Las restricciones adoptadas en bares y restaurantes para limitar el aforo y los horarios por zonas han causado desconcierto en el sector hostelero y en la propia ciudadanía, que no comprende que se tomen en unos municipios y en otros cercanos no.

Desde ambos bandos critican la falta de entendimiento entre las comunidades y los municipios, que podrían provocar un peligroso movimiento entre localidades para disfrutar de los servicios de restauración, algo que podría generar un aumento de los contagios de Covid-19.

El sector hostelero no entiende que se impongan estas restricciones y argumenta que en sus establecimientos el porcentaje de infecciones es muy bajo, y consideran que suponen daños económicos sobre sus negocios, que ya se han visto confinados tras el confinamiento decretado durante el estado de alarma.

"Tendría que ser la provincia entera, porque si no no tiene sentido", asegura uno de los afectados. "Un poco de incoherencia en las decisiones porque las personas que viven en Sevilla capital pueden ir a los pueblos a cenar", explica otro de ellos.

Estas medidas también generan confusión entre la ciudadanía, que teme que sea una persona asintomática quien propague el virus al cambiar de municipio. "Que la gente no se mueva, que se quede en su zona", pide una cliente de un local catalán.