Acción, reacción y, después, acuerdo consensuado. Este es el camino que se espera que siga la decisión que el viernes pasado tomó de forma unilaterial el Gobierno de Castilla y León para adelantar el toque de queda nocturno a las 20h de la tarde, fuera del margen de entre las 23h y las 6h que fija el decreto del estado de alarma. Dos días después, el domingo, el Gobierno recurrió esa decisión al Tribunal Supremo, al mismo tiempo que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, abría una ronda de consultas con las comunidades sobre la posibilidad de modificar la ley para que todas puedan seguir los pasos de Castilla y León.

Así lo afirmó este lunes el ministro en una entrevista en La Sexta, en la que se mostró dispuesto a "mejorar las herramientas" para luchar contra la tercera ola de la pandemia después de que el presidente castellanomanchego, Alfonso Fernández Mañueco, tomara la vía del medio. También el viernes, el gallego Alberto Núñez Feijóo incluso consideró "razonable" adelantarlo a las 18 horas, como en Francia.

Las reclamaciones de las comunidades se hicieron generalizadas, también por parte de gobiernos autonómicos del PSOE. El objetivo es que se puedan seguir los pasos de Castilla y León dentro de la ley. Es decir, que en lugar de un toque de queda que empieza a las 23 y termina a las 6h –con una horquilla de una hora para adelantar o retrasar su duración– puedan ordenar a los ciudadanos a permanecer en sus casas desde las 20.00 h de la tarde.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, reclamó esta modificación para poder adelantar también el toque de queda en su territorio. "Me gustaría que fuese un acuerdo de carácter general y para toda España. El de las ocho de la tarde sería aceptable para nosotros en un momento determinado", dijo Page, que este lunes cerró perimetralmente todos los municipios de su comunidad y toda la hostelería y las grandes superficies.

Sobre el toque de queda, a falta de un acuerdo en la Interterritorial, de momento se aplicará durante todo el tiempo que permite el actual estado de alarma, de 10 de la noche a siete de la mañana. Se mantiene, dijo Page, dentro de "lo que nos marca la ley", aunque fue uno de lo presidentes que reclamó adelantarlo. También se sumaron Canarias o Baleares, donde su presidenta, Francina Armengol, aseguró que "si tuviésemos la opción de avanzar el toque de queda lo tiraríamos adelante".

De esta forma, hasta seis comunidades pidieron poder adelantar el toque de queda, aunque con matices entre entre unas y otras, en línea con su signo político.

Por lo que respecta a las del PP, Mañueco abrió la veda con una decisión individual y Feijóo pidió poder aplicar un toque de queda más temprano a algunos municipios. El presidente de Murcia, Fernando López Miras, pidió por carta a Pedro Sánchez que "cada comunidad pueda adelantar el toque de queda en función de su situación sanitaria". Sin pedirlo específicamente para la Comunidad de Madrid, su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, apoyó la decisión unilateral de Castilla y León. "Si el Gobierno va a seguir sin actuar, lo que le rogamos es que al menos no entre a molestar" dijo.

Desde las comunidades socialistas se incidió en la necesidad de que haya un acuerdo "consensuado" y "coordinado" para todas, que no convierta esta nueva decisión sobre la pandemia en otra "batalla política".

Así lo pidieron en Navarra y también en Castilla-La Mancha, donde creen no solo que debería adelantarse el toque de queda a las 20h, sino que en el Consejo Interterritorial del miércoles debería existir un acuerdo "tácito" por parte de todas las comunidades para que se aplique en todas de la misma manera. Así, sostienen en Toledo, se trasladaría a la ciudadanía un "único mensaje", "para que la gente tenga información clara y no sea confuso".