La redistribución inicial del espacio público en el eje que conforman las avenidas Giorgeta y Pérez Galdós avanza en los despachos, pero a un ritmo que los residentes en este eje viario consideran demasiado lento y que todavía no ha cristalizado sobre el terreno. El área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de València está ultimando el proyecto que, con una inversión y obras menores, permitirá ensanchar el espacio peatonal y habilitar un carril bus-bici, lo que reducirá de tres a dos los carriles por sentido destinados al tráfico privado.

De esta forma, lo que en estos momentos es una autopista urbana que genera molestias al vecindario en forma de ruidos y contaminación empezará a transformarse en lo que en un futuro, tras su remodelación definitiva, sea más bien un bulevar.

Desde el área que dirige la vicealcaldesa Sandra Gómez explican que "en breve" tendrán listo el proyecto de urbanismo táctico y que en ese momento se podrá aprobar y sacar a licitación la ejecución de las obras. La pacificación inicial de la avenida, cuyo presupuesto cifró la propia Gómez el pasado mes de septiembre en torno al medio millón de euros, empleará elementos como separadores y pintura para reducir el tráfico. En paralelo, tal y como se está haciendo en otros enclaves de la ciudad, se convocará un concurso de ideas para acometer el proyecto de reurbanización definitivo, cuyo coste se estima en unos siete millones de euros.

La nueva planta viaria elaborada por el área de Movilidad Sostenible prevé para este eje urbano la habilitación de aceras más anchas, un vial ciclista compartido con el carril EMT-taxi (similar al de la Gran Vía Fernando el Católico) y nuevos pasos de peatones que permitan permeabilizar un recorrido que en la actualidad solo está concebido para el tráfico motorizado. El objetivo es separar el tráfico de las viviendas, algo que se conseguirá con la ampliación de las aceras, actualmente muy estrechas, hasta los cuatro metros sumando ambas franjas.

Desde el colectivo Fuera Túnel, que representa a residentes de la zona, afirman que la actuación "es urgente" y se muestran contrariados por la lentitud en los plazos. "La gente está harta, enfadada, desilusionada y ya no se cree nada", afirma una portavoz. "Nos dicen que en breve, pero estamos en mitad de enero de 2021 y el anuncio se hizo en mayo. Estamos pidiendo una ampliación de aceras, simplemente, con la eliminación de un carril por sentido, pero se está haciendo eterno", añade.

Desde esta iniciativa ciudadana aseguran que se han reunido en varias ocasiones con los responsables municipales, pero no logran que se concreten los plazos. Además, insisten en la imposibilidad de guardar distancia en unas aceras muy estrechas en la actual situación de pandemia. "Estamos en una tercera ola de contagios y seguimos igual, con aceras en las que te rozas con el vecino y, si no, tienes que bajar a la calzada, con los graves perjuicios que eso ocasiona, que se te puede llevar por delante un taxi, un autobús o un coche a la velocidad que llevan en la avenida", apuntan.

Otra de las reivindicaciones de esta entidad se refiere al diseño del carril bici. "Debe ser segregado y tener las dimensiones adecuadas, para seguridad de los ciclistas, porque estamos hablando de una avenida por la que pasan entre 60.000 y 65.000 vehículos diarios", explican. "Nos tememos que esa reforma parcial con los bloques de separación New Jersey haga que se conviertan luego en aceras y que ese carril bici temporal sea definitivo. Si va a ser el mismo que el de la Gran Vía, no estamos de acuerdo", sostienen.

Desde Fuera Túnel afirman que en el Ayuntamiento de València les informaron que el proceso de ejecución de la reforma inicial se trabajaría de forma rápida y, al mismo tiempo, se avanzaría en el concurso de ideas para la obra definitiva.

El túnel se eliminará con el proyecto final

La eliminación del túnel es una de las reivindicaciones históricas del vecindario de la zona, tanto por los ruidos y la contaminación como por el efecto barrera que supone para la movilidad peatonal. En la reforma inicial no se alterará su uso, pero sí está prevista su eliminación en la obra final. "Nos dijeron que se procedería a eliminarlo y a darle una solución. Eso ya entraría en el concurso de ideas para la reforma definitiva", apuntan desde Fuera Túnel.