La paradoja de las ciudades autónomas: Ceuta marca un mínimo de incidencia en España... y Melilla en riesgo extremo

Una mascarilla quirúrgica en el suelo mientras varias personas caminan por un rastro de Melilla.
Una mascarilla quirúrgica en el suelo mientras varias personas caminan por un rastro de Melilla.
EUROPA PRESS
Una mascarilla quirúrgica en el suelo mientras varias personas caminan por un rastro de Melilla.

Para el habitante peninsular, Ceuta y Melilla son las grandes olvidadas de esta pandemia. Sus peculiaridades geográficas y demográficas hacen que, frecuentemente, queden fuera del punto de mira. Sin embargo, el coronavirus ha barrido las dos ciudades autónomas con la misma virulencia -y en ocasiones incluso con más- que el resto de España.

Sin embargo, una efeméride las ha vuelto a poner de actualidad. El miércoles, Ceuta se convertía en el territorio autonómico español con menor incidencia de coronavirus, relegando así a la Comunidad Valenciana, que ostentaba este honor desde mediados de marzo. Pero lo verdaderamente sorprendente del suceso es cómo ha ocurrido. 

En menos de un mes, Ceuta ha pasado de ser el territorio con mayor incidencia a 14 días -522,5 casos por cada 100.000 habitantes el 14 de abril- a convertirse en el más aliviado, con apenas 30,9. Una bajada del 94%. Las cifras de casos notificadas en los últimos días parecen código binario: 0 contagios el miércoles, 1 el martes, 0 el lunes, 0 el viernes, 1 el sábado...

Sin embargo, el rápido descenso de Ceuta no ha tenido réplica en Melilla, que partía de una situación idéntica el 14 de abril, pero que se mantiene todavía en riesgo extremo con 266,4 casos por 100.000 habitantes en las últimas dos semanas. Solo la superan País Vasco, Madrid y Aragón.

"La única explicación lógica es la inmunidad"

Este rápido descenso y la disparidad entre ambas ciudades ha pillado por sorpresa a algunos expertos, que no terminan de encontrar una explicación clara. "No hay ninguna medida que se haya tomado nueva de tipo restrictivo con respecto a las epidémicas. Lo único que puede haber de diferencia puede ser la vacunación y la inmunidad natural", destaca José Enrique Roviralta, presidente del Colegio de Médicos de Ceuta (Comce), sobre la situación en Ceuta.

"Se sigue haciendo test de antígenos, hiperrastreo y hay un buen ritmo de vacunación. La única explicación lógica puede ser que en Ceuta 33.000 personas tienen inmunidad o bien natural o bien adquirida", añade.

Sin embargo, las diferencias en la campaña entre ambas ciudades no son demasiado grandes. Ceuta y Melilla son junto a Canarias y Baleares los territorios con menor porcentaje de población vacunada con al menos una dosis: un 29,3% en Ceuta y un 26,1% en Melilla.

"Ahora estamos empezando a bajar, lo mismo dentro de una semana estamos hablando de una situación equiparable. A lo mejor ellos [Ceuta] han logrado llegar a un control un poco antes que nosotros sin acertar con precisión el por qué", explica, por su parte, Justo Sancho, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Melilla (Comme).

Sancho señala entre los factores que dificultan el control de la transmisión en Melilla los comportamientos de algunos grupos sociales. "Aquí hay un flujo de población joven que no está muy involucrada porque con esa inmadurez que te hace pensar que eres inmortal es complicado... y esa gente está moviéndose de un lado a otro", cuenta. "Siempre hemos defendido que más que la movilidad exterior era el día a día lo que mantenía la incidencia tan alta", añade.

Características únicas

Las características específicas de Ceuta y Melilla son difíciles de extrapolar a otros territorios. Se trata de dos ciudades de menos de 20 km2 de superficie enclavadas entre Marruecos y el mar. Su densidad de población es mucho más elevada que la de cualquier comunidad autónoma (4.204 hab /km2 en Ceuta, 7.256 hab / km2 en Melilla) y es más comparable a la de ciudades como Madrid -5.265,9 hab /km 2- o Sevilla -4.896 hab/km2-.

Aunque en ambas la entrada ha estado muy restringida y la frontera con Marruecos sigue cerrada, sus grandes concentraciones de población han dificultado mucho el control de la transmisión y explican en buena parte, según el doctor Roviralta, las grandes subidas que han experimentado a lo largo de la pandemia.

"Mantener la distancia es muy difícil. Estas ciudades realmente son el caldo de cultivo perfecto por su alta densidad demográfica, se dan las circunstancias idóneas para que la propagación del virus sea muy rápida", sostiene el presidente del Comce.

"Todo el mundo va a los mismos sitios, no tenemos escapatoria"

"En algunas casas vive muchísima gente y hay casas que ni se controlan, todo el mundo va a los mismo sitios, no tenemos escapatoria. Aquí el territorio es finito", reflexiona por su parte el presidente del Comme.

Los problemas de estar aislados de la Península

Las altas densidades de población sumadas a la precariedad de los sistemas sanitarios ceutí y melillense -que cuentan con un solo hospital cada una- han provocado situaciones difíciles a lo largo de la pandemia. Especialmente durante la segunda ola, donde las dos ciudades llegaron a alcanzar picos superiores a los 1.000 contagios por cada 100.000 habitantes en 14 días.

Por ello, los dos colegios oficiales pidieron que se vacunara masiva y rápidamente a toda la población, al igual que se ha hecho en Gibraltar. "Nosotros pedimos como colegio a Sanidad que copiara el modelo gibraltareño para vacunar masivamente a la población y proteger e inmunizar lo antes posible por esa vulnerabilidad, por ser frontera sur y estar en el continente africano", destaca el doctor Roviralta.

"Tenemos menos vacunas y las necesitamos muchísimo más, por densidad de población, por estar aislados y por falta de medios sanitarios. Necesitamos que la cobertura fuera mucho mayor", concluye.

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