Las condiciones de los trabajadores de subcontratas, primer escollo para derogar la reforma laboral

  • La reunión de este miércoles entre Gobierno, patronal y sindicatos vuelve a terminar sin avances
  • Las posiciones también siguen muy alejadas en lo relativo a la primacía de los convenios sectoriales sobre los de empresa
  • Los empresarios insisten en abordar primero otros asuntos y los sindicatos les acusan de no entrar en la negociación
La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, posa con su cartera a su llegada a Moncloa.
La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, posa con su cartera a su llegada a Moncloa.
Emilio Naranjo / EFE
La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, posa con su cartera a su llegada a Moncloa.

Tercera reunión entre Gobierno, patronal y sindicatos para la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral, y tercer encuentro que se salda prácticamente sin avances. Así lo confirman fuentes conocedoras del contenido de la negociación que se retomó este miércoles, que explican que la intención del Ejecutivo y los sindicatos de comenzar a abordar la reforma de la subcontratación y la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa se ha encontrado con la oposición de los empresarios.

La semana pasada, el Ministerio de Trabajo que lidera Yolanda Díaz entregó una primera propuesta a patronal y sindicatos en relación a estas materias, muy controvertidas para los empresarios que, en general, son reacios a abordar en un momento de crisis económica el desmontaje de la reforma laboral que ha prometido Díaz para este año. CEOE y Cepyme, de hecho, preferían comenzar la negociación por otros asuntos, aunque finalmente Trabajo se ha posicionado del lado de los sindicatos, que querían hablar ya de convenios y subcontratación.

En resumen, Trabajo -en línea con lo que piden las centrales sindicales- apuesta por recuperar la primacía de los convenios sectoriales sobre los de empresa en lo relativo a aspectos capitales como los sueldos, para evitar que, en empresas en los que los trabajadores tienen menos capacidad de movilización, se establezcan salarios peores que los acordados a nivel general. Díaz también quiere que el convenio sectorial sea el mínimo exigible a las empresas subcontratadas, para evitar que compitan en base a degradar condiciones.

La propuesta del Ministerio es un primer texto que debe ser sometido aún a cambios y discusión. Pero fuentes sindicales se quejan de que la patronal ni siquiera ha querido entrar a negociar este miércoles estos asuntos y no ha presentado una contrapropuesta, sino que únicamente ha mostrado sus objeciones. "Lo que no puede ser es que digan que no están de acuerdo con la propuesta y que hay que hablar de otras cosas", protestan estas fuentes.

De hecho, este mismo martes el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, dejó clara esta posición asegurando que no tiene intención de "negociar a cachitos ni a trocitos las cosas" que tengan que ver con la derogación de la reforma laboral. E insistió en que lo prioritario es abordar la dualidad que hay en el mercado de trabajo entre contratos fijos y temporales, afirmando además que será necesario analizar todos los tipos de contrato, "guste o no".

No obstante, los sindicatos consideran que precisamente la discusión que se ha puesto en marcha sobre la subcontratación y la negociación colectiva es clave para frenar la dualidad del mercado de trabajo. "Sólo con modificar las modalidades de contratación no basta, hay que tomar medidas que garanticen derechos y salarios", sostiene un dirigente de las centrales, mientras otro sostiene que, a su modo de ver, "el fondo del asunto es que la patronal no quiere hablar de derogar la reforma laboral".

La ultractividad, en el horizonte cercano

En cualquier caso, Gobierno, patronal y sindicatos han acordado seguir reuniéndose todos los miércoles para tratar de desbloquear la mesa. Además de la subcontratación y la primacía de los convenios sectoriales, otra de las reformas a las que se quiere dar prioridad tiene que ver con la recuperación de la ultractividad de los convenios -es decir, que sigan vigentes una vez expiren hasta que se pacte el nuevo acuerdo-, una reivindicación clásica de los representantes de los trabajadores. No obstante, fuentes de la negociación confirman que este asunto ni siquiera ha empezado a abordarse.

Hace unas semanas, la ministra Díaz planteó que España se ha comprometido a realizar "reformas estructurales" en materia laboral durante este año, por lo que ese es, a priori, el calendario inicial para ir aprobando distintos aspectos del desmontaje de la reforma laboral: a lo largo de 2021. La negociación ha comenzado con mal pie, aunque aún quedan meses por delante. Pero Díaz ya ha avisado en varias ocasiones de que tiene intención de "legislar" haya o no acuerdo con la patronal, ahora desde su posición de vicepresidenta tercera.

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