Barcelona cierra el ejercicio 2020 con un déficit de 49 millones de euros

  • El presupuesto municipal se cierra con un endeudamiento de 800 millones de euros. 
Unos 200 trabajadores de Acciona Facility Services, subcontrata de Nissan en las plantas de Barcelona, se manifiestan en la plaza Sant Jaume de Barcelona, el 1 de septiembre de 2020.
Unos 200 trabajadores de Acciona Facility Services, subcontrata de Nissan en las plantas de Barcelona, se manifiestan en la plaza Sant Jaume de Barcelona, el 1 de septiembre de 2020.
EUROPA PRESS - Archivo
Unos 200 trabajadores de Acciona Facility Services, subcontrata de Nissan en las plantas de Barcelona, se manifiestan en la plaza Sant Jaume de Barcelona, el 1 de septiembre de 2020.

El Ayuntamiento de Barcelona ha cerrado el ejercicio de 2020 con un déficit de 49,2 millones de euros, cifra que previsiblemente aumentará a nivel consolidado con el cierre de las cuentas de las empresas municipales. 

El ejercicio del año pasado está marcado por la pandemia y la creación de un Fondo Covid de 90 millones de euros para hacer frente a la emergencia sanitaria, social y económica. 

También ha sido un año en el que el Congreso de los Diputados ha fijado los nuevos objetivos de estabilidad presupuestaria que han permitido flexibilizar el techo de gastos de los municipios. 

El ahorro bruto -diferencia entre ingresos y gasto corriente- ha caído y ha sido del 10,3% del presupuesto, con una inversión final de 268,5 millones de euros. 

El presupuesto 2020 se cierra con un endeudamiento de 800 millones de euros.

El déficit de 49,2 millones de euros es menor del previsto inicialmente y se explica porque se ha producido un mayor volumen de ingresos, en concreto con la entrada a finales de año de recursos procedentes de la Generalitat y del impuesto de plusvalías. 

También ha contribuido el hecho de que por la excepcionalidad de la situación vivida, ha habido una mayor inejecución que otros años.

Con todo, los porcentajes de ejecución, por encima del 96%, están por encima de la mayoría de ayuntamientos y autonomías en un año normal. También hay que tener en cuenta que los plazos administrativos estuvieron suspendidos durante el primer estado de alarma y que estuvo parada gran parte de la actividad.

El endeudamiento se ha mantenido muy por encima del 75% de los ingresos corrientes que marca la Ley de Haciendas Locales. Se fija en el 30,73% y se cierra con un endeudamiento de 800 millones de euros. El pago a proveedores baja a 22,8 días de media, por encima de los 30 días.

La solvencia financiera del Ayuntamiento de Barcelona ha quedado de nuevo acreditada esta semana con las calificaciones emitidas por las agencias Standard & Poor’s i Fitch, que han decidido mantener la calificación que ya le atribuían antes de la pandemia y que es la máxima que pueden otorgar en la ciudad, teniendo en cuenta que está limitada por la calificación que recibe el conjunto del Estado, que es actualmente de A para S&P y A- para Fitch.

S&P destaca que Barcelona mantiene las fortalezas de crédito a pesar de la pandemia, que los fundamentos de la economía de la ciudad continuarán saneados y que las reservas de liquidez continuarán cubriendo ampliamente los requerimientos para prestar los servicios.

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