Entrevista | Margarita del Val: "La elección que hemos hecho como sociedad ha sido vivir en el límite"

La viróloga Margarita de Val.
La viróloga Margarita de Val.
CSIC COMUNICACIÓN / César Hernández
La viróloga Margarita de Val.

Hace poco más de un año que se detectó en España el primer caso de COVID-19 en un turista alemán en La Gomera. Tras este positivo inicial, se disparó el número de casos y de fallecidos a causa de la enfermedad. Desde entonces, las dudas sobre el coronavirus, sus características y la forma de combatirlo han sido una constante en la vida de la población mundial, pues, a medida que la ciencia resolvía interrogantes, aparecían otros nuevos igual de acuciantes. Entre las voces que se han alzado durante estos meses para tratar de disipar las incertidumbres y las congojas de los ciudadanos destaca una: la de la viróloga del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa Margarita del Val

Doctora en Bioquímica y coordinadora de la Plataforma Interdisciplinar de Salud Global puesta en marcha en el CSIC al estallar la pandemia, Del Val ha hablado con 20minutos sobre la evolución de la crisis sanitaria y ha alertado de la llegada de una nueva ola en marzo, así como del incumplimiento de algunas medidas para reducir la propagación del coronavirus.

Uno de las grandes preocupaciones actualmente es la aparición de nuevas variantes, que han multiplicado los contagios en algunos países. ¿Son más contagiosas? ¿Son efectivas las vacunas contra ellas?

Hay una variante, la primera británica, que va imponiéndose poco a poco en varios países, incluido España. El modelo matemático sí parece indicar que se transmite mejor, pero es difícil demostrarlo. En cuanto a las vacunas, aparentemente las que tienen una eficacia más alta protegen también contra las variantes, incluida la más problemática, que es la de Sudáfrica. Sin embargo, hay alguna otra que no está funcionando igual de bien.

¿Estas nuevas variantes suponen que tardaremos más en deshacernos del virus?

No tendría por qué, pues la manera de protegernos de ellas es exactamente la misma que para protegernos de las otras. Si respetamos las normas que ya conocemos muy bien, no hay motivos para tardar más. El problema es que, en concreto, las cuarentenas y los aislamientos hay que aplicarlos muy en serio y eso no se está haciendo en España

El aislamiento cuando uno se infecta, en general, sí se cumple mejor; pero las cuarentenas no se están respetando. Se da el alta médica demasiado pronto y las empresas no están permitiendo que la gente guarde los diez días cuando es contacto de un positivo. No está registrado como baja laboral y eso es un problema. Por lo tanto, al principio de la infección, cuando uno puede ser contagioso y no saberlo, estamos haciendo circulación relativamente libre

"Las cuarentenas no se están respetando. Se da el alta médica demasiado pronto"

¿Qué habría que hacer en este sentido?

Mantener la cuarentena de diez días mantenerla siempre, se tenga o no se tenga un diagnóstico y sea o noa negativo. Habría que regularlo. Un caso problemático claro es cuando los niños se contagian en el colegio o son contacto de un positivo, los padres no tienen derecho a baja laboral para cuidarlos. Esto no debería ser así.

Si los positivos cumplen perfectamente bien el aislamiento y sus contactos respetan la cuarentena, con muy poca gente haciendo un confinamiento selectivo, estaríamos más protegidos de los contagios.

La viróloga del CSIC Margarita del Val.
La viróloga Margarita del Val.
CSIC COMUNICACIÓN / César Hernández

Con una incidencia acumulada que está todavía muy lejos de los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud, ¿cuándo cree que podremos volver a la normalidad?

Tenemos ahora mismo muchísimas personas infectadas, porque nunca queremos bajar más. En cuanto se aplana la curva, ya empezamos a desescalar. La elección que hemos hecho como sociedad ha sido vivir en el límite, a pesar de que haya muchos muertos. No hemos actuado como Nueva Zelanda o Australia, que han optado por vivir cómodamente, con una pequeña intervención quirúrgica muy fuerte al principio con unas cuarentenas brutales y luego vida normal. Ellos, a diferencia de nosotros, han apostado por la salud, por la economía.

¿Es preferible ese modelo de Nueva Zelanda y Australia?

Dependerá de cada uno. Para mí, personalmente, es más deseable, porque yo prefiero vivir como lo hacen allí. De hecho, estamos a tiempo de cambiar, podemos optar por esa otra estrategia en cualquier momento, pero ni las comunidades autónomas ni los ciudadanos quieren. Con ese modelo sufriría menos la economía, habría muchos menos muertos, tendríamos una vida más normal, pero no deseamos hacer ese sacrificio ni un día más.

