Las elecciones autonómicas celebradas este domingo en Galicia y País Vasco han supuesto una mejoría de los partidos nacionalistas respecto a los pasados comicios regionales de 2016. 

El gran protagonista ha sido el Bloque Nacionalista Galego (BNG). La formación que lidera Ana Pontón ha logrado 13 diputados más que en las anteriores elecciones para situarse en los 19 escaños, reeditando así el sorpasso al PSdeG de 1997, 

Los nacionalistas gallegos se han beneficiado de la ruptura de la coalición progresista de En Marea, que sacó 14 diputados en 2016 y que aglutinaba, entre otros, a Podemos, Esquerda Unida y Anova, que se han quedado fuera del cámara autonómina con Galicia En Común,

En el País Vasco, el PNV, con 31 escaños, tres más que hace cuatro años, y EH Bildu, con 21, también tres más que en la anterior convoctoria electoral, son los partidos que mejor evolución han tenido en las elecciones vascas. 

El partido de Iñigo Urkullu ha vuelto a ganar las elecciones y ha consolidado su tendencia ascendente beneficiado por el experimento fallido de la coalición PP-Cs mientras que EH Bildu se mantiene como segunda fuerza bajo la batuta de Maddalen Iriarte.  El candidato del PNV ha acariciado así la marca histórica lograda por su formación en 1984, cuando Carlos Garaikoetxea logró el 42% de los votos y 32 escaños. 

Puigdemont celebra el auge nacionalista

Los buenos resultados de los partidos nacionalista no ha tardado en celebrarlos desde Bruselas el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, quien ha afirmado que los resultados de las elecciones vascas y gallegas "acreditan la fortaleza de abertzales, soberanistas y nacionalistas, y la decadencia del bloque de Gobierno español".  

"Una parte se hunde en Euskadi y desaparece en Galicia, y la otra no levanta el vuelo", ha dicho en Twitter.  Y ha felicitado a los partidos: "Parabéns ao BNG, zorionak PNV eta EH Bildu".