Las galas de premios son el escenario perfecto para captar las tendencias más fuertes en materia de belleza. Los peinados y looks de maquillaje de las actrices ratifican qué es lo que más vamos a llevar durante la temporada.

En la alfombra roja, hemos comprobado que hay dos tendencias que se imponen sobre las otras y que además son completamente opuestas, aunque ambas vienen de una influencia claramente europea. 

Labios rojos como protagonistas

Mujeres como Vanessa Kirby, Maria Bakalova, Jena Friedman, Celeste, Laura Pausini o Amanda Seyfried acudieron a los Oscar con un elemento en común: toda la atención de su maquillaje se la llevan los labios. 

Esta tendencia de inspiración francesa viene acompañada del optimismo que nos aporta las vacunas para luchar contra el coronavirus, enfocando todo el look de belleza en los labios, un elemento que hemos llevado escondido bajo la mascarilla todo este tiempo y que una vez estemos todos vacunados, podremos mostrar sin temor.

Para no quitarles protagonismo, han optado por llevar un maquillaje de ojos bastante natural, algunas con tan solo un poco de color para marcar la cuenca del ojo, máscara de pestañas y algo de rubor para que el rojo no haga palidecer el rostro.

Natural y 'glowy'

Por otra parte, tenemos una tendencia opuesta, con un look de maquillaje muy natural pero con aspecto saludable y jugoso. De esta forma hemos visto en la alfombra roja a Zendaya, Viola Davis, Margot Robbie, Halle Berry, Andra Day, Ashley Fox, Carey Mulligan, Youn Yuh-jung o Han Ye-ri.

“Las actrices han apostado por el efecto juventud, un aspecto no-makeup pero con toques sonrosados, representativos de un piel joven, de aspecto jugoso”, explica David Deibis, maquillador oficial de Perricone MD. 

"Los labios se presentan sonrosados y con un ligero brillo, las mejillas, con la misma gama cromática y los ojos, con un toque de máscara y, eso sí, con un marcado efecto foxy que eleva leva el arco de la ceja", añade Deibis.

Desde el pasado año se viene dando una tendencia hacia un maquillaje más natural y fresco, huyendo de la pesadez que se dio en la década del 2010 y de la que aparententemente nos hemos cansado gracias a nuestro nuevo estilo de vida.