"Volverá a producirse una fuerte ola en marzo, con muchas personas mayores muriendo"

Poco a poco estamos doblegando la curva de esta ola, ¿va a haber una nueva?

El virus mantiene el mismo mecanismo desde el principio. El Instituto de Salud Carlos III determinó en noviembre que había un 10% de personas que habían pasado la COVID, en junio era un 5%, y ahora debemos de andar por un 15%. Queda un 85%. Mientras haya tantas personas vulnerables y levantemos las medidas, que ya las estamos levantando, seguirá habiendo olas. Luego sí, habrá otra después de que acabe esta.

¿Y cuándo llegará esta nueva ola?

Quizás a finales de marzo, porque es posible que unas seis semanas después del pico de contagios de la ola actual, que se produjo en torno al 20 de enero, alcancemos el valle y comience a subir de nuevo el número de casos. Si hemos hecho planes para Semana Santa, no los cambiaremos, nos reuniremos con gente, seguirá haciendo frío y habiendo actividad en interiores, con lo que se producirá una ola tan fuerte como esta, con muchas personas mayores muriendo.

¿Y qué sucederá en verano?

En verano vamos a tener mejor tiempo, con lo que la probabilidad de contagiarse es diez veces menor. Además, tendremos la campaña de vacunación bastante más avanzada y más información sobre cómo funcionan las vacunas, con lo que veremos las cosas de otra manera. Con eso, en algún momento podremos hacer planes o no de vacaciones. Algo que descarto para Semana Santa, es muy prematuro, desde luego.

¿Y la mascarilla? ¿Cuándo será posible dejar de llevarla?

Cuando sepamos cómo de protegida está la población vulnerable, podremos empezar a ver qué medidas se toman. Pero, para eso, nos quedan bastantes meses de campaña de vacunación todavía. Entonces, podremos empezar a ver, no significa que podamos dejar de utilizarla.

No obstante, ahora es fundamental preocuparse no solo por la mascarilla -que hay que llevarla bien ajustada-, sino por la ventilación. En invierno, la mayor fuente de contagio es el virus que se acumula en los aerosoles en 10-15 minutos en un sitio mal ventilado donde hay una persona respirando. Eso lo estamos haciendo mal, salvo en algunos ámbitos como la docencia y ciertas empresas. En hostelería, por ejemplo, no está extendido el uso de los marcadores de CO2, con lo que no sabemos si se está ventilando bien.

"Ahora es fundamental preocuparse no solo por la mascarilla, sino por la ventilación. Eso lo estamos haciendo mal"

Para superar esta situación, son fundamentales las vacunas, ¿es adecuada la estrategia que se está siguiendo en España y Europa de administrarlas primero a mayores y personal sanitario?

Hasta ahora, sabemos que la vacuna protege de la enfermedad, pero ignoramos si evita el contagio. Las personas vacunadas, si se infectan, se convertirían en asintomáticos, pero potencialmente contagiosos. Hasta que no sepamos que tenemos una vacuna que protege del contagio, no tiene sentido empezar, por ejemplo, por los jóvenes. Y ahí a lo mejor tampoco. Me parece muy adecuada la estrategia que estamos siguiendo en la mayor parte de los países y, en concreto, en España.

Y el ritmo de vacunación, que se ha criticado en repetidas ocasiones, en especial al principio de la campaña, ¿es bueno?

El ritmo de vacunación es lo mejor posible con las dosis disponibles, que son pocas. La fabricación, la producción de la vacuna es un cuello de botella. Sería deseable que nos pudieran llegar más. Por suerte no estamos compitiendo con otros países de Europa, sino que es una acción concertada con toda la Unión Europea y se está negociando con mucha fuerza, pero hay que fabricar las dosis y eso lleva tiempo.

La viróloga Margarita del Val.
La viróloga Margarita del Val.
CSIC COMUNICACIÓN / César Hernández

¿Cuándo se empezará a notar el efecto de la vacunación?

Ya se está notando en las residencias de ancianos, por ejemplo. Allí se detectan menos brotes, porque no necesitan diagnosticar a la gente, puesto que no hay enfermedad. Como país, lo notaremos cuando el 100% de las personas vulnerables, es decir, quienes corren riesgo de morirse por la infección vacunadas, esté vacunado.

¿En qué situación se encuentran las vacunas españolas?

Pues va más despacio, porque la investigación no se improvisa. Ni las fábricas de producción de vacunas ni los edificios bien dotados para hacerlas se improvisan. Espero que aprendamos para el futuro que hay que invertir en las dos cosas. Siguen su paso, sin muchas incidencias o sin ninguna en absoluto. Ya se está hablando en varias de ellas de ensayos clínicos, pero creo que no hay ninguna que lo tenga todavía autorizado. 

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