando uno de los peores momentos de su vida: cuando se enteró de que su hija defendería a Antonio David Flores en plató mientras concursaba en Gran Hermano Vip e intentó suicidarse.

Comenzaba así la trayectoria televisiva de Rocío Flores, que se metió de lleno en los medios a los 22 años, cuando hasta los 16 su madre intentó que viviera al margen de ellos y en una burbuja, según explicó. Ya como defensora protagonizó varios momentos de tensión al discutir, por ejemplo, con Kiko Jiménez, el exnovio de Gloria Camila.

Pero cuando más se pudo ver a la joven en pantalla es en el momento en el que comenzó Supervivientes 2020, una edición marcada por la pandemia. La joven hizo continuas alusiones a su madre, entre lágrimas y muy afectada, desde el concurso. 

En el documental, Carrasco respondió a esos comentarios tras revelar que no había visto el programa y que, a día de hoy, seguía siendo incapaz de mirar a su hija en las imágenes, por lo que se limitó a escuchar mientras apartaba la vista. Los vídeos ilustraban a una Rocío Flores que se venía abajo al no saber si su madre se encontraba sana y salva.

Pero también mostró su parte más vulnerable al felicitarle el cumpleaños. "En esas imágenes es víctima y verdugo. ¿Te das cuenta de que habla exactamente igual que el padre? Todo lo que dice estaba programado por él. No puedo verlo. No me hace bien, no es real, muy a mi pesar. En los siete años previos no tuvo ningún tipo de preocupación", dijo respecto al momento en el que Flores reclamaba noticias de su madre por la COVID-19. 

Además, reiteró en muchas ocasiones que quería hablar con su madre y arreglar las cosas, asegurando que ella había tendido puentes. "Ella no me llamó al volver a Madrid. Solo me llamó el 3 de diciembre de 2020 y no se lo cogí, porque esa llamada se produce muy pocos días después que a la mujer de su padre, Olga Moreno, le llegara la denuncia penal por revelación de secreto. Sé que no era para nada bueno", explicó. 

Con respecto a la felicitación de cumpleaños, Carrasco recordó que, en estos años, su hija solo le había felicitado en la televisión y que alguna vez, mientras aún convivían, no lo había hecho. "Pero tenía que ganarse el favor de la gente. Lo que ha visto la gente no es real, detrás hay unos intereses creados. Rocío nunca se ha preocupado por mí, yo por mi madre sí. Los hijos se tienen que preocupar también, porque somos quienes damos vida y protegemos", concluyó.

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