El 13 de septiembre de 2001, Imanol Arias se ponía, por primera vez, en los zapatos del mítico Antonio Alcántara. Un personaje al "que la gente ha llegado a estimar" y que continuará en la serie en la temporada 22 para seguir narrando la vida de una de las familias más famosas de la televisión. 

Sin embargo, en la noche del jueves 20 de mayo, Cuéntame cómo pasó ha mostrado cómo la pandemia ha afectado a España. "Se nos han muerto abuelitos y se nos muere Antonio. Aunque no exactamente por el bicho -la Covid-19-, coincide con ese momento en el que hay una especial atención a la muerte. La pretensión era esa; la capacidad de la serie para conectarse con la realidad, aunque se hable del pasado", ha señalado el propio Imanol Arias en una conversación con RTVE.

"¿Tú sabes por qué las uvas crecen en racimos? Porque son como una familia. Crecen juntas, se necesitan y se ayudan a madurar porque son como una familia. A veces una se pone pocha y no dejan que se caiga porque son una familia", fue la última reflexión de Antonio Alcántara, antes de morir -en la trama del 2021- en Cuéntame cómo pasó. 

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Su lucha contra el tiempo ha sido la única batalla que Alcántara ha perdido. En cada temporada, el personaje lograba sorprender tanto a la audiencia como al propio Imanol. Cada empresa fallida era una nueva oportunidad para el famoso empresario; cada discusión, un nuevo aprendizaje. Todas las veces que estuvo tan cerca de la muerte hicieron que Antonio apreciase un poquito más la vida. "La vida le sorprende a uno mismo, pues imagínate la de alguien que te ha ido acompañando", confesaba el actor.

Pese a que a Antonio le quedasen algunos sueños por cumplir, su objetivo principal en la vida, la motivación del padre de los Alcántara queda satisfecha. El personaje logra dejar un buen legado para sus hijos: "Tarda mucho tiempo en darse cuenta de que su dedicación a los hijos, que le produce tantos malestares, es la única forma que tiene de ser feliz. Es mandón, patriarca, obcecado, 'mentirosón', exagerado, insufrible, pero es un amor de padre". "Es como un grano, pero pienso en alguien que no ha sentido nunca el grano de su padre y Antonio Alcántara tiene que parecerle un ser maravilloso", reflexiona el intérprete. 

Así, Antonio Alcántara fallece en Sagrillas, tras pasar un día junto a su familia en sus viñedos, "el único sitio donde echó raíces", como explicó Mercedes (Ana Duato) en uno de los episodios de la ficción. "No es una muerte dolorosa", confiesa Imanol. "A pesar de que muere solito, muere con todos", confiesa.

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El rodaje de estas últimas escenas fue complicado. Ni siquiera el tiempo quería que Antonio Alcántara se marchase. Mientras grababan en Bargas (Toledo), una tormenta provocó tener que interrumpir el rodaje, por lo que la grabación de la última escena tuvo que esperar. "En medio de esa tensión, se produjo un rodaje muy especial. Yo iba deshaciendo el personaje a medida que me iba muriendo de rabia porque no se puede parar la naturaleza".

Además, la verosimilitud, que siempre ha sido uno de los pilares fundamentales para el éxito de la serie, también está presente en este último y complicado momento. "Tenía que ser una muerte que inspirara lo que pasa cuando alguien está a punto de morir. Te viene un callejón de vida, que pasa como un tren, y vuelves hacia atrás", comentaba Arias que añade: "La muerte de Alcántara tiene una poética y un sentido". 

El actor, además, ha confesado que no habría preparado una muerte diferente para el personaje que lleva encarnando durante veinte años y que continuará haciéndolo, como hemos explicado anteriormente, en la temporada 22. Sin embargo, sí explica que imagina que "después de esa última imagen, la siguiente sea Antonio Alcántara con 19 años pensando que tiene que irse a Madrid".