Asturias ha acordado pedir al Gobierno que autorice el confinamiento domiciliario durante 15 días, así como suspender "toda la actividad económica no esencial" a partir del miércoles y establecer el toque de queda a las diez de la noche, dos horas antes del actual. Es la primera comunidad autónoma en pedir esta medida, dos días después de que la ciudad autónoma de Melilla pidiera también confinar a sus habitantes. 

El actual decreto de estado de alarma no permite el confinamiento domiciliario

La decisión ha sido anunciada hoy por el presidente del Principado, Adrián Barbón, tras reunir con carácter de urgencia al comité de crisis de la Covid-19 y después de que ayer la comunidad autónoma pasase al nivel cuatro de alerta (riesgo extremo) por el fuerte aumento de la presión asistencial de los últimos días y el de los contagios, que han superado los 3.000 en los últimos ocho días de octubre.

Según el Gobierno asturiano, estas medidas están orientadas a "intensificar la disminución de la movilidad y de la interacción personal" en un momento "crítico" en el que se ha disparado la presión asistencial y el índice de positividad se mantiene entre el 6 y cerca del 10 por ciento, por encima del 5 por ciento que la OMS fija como umbral para considerar controlada la pandemia.

Cierre de actividades no esenciales 

En principio, se cerrarán durante medio mes las grandes superficies y centros comerciales, las tiendas minoristas que no se consideren esenciales, los espectáculos públicos y actividades recreativas, la Universidad, salvo para prácticas o enseñanzas que no puedan hacerse por teleformación, los congresos, los seminarios y reuniones de profesionales o de propietarios.

Sí que permanecerán abiertas las tiendas de alimentación, las farmacias y parafarmacias, los establecimientos sanitarios y veterinarios, las ópticas, los estancos, la prensa, las gasolineras, los talleres mecánicos, la ITV, las tintorerías y peluquerías, el comercio por internet o la distribución de comida a domicilio.

Barbón ha reconocido que son las "medidas más drásticas y contundentes" que se pueden adoptar desde el ámbito autonómico y que, aunque son "durísimas para muchos, son más necesarias que nunca" porque se corre el riesgo de que el sistema sanitario colapse, aunque de momento tiene asegurada la calidad en las prestaciones.

La resolución con todas estas medidas se publicará mañana, martes, y entrará en vigor a partir de la media noche con el fin de dar tiempo a adaptarse a los sectores afectados por un cierre que, según Barbón, irá acompañado de un plan de ayudas que palíen, al menos en parte, las limitaciones a su actividad.

Crece la presión hospitalaria 

Los pacientes hospitalizados ya superan los 625 y de ellos, casi un centenar ocupan camas de cuidados intensivos, servicio en el que más del 30 por ciento de las plazas ya es para pacientes con covid.

A falta de conocerse los datos del domingo, el sábado se contabilizaron diez fallecidos y 73 ingresos hospitalarios, 13 de ellos en la UCI, de pacientes con coronavirus o sospechosos de tenerlo, así como 282 nuevos casos confirmados mediante pruebas PCR.

Desde la semana pasada, en Asturias hay establecido un cierre perimetral de toda la comunidad autónoma y de sus tres principales municipios, Oviedo, Gijón y Avilés, hay toque de queda entre las doce de la noche y las seis de la mañana, hay prohibición de mantener reuniones con más de seis personas y está decretado a las once de la noche el cierre de la hostelería, que no tiene permitido servir en barra. 

El Gobierno descarta de momento el confinamiento domiciliario

Esta petición del gobierno regional se producía poco después de que varios miembros del Gobierno descartaran estar planteándose un confinamiento domiciliario en el país y abogan por esperar a que las nuevas restricciones de cada comunidad autónoma empiecen a dar resultados.

Escrivá dice que no le consta que el Gobierno se esté planteando un confinamiento domiciliario inminente

Preguntado al respecto en una entrevista en 'Antena 3', el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, afirmaba que no le consta que se esté barajando esa posibilidad, señalando que lo importante ahora es analizar la efectividad de las nuevas medidas adoptadas para doblegar la segunda ola de coronavirus. 

Una postura muy similar a la del ministro de Sanidad, Salvador Illa, que descartaba también decretar confinamientos domiciliarios en los próximos días, confiando en las medidas del nuevo estado de alarma como herramientas útiles para contener la pandemia. De esta forma, el ministro ha pedido "no entrar en una especie de competición para ver quien toma la medida más dura". 

"Ahora no lo prevemos. Ni estamos trabajando en ello ni lo prevemos. Pensamos que con el abanico de medidas que están a disposición de las autoridades de las Comunidades Autónomas para poder actuar es suficiente", ha asegurado el ministro en un conferencia telemática.

Asturias, que ha anunciado que hará formal la petición de decretar este tipo de confinamiento en su territorio, deberá esperar a que el Gobierno se declare al respecto y apruebe o descarte confinar a sus habitantes.

Melilla también pide confinar a sus habitantes

Melilla pide al Gobierno central que valore declarar el confinamiento domiciliario en la ciudad autónoma

Por su parte, el presidente de Melilla, Eduardo de Castro, también ha instado al Ministerio de Sanidad a que habilite "a la mayor brevedad posible los mecanismos legales necesarios" para activar el confinamiento domiciliario en la Ciudad, a la luz de los últimos datos de la pandemia, que la mantienen a la cabeza del país en incidencia del virus.

El presidente del Gobierno local ha recordado en una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, que en términos relativos Melilla es "la región donde más contagios se han registrado de toda España y la que mayor presión hospitalaria padece tanto en planta como en UCI", según una nota de prensa de la ciudad autónoma.