Josu Ternera sale de la cárcel por motivos de salud y cumplirá condena bajo arresto domiciliario 

Josu Ternera, poco antes de su detención.
Josu Ternera, poco antes de su detención.
CEDIDA / EUROPA PRESS
Josu Ternera, poco antes de su detención.

El Tribunal de Apelación de París autorizó este miércoles la salida de la cárcel por motivos de salud del histórico dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, "Josu Ternera", que quedará en arresto domiciliario y controlado con un brazalete electrónico.

El vasco deberá presentarse mañana por la mañana ante los servicios penitenciarios, y después podrá abandonar la prisión de la Santé de París, donde permanece detenido desde que fue capturado en mayo del año pasado en los Alpes franceses.

La presidenta de la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París explicó que este régimen de arresto domiciliario se autoriza por un periodo de seis meses y que el etarra tendrá que presentarse a todas las convocatorias de la justicia, entregando sus documentos de identidad y no podrá salir del territorio francés.

Se alojará en la vivienda de una profesora universitaria de la Escuela Nacional Superior en el distrito III, en pleno centro de la capital francesa, y podrá salir dos horas por la mañana y cinco por la tarde de lunes a viernes y otras seis los sábados y los domingos.

La presidenta señaló que en caso de incumplimiento de las obligaciones de este régimen de semilibertad, volvería a la cárcel. Su hijo Egoitz afirmó a la prensa, tras conocerse el dictamen de la sala de instrucción, que su padre no hará declaraciones sino en sus comparecencias ante la justicia y que su voluntad es calmar los ánimos sobre su situación.

Además señalaron es que Urrutikoetxea, que tiene 70 años, va a continuar los estudios universitarios que ha estado cursando desde la cárcel, y que se matriculará el próximo curso en tercero de Historia en la Sorbona.

El pasado 1 de julio, la sala de instrucción encargó el informe de viabilidad de un arresto domiciliario como alternativa a su permanencia en prisión ante los riesgos para su salud, teniendo en cuenta los casos de coronavirus que se han dado en la Santé, donde está ingresado desde su captura en mayo del pasado año en los Alpes franceses.

Urrutikoetxea llegó a la audiencia con un suéter gris y una mascarilla azul y saludó con gestos con la cabeza a sus tres hijos, que estaban en la sala, al igual que la madre de la más pequeña, Agnes Cerlo.

Cuando la presidenta le dio la palabra, no quiso añadir nada a los argumentos de sus abogados, que consideraron que no sólo debería salir en arresto domiciliario, sino que no hay razón para mantenerlo detenido, sobre todo por lo que se está prolongando los procedimientos contra él.

Pasquet-Marinacce se quejó de que ya hace más de un año que España presentó sus cuatro demandas para juzgarlo, "un tiempo considerable". Y descalificó el contenido de esas demandas, que a su parecer encubren las verdaderas razones: "Los españoles quieren un trofeo político" y eso explica el "amateurismo" de las demandas españolas.

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