El tribunal le considera autor de los delitos de incendio, maltrato animal, malos tratos en el ámbito de la violencia sobre la mujer, así como de dos delitos de injurias y vejaciones leves.

Los hechos ocurrieron el 14 de julio de 2019, cuando el acusado esperó a la pareja, que llegaba de un concierto a las tres de la mañana. El domicilio, alquilado, estaba a nombre de la mujer.

Había un solo juego de llaves que en ocasiones ella le dejaba al acusado, con quien mantenía una relación desde 2016 con habituales insultos y discusiones, según la sentencia.

En la noche de los hechos, siempre según el fallo judicial, el acusado empezó a agredir a la víctima, quien intentó escapar, algo que logró finalmente tras saltar una verja del jardín de 1,70 metros de altura. Subida a dicha verja, gritó pidiendo auxilio, dio una patada al acusado y pudo escapar antes de huir en su vehículo.

CON LOS FUEGOS DE LA VITRO

El acusado, en ese momento, encendió los cuatro fuegos de la vitrocerámica y colocó en ellos dos sartenes con aceite. Además, metió a los dos perros en el interior de la vivienda y cerró las puertas para que no pudieran escapar al jardín. Salió entonces de casa, antes de que se iniciara el incendio que calcinó todos los muebles de la cocina entre otras cosas.

La rápida intervención de los Bomberos evitó que el fuego se propagara a las estancias de las tres plantas del edificio, que estaban habitadas y cuyos moradores las abandonaron. La Guardia Civil tuvo que ayudar a salir al vecino de un ático.

Cuando llegaron los Bomberos, quedaban pocas llamas y brasas por la ausencia de oxígeno, pero podrían haberse reavivado si se hubieran fracturado los cristales como consecuencia del fuerte calor.

La vivienda se llenó de un humo de negro intenso, y los dos perros fallecieron por inhalación. Cada perro era de un miembro de la pareja, si bien la víctima tenía un fuerte vínculo afectivo con ambos.

El inmueble donde se produjo el fuego consta de tres alturas, bajo, primero y ático, y en cada rellano existen cuatro pisos con las letras A a D. El humo salió por el tejado de la vivienda ático A y por los respiraderos, lo que enrareció el ambiente en las dependencias comunes del inmueble.

PUDO EXTENDERSE A OTRAS VIVIENDAS

De haber existido oxígeno suficiente en la vivienda donde sucedió el fuego, por alguna puerta o ventana abierta al exterior, podía haberse alimentado el fuego y haberse extendido a otras dependencias de la misma vivienda y propagado a otras viviendas, pudiendo haber afectado fácilmente a la caldera del gas y haberse originado una explosión, dice la sentencia.

La Sala absuelve a la mujer del del delito de maltrato de obra por el que estaba acusada por propinar una patada a su agresor cuando trataba de escapar por el jardín y él intentó evitarlo. El tribunal aprecia la eximente de legítima defensa.

ELLA TAMBIÉN CONDENADA

La mujer, sin embargo, ha sido condenada a tres meses de cárcel por un episodio previo en el que propinó una bofetada a su compañero sentimental y le arrojó un vaso a la cara, dos semanas antes de estos sucesos, en un establecimiento de hostelería.

Como consecuencia de lo que ocurrió el 14 de julio de 2019, la víctima sufrió heridas en cara, muñeca y rodilla, de las que sanó en diez días sin quedar secuelas. También requirió atención psicológica, si bien en noviembre de 2019 ya no presentaba sintomatología relacionada de esos sucesos.

Tiene antecedentes familiares y características emocionales que dan lugar a cierta impulsividad, conflictividad y dependencia en su relación de pareja, explicita la sentencia.

Por lo que se refiere al acusado, tiene antecedentes por problemas de salud mental y hábitos de consumo de tóxicos. Muestra dificultades en el control sobre sí mismo, y está diagnosticado de trastorno mental crónico con predominio de sintomatología afectiva negativa, con importante deterioro psicosocial.

Estaba sometido a tratamiento, y era probable que no hubiera seguido el mismo de forma adecuada. Presenta conductas celosas. Está privado de libertad desde el 15 de julio de 2019, con orden de alejamiento y prohibición de comunicación con la víctima. Tampoco puede portar armas.

El acusado, además, debe indemnizar con 3.310 euros a la víctima, y con 17.386 euros a la compañía aseguradora del inmueble, por los daños causados al mismo como consecuencia del incendio.

Ha sido condenado a diez años de prisión por el incendio con peligro para la vida de las personas, seis meses por maltrato animal (y dos años de inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio con animales) y nueve meses de prisión por malos tratos en el ámbito de la violencia sobre la mujer (además de dos años y medio de alejamiento y prohibición de comunicación).

Por injurias y vejación leve, también ha sido condenado al pago de cinco euros diarios durante un mes por cada uno de estos dos delitos y a la prohibición de acercamiento a menos de 300 metros de la víctima durante seis meses.