La llegada del coronavirus a nuestras vidas ha traído consigo una nueva forma de relacionarnos con los demás para reducir y prevenir los contagios cumpliendo con las medidas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias de los diferentes países.

La nueva normalidad a la que nos enfrentamos junto con la necesidad de mantener una distancia interpersonal mínima de dos metros con otras personas ha provocado que el saludar a nuestros amigos y familiares tenga que cambiar.

Ya no están permitidos los besos y abrazos ni el contacto físico, a no ser que se conviva en el mismo hogar, por lo que cada vez es más indispensable buscar un nuevo saludo que exprese el mismo cariño.

Por esta razón ha aflorado el ingenio de los ciudadanos, que ahora simplemente saludan con la mano, chocan los codos o los pies o incluso hacen reverencias. También los saludos más extendidos en otras culturas empiezan a cobrar importancia, por ejemplo, el saludo apache o el acercamiento de puños iraní, con el que las extremidades no llegan a tocarse.