Tres días después de los primeros disturbios en Barcelona por la encarcelación del rapero Pablo Hasel, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reaccionado este viernes a los altercados que ya se han extendido por otras ciudades, como Madrid o Valencia. "El Gobierno hará frente a cualquier tipo de violencia. En una democracia plena resulta inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia, no hay excepción que la pueda justificar", ha dicho.

Sánchez ha querido hacer esta "breve reflexión" al inicio de su intervención en Mérida para presentar el Plan de Recuperación y Resiliencia para dejar "meridianamente claro" su posición en relación a los altercados que se suceden desde hace  noches en varias ciudades españolas, en principio en protesta por la encarcelación de  Hasel. Con su mensaje, Sánchez ha salido de un silencio que desde hace días le reprocha la oposición y ha enmendado la plana también a su socio de Gobierno, Unidas Podemos, que llegó a defender a los alborotadores y sigue contemporizando con ellos, al señalar que España "es una democracia plena", con mucha más rotundidad que el pasado miércoles en el Congreso, donde añadió que también es mejorable.

"En una democracia plena resulta inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia, no hay excepción a esta regla por la causa, el lugar o la situación que pueda justificar el uso de la violencia, porque la violencia no es una libertad, es un ataque a la libertad de los demás, a la democracia y el Gobierno hará frente a cualquier tipo de violencia y garantizará la seguridad de la ciudadanía", ha dicho Sánchez  en una comparecencia junto al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara.

"La democracia ampara la libertad de manifestación, de expresión, incluso la de expresión de los pensamientos más infames, más absurdos. Pero nunca jamás ampara la violencia, que es lo contrario de la democracia, la negación de la democracia", ha añadido.

El Gobierno anuncia que despenalizará el delito de enaltecimiento del terrorismo

Sánchez ha compaginado su mensaje de condena a los altercados con el recuerdo de que el Gobierno se dispone a reformar el Código Penal para que los delitos denominados de expresión no tengan un castigo de cárcel. Moncloa la anunció la semana pasada en relación también con Hasel, horas después de que numerosos artistas difundieran un comunicado repudiando su condena a prisión por proferir insultos a la Corona en una manifestación a favor de Carles Puigdemont. Su pugna con el otro socio de la coalición, la parte socialista del Gobiernos  adelantó a una iniciativa parlamentaria que en el mismo sentido Unidas Podemos tenía previsto presentar -y presentó- al día siguiente.

Este viernes en Mérida, Sánchez ha mantenido el "compromiso" de "proteger" la libertad de expresión. "La democracia española tiene una tarea pendiente, ampliar y mejorar la protección de la libertad de expresión", ha dicho Sánchez, que ha añadido que "existe un amplio consenso en la sociedad para regularla" y así lo hará el Gobierno.

 "El Gobierno se compromete a mejorar la protección de la libertad de expresión  y a actuar con contundencia contra cualquier forma de violencia", ha remachado.