El Ayuntamiento de Barcelona ha sometido este lunes al primer chequeo de balance el plan que trazó en abril de 2020, en pleno y brutal impacto de la primera ola, para salir de la crisis económica y social del coronavirus.
Bautizado como Pacte per Barcelona, este ambicioso documento conjunto consiguió un consenso histórico entre los siete grupos municipales del consistorio y 200 participantes entre entidades sociales, vecinales, culturales, educativas, científicas o económicas. Este lunes por la tarde se ha reunido la Taula General del Pacte para hacer seguimiento de los acuerdos a implementar en año y medio, con 300 actuaciones específicas ya en marcha en 71 de los 73 ámbitos o líneas, y con 10 objetivos a cumplir antes de diciembre de este año.
Esta reunión semi presencial en el Saló de Cent ha estado presidida por la alcaldesa, Ada Colau, y por el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni. La mayoría de participantes han coincidido en «celebrar» este amplio consenso entre la administración y la sociedad civil, pero al mismo tiempo han pedido «mayor concreción y un calendario» para todas estas medidas.
Algunas de las grandes acciones ya desplegadas son la ampliación del espacio público para instalar terrazas de restauración; las subvenciones a autónomos afectados por la crisis; la campaña de Navidad de 2020 para reactivar el comercio; la ampliación del Bicing a todos los distritos; el programa Protegim les Escoles, que ha pacificado 53 accesos a estos centros, y la inversión de más de 9 millones de euros procedentes de la tasa turística para impulsar el turismo post Covid.
Gran parte de los representantes de las entidades firmantes del Pacte han realizado este lunes observaciones sobre el informe remitido por el Ayuntamiento y han identificado puntos de mejora y carencias. Entre los aspectos a incorporar o a reforzar en el Pacte, han salido a relucir de tipo económico, industrial, de apoyo a colectivos sociales vulnerables y de urbanismo, movilidad y seguridad vial.
Del mismo modo han quedado patentes varias ausencias destacadas, como las de la patronal Foment del Treball, el Gremi de Restauració o la Favb (la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona). Y se ha invitado a que Generalitat y Gobierno se sumen al Pacte.
Apoyo al taxi y al ocio nocturno
Pimec ha echado en falta en el documento «hacer referencia» a sectores que son víctimas directas de la crisis provocada por la pandemia. Ángel Hermosilla, gerente del área institucional, ha nombrado, por ejemplo, a los del «taxi» y a otros que ha calificado de «invisibles»: las ferias, el ocio infantil y el ocio nocturno.
Políticas de movilidad "acordadas"
Desde Pimec Comerç han reclamado al Ayuntamiento poder «consensuar actuaciones en materia de movilidad que afecten al comercio» antes de plasmarlas sobre el terreno de forma unilateral. Han pedido «agilizar las licencias» para abrir y reformar locales con la vista puesta en una mayor reapertura de la actividad económica, en breve.
Josep Mateu, presidente del RACC, ha criticado que las medidas «no tengan en cuenta las necesidades de las 900.000 personas que entran y salen de Barcelona para trabajar» cada día, en cifras anteriores a la pandemia (la mitad de las cuales utilizan el transporte público).
Eugenia Doménech, directora del Servei Català de Trànsit (SCT), ha calificado de «grave déficit» que el informe no mencione la seguridad vial. Ha demandado que se tenga en cuenta, además de la ampliación de espacios en la calzada para los peatones, «que las aceras sean seguras».
Atajar el paro juvenil
Teresa Crespo, vicepresidenta del Consell Municipal de Benestar Social, ha dejado constancia de la escasa referencia a la problemática del paro entre los más jóvenes: «Hacen falta medidas concretas para el colectivo».
Otras carencias del informe detectadas afectan a la violencia machista, no explicitada «como necesidad urgente», ha opinado el Consell de Dones. El Consell de Migracions tampoco ha visto reflejado a su colectivo, uno de los más castigados por la crisis Covid, en el informe.
Nueve meses par actuar
Colau y Collboni han aseguradio este lunes que «tomaban nota» para trasladar a los técnicos municipales los aspectos «no suficientemente mencionados» en el texto, y han recordado que el informe final sobre el contenido y desarrollo del Pacte se redactará antes de 2022. Han emplazado igualmente a los participantes a una reunión de valoración.
Espíritu de diálogo
La alcaldesa ha destacado el espíritu de «diálogo» y de consenso» del Pacte, y ha apostado por impulsar cambios en las formas de trabajar de la política municipal, a raíz de la crisis de la Covid, «desde las administraciones, entre administraciones y de la administración con la ciudadanía organizada».
Mayor rendición de cuentas
El portavoz de ERC en el Ajuntament, Jordi Coronas, ha puesto el acento sobre el impacto «desigual» que la Covid ha generado en la ciudad en función de los barrios, con un índice de paro global del 36,4% en la capital catalana que, en Ciutat Vella, se dispara al 57,8%.
Luz Guilarte (Cs) y Eva Parera (BCN pel Canvi) han exigido una mayor rendición de cuentas de cómo están funcionando las medidas adoptadas.
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