Médicos especialistas, contra el reparto de mascarillas gratis en Madrid: "Las FFP2 no están recomendadas para todos"

Imagen de archivo de personal sanitario.
Imagen de archivo de personal sanitario.
EFE
Imagen de archivo de personal sanitario.

Los jefes de Medicina Preventiva de los hospitales de Madrid han enviado un escrito al gobierno para aclarar que las mascarillas FFP2 no son recomendables para toda la ciudadanía, pudiendo llegar a ser, incluso, contraproducentes, según ha informado El País.

Isabel Díaz Ayuso comunicó que a partir de este lunes los madrileños podrán disponer de mascarillas gratuitas, gracias a un reparto de siete millones de ellas que van a realizar. La propuesta, en un principio, tenía como objetivo la "prevención individual". Sin embargo, los encargados de medicina preventiva de la comunidad han manifestado estar en contra.

Por ello, han redactado una carta y la han enviado este sábado a la Consejería de Sanidad, donde instan a "que reconsidere esta medida que no se sustenta en la evidencia científica, que puede confundir a la población y no ayudar al control de la transmisión, y que podría volver a poner en riesgo la seguridad y la salud de los profesionales sanitarios".

Este escrito ha sido firmado por los jefes de servicio o responsables de los Servicios de Medicina Preventiva de los hospitales de Madrid, la Sociedad Madrileña de Medicina Preventiva y la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene.

"La utilización de las mascarillas de protección (FFP2, FFP3) no está actualmente recomendada para la población general ni por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE UU (CDC, en sus siglas en inglés)", alertan estos expertos.

Los motivos por los que desaconsejan la distribución de este tipo de material sanitario son diversos. Primeramente, hay que tener en cuenta que este tipo de mascarilla "requiere para ser efectiva un adiestramiento en su colocación. Si no se utilizan adecuadamente no son eficaces". 

"Su uso continuado dificulta la respiración, es incómodo, y en determinadas personas, no tolerable". Además, consideran que "favorecerá que las personas se toquen más frecuentemente la cara y se quiten la mascarilla al no poder respirar cómodamente favoreciendo el riesgo de contagio". 

Puede provocar "una falsa sensación de seguridad". La válvula de exhalación no consigue un "control de la fuente de infección".

Han aprovechado el escrito para recalcar la falta de material sanitario que han en los hospitales. "La limitación de recursos para la protección de los profesionales sanitarios que se ha experimentado durante la pandemia ha obligado en los centros sanitarios a adoptar medidas de racionalización de su uso, recomendando el uso de mascarillas quirúrgicas para todas aquellas situaciones en las que no se puede mantener la distancia física, y reservando el uso de mascarillas de protección (FFP2/3) a aquellas situaciones en las que se generan aerosoles".

Más de 15.000 sanitarios han sido contagiados o hay firmes sospechas de que contienen el virus, según Comisiones Obreras. El dato aportado por la Comunidad de Madrid es que son 11.600.

En las residencias y centros de personas con discapacidad también han tenido problemas en este sentido, llegando a usar más de 1.000 trabajadores mascarillas defectuosas.

Esta falta de material, hace que consideren la distribución de estas mascarillas como "una medida desproporcionada si no se asegura antes su disponibilidad en las situaciones en las que realmente están indicadas. La protección de los trabajadores sanitarios, en función de los procedimientos de riesgo, es una prioridad por su mayor riesgo de contagio". 

Tampoco consideran eficaz la medida en el tiempo, ya que es "limitada", al repartir solo siete millones de mascarillas para toda la comunidad durante 15 días. "Se necesitaría un gran stock para garantizar que todos los madrileños dispongan de estas mascarillas durante los próximos meses".

"Madrid recibirá 7 millones de mascarillas en 3 aviones a lo largo del fin de semana. Se repartirán por todas las farmacias para que los madrileños puedan recogerlas el lunes con la tarjeta sanitaria o DNI. A estos se suma el 10° avión con más material sanitario", anunciaba la presidenta de la comunidad a través de Twitter. 

Los especialistas en esta materia no están de acuerdo con que estas mascarillas sirvan para prevenir y controlar las infecciones. "Es necesario aplicar medidas ajustadas al mecanismo de transmisión, al riesgo y a la evidencia científica disponible".

Para finalizar han querido recalcar su actividad durante todo el estado de alarma. "Por último, poner a disposición de la autoridad sanitaria, el conocimiento y la experiencia de este grupo de profesionales especialistas en medicina preventiva y salud pública de los hospitales de la Comunidad de Madrid, que desde su inicio venimos trabajando en el control de la epidemia", concluían.

La Asociación Madrileña de Salud Pública apoya esta crítica

La Asociación Madrileña de Salud Pública se ha sumado a esta queja a través de un comunicado. "Ese tipo de mascarillas, las de tipo FFP2, son de filtro de partículas, que están diseñadas para proteger a los profesionales sanitarios que están expuestos a los aerosoles de pacientes infectados (...). Deberían reservarse para profesionales sanitarios que llevan a cabo procedimientos que generan aerosoles o que trabajan en lugares en donde se efectúen esos procedimientos y para los pacientes inmunodeprimidos". 

También se suman a la crítica de falta de material durante todo el estado de alarma, y consideran que "no tiene sentido" hacer este reparto cuando aún no se ha cubierto esa necesidad de los sanitarios. "Lamentablemente, durante esta pandemia los profesionales sanitarios de Madrid han carecido en algunas ocasiones de ese tipo de mascarillas cuando las necesitaban. No tiene sentido que se repartan a la población general, sin que haya necesidad, y menos aún mientras falten en hospitales, centros de salud o en centros sociosanitarios, donde sí son necesarias. Siempre que los profesionales sanitarios dispongan en número suficiente de todas las mascarillas que necesiten, tiene sentido que las autoridades repartan a la población general mascarillas quirúrgicas, pero no FFP2". 

Además, este tipo de material resulta más caro, y siguen teniendo "una duración limitada", por lo que consideran poco razonable este aumento de los costes. "Tampoco parecen razonables los sobrecostes que supone la compra de las mascarillas más caras, cuando hay tantas necesidades sanitarias poco cubiertas en esta crisis, como el refuerzo de la atención primaria y de la salud pública para poder identificar los casos nuevos que vayan a aparecer y rastrear bien sus contactos".

Por último, aconsejan a la población seguir respetando las medidas para prevenir la transmisión del virus que se han impuesto desde el principio, y al gobierno de la comunidad "retirar la distribución a toda la población" de las mascarillas FFP2 y "reservarlas exclusivamente para los profesionales sanitarios, como recomiendan la Organización Mundial de la Salud y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades". 

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