Pérdida de gusto, artrosis, enfermedades renales... ¿Cómo y cuándo manifiestan los gatos los primeros signos de vejez?

  • No se convierten en ancianos hasta los 12 años y su esperanza de vida oscila entre los 16 y los 21 años.
  • Es normal que superada esta edad aparezcan enfermedades crónicas que debidamente tratadas se pueden controlar.
A partir de los 11 años suelen percibirse los primeros signos externos de envejecimiento en los gatos.
A partir de los 11 años suelen percibirse los primeros signos externos de envejecimiento en los gatos.
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A partir de los 11 años suelen percibirse los primeros signos externos de envejecimiento en los gatos.

Las personas que conviven con un animal, como pasa también con las que tienen hijos, suelen tener la percepción de que sus perros y sus gatos siguen siendo cachorros por muchos años que pasen. Sin embargo, el proceso de envejecimiento de nuestras mascotas el algo que conviene tener en mente si queremos que transiten por esta etapa con la mayor calidad de vida posible.

¿Cuándo empieza a hacerse mayor un gato? Como en el caso de los humanos, el factor individual es muy importante y cada gato manifestará esos signos en distintos momentos, sin embargo, los veterinarios clasifican las edades del gato de la siguiente manera: entre los siete y los 10 años se considera que el gato es maduro y empezará a manifestar los primeros signos de envejecimiento a nivel celular; entre los 11 y los 14 se considera sénior y suelen percibirse los primeros signos externos; y a partir de los 15 años alcanzaría lo que se denomina edad avanzada. La Asociación de Médicos Felinos, considera por tanto que “no se convierten en ancianos hasta los 12 años de edad” mientras que su esperanza de vida oscila en la actualidad entre los 16 y los 21 años. Haciendo el cálculo en años humanos, un gato con 20 años sería el equivalente a una persona de 96 años.

Es fundamental no asociar envejecimiento con enfermedad. Un artículo publicado por el Centro de Salud Felino de la Universidad de Cornell señala que hay que tomarlo como un proceso natural y que “aunque hay muchos cambios físicos que acompañan el paso de los años, el envejecimiento en sí no es una enfermedad. Aunque muchas condiciones que afectan a los gatos ancianos no se pueden corregir, se pueden controlar”. Sin embargo, añaden que hay que estar atentos a estos cambios porque "en comparación con el cuerpo de un gato joven, el anciano tiene un sistema inmunológico menos preparado para combatir los agentes extraños, por lo que es normal que aparezcan enfermedades crónicas”.

¿Cómo se manifiestan los primeros síntomas? Los procesos más comunes a todos los gatos suelen ser los siguientes:

Pérdida de visión y oído

Algo que puede ocasionar la desorientación del felino y un mayor déficit de atención. En general, esta pérdida de sus capacidades auditivas y visuales es progresiva por lo que el gato suele adaptarse bien y sigue moviéndose con soltura en el entorno que ya conoce. Sin embargo, es importante estar más pendiente de él si por un cambio de domicilio o unas vacaciones, tuviera que adaptarse a un nuevo ambiente. En cualquier caso si se nota alguna alteración importante relacionada con la pérdida de visión y oído será necesario acudir al veterinario para descartar la presencia de algún otro problema de salud.

Pérdida de gusto y olfato

Con los años los sentidos del gusto y el olfato en el minino pierden su agudeza. Algo que puede influir en gran manera en su apetito y provocar una pérdida de peso. Son también muy comunes en esta época los cambios en los hábitos alimenticios. El sistema digestivo se ralentiza y esto puede ocasionar problemas de estreñimiento y bajo peso. Otros gatos, sin embargo, al disminuir su actividad física con la edad podrían tener tendencia a engordar. Esto nos va a obligar a acudir al veterinario para reorganizar su dieta, realizar el cambio a un pienso para gato mayor o senior y estar muy atentos a determinados síntomas. Un gato que come mucho, bebe mucha agua y, sin embargo, pierde kilos, puede estar alertándonos de una posible diabetes.

Enfermedades periodontales

Al punto anterior habría que sumar enfermedades bucales como infecciones de encías o dientes rotos por la acumulación de placa y sarro ocasionadas por falta de higiene bucal, que pueden ser muy dolorosas para el felino. Si el gato está molesto, también perderá el apetito por lo que hay que estar muy atentos ante cualquier síntoma y acudir al veterinario cuanto antes. Si dejase de comer durante varios días se puede producir una insuficiencia renal con riesgo mortal para el animal.

Artrosis degenerativa

Durante años se ha pensado que los gatos mayores no sufrían de esta dolencia tan habitual en los seres humanos. Esto se debe, en gran parte, a la capacidad de los felinos para enmascarar el dolor. Sin embargo, existen estudios que confirman que en las radiografías de hasta un 90% de los gatos mayores de 12 años se manifiestan signos de degeneración. Cuando los animales pierden flexibilidad articular, este puede ocasionarles mucho dolor y problemas de movilidad. La pérdida de flexibilidad también merma su capacidad de asearse correctamente, lo que a su vez afectará al pelaje y a la piel. Podemos ayudarle aumentando la frecuencia de los cepillados, preocupándonos también por cortarle las uñas y facilitarles la eliminación de las bolas de pelo.

Enfermedades renales

Son muy comunes también en esta época la aparición de este tipo de enfermedades ocasionadas por el deterioro de los riñones y su incapacidad para funcionar correctamente. En la actualidad, una buena dieta y un tratamiento veterinario pueden hacer que el gato lleve una vida completamente normal durante años a pesar de esta dolencia crónica.

Hipertiroidismo

También es habitual en gatos mayores. Algunos síntomas que pueden hacernos sospechar son la pérdida de apetito y de peso, irritabilidad, en otros casos apatía, vómitos, diarreas y dejar de usar el arenero. Si percibimos alguno de ellos conviene llevarle al veterinario para que descarte este problema con un chequeo.

Pérdida de memoria y síndrome de disfunción cognitiva

Se estima que uno de la cada tres gatos mayores de 11 años pueden sufrir un síndrome degenerativo del sistema nervioso central muy similar al Alzhéimer de las personas conocido como síndrome de disfunción cognitiva. ¿Cómo se manifiesta? Los principales síntomas son la agresividad, disminución del interés en el propietario, maullidos frecuentes, deambular de forma de forma intranquila por la vivienda, cambios en los patrones de sueño y dejar de utilizar su arenero.

En conclusión, aumentar la frecuencia de las visitas al veterinario y las consultas ante cualquier signo de alerta, adaptar la alimentación a esta nueva etapa y el entorno del gato a sus nuevas necesidades - que tenga sus cosas en lugares de fácil acceso, arenero con bordes bajos....- así como ayudarles en su acicalamiento diario pueden ser fundamentales para mejorar su calidad de vida en sus años dorados.

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