El líder de Unidas Podemos y todavía vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, hará efectiva su renuncia al acta de diputado del Congreso este viernes. Iglesias entregó este jueves en el registro los papeles para dejar su escaño, aunque lo mantendrá aún durante unas horas para poder votar la convalidación de dos decretos este jueves, entre ellos el de ayudas directas a empresas y autónomos.

El dirigente morado abandona así la Cámara Baja poco más de cinco años después de entrar en ella, tal y como anunció por sorpresa este miércoles en la sesión de control al Gobierno. Iglesias, que también hará efectiva su renuncia a su puesto de vicepresidente segundo el próximo martes, se centrará así en la carrera electoral por la presidencia de la Comunidad de Madrid, para la que será candidato en las elecciones del 4 de mayo.

Iglesias dice adiós al Congreso tras cinco años y pone rumbo a Madrid

La decisión de Iglesias llega después de una accidentada semana en las filas moradas, ya que el pasado martes se hizo público que la ley electoral madrileña impide al líder de Unidas Podemos presentarse a las elecciones mientras sea vicepresidente. Esta circunstancia, en la que los morados no habían reparado, ha obligado a Iglesias a adelantar su renuncia a la Vicepresidencia Segunda, que tenía previsto ejecutar a mediados de abril.

Por el contrario, el líder de Unidas Podemos no tenía ninguna obligación legal de dejar su escaño en el Congreso hasta que no asuma su acta como parlamentario en la Asamblea de Madrid. De hecho, el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, también es diputado en la Cámara Baja y fuentes naranjas sostienen que lo previsto es que mantenga su escaño hasta pasadas las elecciones, como igualmente hizo Ignacio Garriga, de Vox, cuando se presentó liderando la lista de su partido a las elecciones catalanas.

No obstante, lo cierto es que el calendario parlamentario de las dos próximas semanas es bastante escueto, por lo que Iglesias ha decidido adelantar una decisión que, entre otras cosas, le deja sin aforamiento ante el Tribunal Supremo.