¿Qué estaban haciendo las otras Kardashian cuando Kim pedía el divorcio? Museos, empresas y... ¿boda?

Khloe, Kourtney y Kim Kardashian y Kris y Kylie Jenner, en 2015.
Khloe, Kourtney y Kim Kardashian y Kris y Kylie Jenner, en 2015.
Jordan Strauss / GTRES
Khloe, Kourtney y Kim Kardashian y Kris y Kylie Jenner, en 2015.

Nadie puede decir que le ha pillado por sorpresa que Kim Kardashian le haya pedido el divorcio a Kanye West después de siete años casados (y que puede convertirse en una de las separaciones que más dinero muevan en la historia), pero mientras que la más mediática de la familia tomaba una decisión tan importante, ¿qué hacían el resto de las Kardashian?

Por una parte, sabemos que Kendall Jenner estaba haciendo frente a la multitud de críticas que ha recibido por parte de muchos de seguidores mexicanos por apropiación cultural a causa de su nuevo negocio de tequila, pero no es la única que ha estado centrada, aunque en su casa de otra forma muy distinta, en su empresa.

Kris Jenner, la matriarca del Klan, ha decidido competir con algunas de sus hijas, como Kylie Jenner, en el mercado cosmético, pues a sus 65 años ha decidido mirar por la belleza y los cuidados de la piel de personas que rozan la vejez con una línea que a buen seguro harán de ella toda una gurú de estilos de vida.

Tal y como ha informado el portal de noticias TMZ, Kris Jenner ya ha presentado varios documentos para obtener la licencia en exclusiva de los nombres de su próxima marca que usará con fines comerciales: Kris Jenner Beauty, Kris Jenner Skin y Kris Jenner Skincare.

"Kris está buscando usar su nombre en una serie de productos para el pelo, la piel, las uñas, los ojos, varias fragancias cosméticos... En definitiva, todo aquello que una mujer compraría para estar guapa y sentirse bien consigo misma", explican desde el medio.

Mientras tanto, Kourtney Kardashian está lidiando con su ex y con la ex de su actual pareja. En el primer caso, ha sido Scott Disick, el modelo neoyorquino de 37 años padre de los tres hijos de Kourtney (Mason, de 11 años, Penelope, de 8, y Reign, de 6) quien ha confirmado a través de Instagram que está saliendo con la joven actriz de 19 años Amelia Gray Hamlin.

Y por otro, ahora que ha salido a la luz que, a sus 41 años, Kourtney ha comenzado una relación con el batería del grupo de punk Blink-182, Travis Barker, de 45, la antigua esposa de este, la modelo Shanna Moakler, le ha dejado un recadito a la influencer en redes sociales.

A Shanna, que estuvo casada con el músico seis años y que tienen dos hijos en común, no le ha hecho demasiada gracia la nueva pareja de Barker y le ha dado like a  un comentario de un seguidor que ensalzaba a Moakler a costa de la Kardashian. "Esa chica no puede compararse contigo. Travis puede aspirar a algo mejor", decía la respuesta que recibió el MeGusta.

Y no hay que olvidarse de los más pequeños, los que tomarán el relevo de ser socialités. Ahí está North West, precisamente la hija mayor de Kimberly, quien recientemente era noticia por cómo su madre se enervaba ("¡No juguéis conmigo cuando se trata de mis hijos!") ante la oleada de bromas y ataques por un cuadro que supuestamente habría pintado la niña de 7 años y que nadie se pensaba que fuera cierto.

Pero hay quien sí se ha creído el talento artístico de la pequeña en ese paisaje al óleo y la recompensa a su esfuerzo y dedicación a las bellas artes ha llegado con una invitación personalizada para que North disfrute de una divertida jornada educativa en el museo de Bob Ross.

Este prestigioso creador, que falleció de forma temprana en 1995 a los 52 años, se hizo especialmente famoso en Estados Unidos gracias a un programa de televisión en el que inculcaba que cualquiera puede pintar y que de un tiempo a esta parte se ha convertido en objeto de meme o, incluso, de promoción de películas, como ocurrió con la segunda parte de Deadpool.

Sarah Strohl, una de las asistentes ejecutivas de la fundación, creada para mantener vivo el legado del artista, ha asegurado, de nuevo a TMZ, que si Kim acepta la invitación para su hija, esta podrá no solo visitar el museo, sino también varias obras que no están a disposición del público, así como consejos y lecciones para mejorar su técnica del mojado sobre mojado (por la que Ross era conocido).

Y por último están los rumores que han saltado este domingo tras la publicación de Khloé Kardashian de una fotografía para sus 131 millones de seguidores en Instagram en la que, aunque esté promocionando unos zapatos, nadie ha podido dejar de, como se suele decir en inglés, "el elefante en la habitación" (una verdad evidente que ha pasa desapercibida).

La imagen no está tomada a la ligera, así que la hermana menor de Kim sabía perfectamente que daría bastante que hablar el tremendo predrusco (entiéndase como joya) que estaba instalado en el dedo anular de su mano izquierda: ¿es eso un enorme anillo de compromiso?

Porque de las botas que pretendía vender apenas se ha hablado. Siquiera de que aparece en tanga. Sino de la mano apoyada en el muslo y que acapara todas las miradas, máxime cuando las habladurías acerca de que Khloé y Tristan Thompson han reavivado su relación están más en boga que nunca (con la idea fija de ser padres de nuevo).

De hecho, el propio jugador de baloncesto de 29 años comentó la imagen... aunque no de la forma que sus followers esperaban, pues no hizo referencia ni al anillo, ni a la figura de Khloé, ni siquiera a las susodichas botas. "¡Guau! Ese césped está cortado a la perfección", comentó Thompson. ¿Será una forma de intervenir en la publicación dejando claro que él sabe algo sobre la supuesta boda de la que todo el mundo habla?

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