La decisión de pedir el paso a la fase 1 de la desescalada de la Comunidad de Madrid, que ha provocado la dimisión de la directora general de Salud Pública y una reestructuración de la Consejería de Sanidad en plena pandemia, necesitó de dos reuniones del Consejo de Gobierno y de varias horas de deliberación para materializarse. En el seno del Ejecutivo había dos posturas encontradas, más allá de las representadas por la presidenta Isabel Díaz Ayuso (PP), partidaria de esperar para dar por completada la fase cero -tal y como manifestó pocas horas antes de la primera reunión del Consejo-, y del vicepresidente y portavoz, Ignacio Aguado (Cs), que defendía que la región estaba preparada para avanzar.
Fue esta segunda postura la que acabó por imponerse, contra pronóstico y evidenciando una fractura en el Ejecutivo regional, no tanto entre los socios PP y Cs, sino entre los partidarios de recuperar cuanto antes la actividad económica y aquellos que defendían esperar un poco más en aras de mejorar aún más los criterios sanitarios que en las últimas semanas han evolucionado favorablemente. .
En este sentido, la postura que mantuvo la parte económica del Ejecutivo se antojó esencial. El consejero Javier Fernández-Lasquetty (PP) fue una de las claves para la que a la postre fue la decisión del Gobierno regional, contra el criterio de su propia presidenta y de la responsable del área de Salud Pública, Yolanda Fuentes, tal y como evidencia su renuncia. El responsable de Hacienda y Función Pública se había mostrado horas antes de la primera reunión del Consejo de Gobierno en línea con los argumentos del vicepresidente Aguado. “Para que haya salud tiene que haber economía. Tiene que haber creación de riqueza suficiente para sostener el sistema sanitario”, dijo Fernández-Lasquetty en una entrevista en Onda Madrid a primera hora de la mañana del miércoles, mostrándose partidario de ir reactivando la actividad económica en la Comunidad de Madrid para amortiguar al máximo los efectos adversos del parón.
Si no se actúa bien, abundó el consejero, la Comunidad llegaría al millón de desempleados. Esta cifra de paro, sumada a un descalabro del PIB regional cercano al 18%, es el peor escenario de los cuatro que manejan los técnicos de la cartera que dirige Fernández-Lasquetty en un informe que se hizo público esta semana.
La postura de uno de los consejeros de mayor peso en el Ejecutivo, como es el responsable de Hacienda, terminó por inclinar la balanza del lado del avance de fase. Una decisión que, según sostiene el Gobierno de la Puerta del Sol, está totalmente avalada por las capacidades estratégicas sanitarias que ha exigido el Ministerio de Sanidad para el Plan de Transición hacia una nueva normalidad.
El movimiento cero "es la ruina”, según Díaz Ayuso
La presidenta Isabel Díaz Ayuso ha concedido este viernes dos entrevistas en televisión. “Un criterio médico siempre es estar en la posición más precavida, pero para evitar cualquier repunte entonces nos tendríamos que quedar eternamente en casa”, ha indicado en Los Desayunos de TVE, donde ha confesado que su visita al Banco de Alimentos de Alcorcón (donde le explicaron cómo había crecido la demanda de ayudas en las últimas semanas) fue determinante en su cambio de opinión.
Antes, en Telecinco, Díaz Ayuso había indicado que la sociedad va a "tener que aprender" a convivir con el virus. "Para que haya contagio cero, tiene que haber movimiento cero y eso es la ruina”, ha aseverado, defendiendo la vuelta a la actividad para no encontrar una crisis social y económica de grandes dimensiones.
El informe enviado a Sanidad habla de un 84% menos de hospitalizados
Según ha informado la Comunidad de Madrid, en el informe que ha remitido a Sanidad indica que los hospitales madrileños registran desde el pico del 1 de abril un descenso de un 84% en el número de hospitalizados y de un 64% en el de ingresados en UCI.
Estas circunstancias hay que conjugarlas con otros dos criterios por desarrollar a corto plazo: el acceso de toda la población a mascarillas y el rastreo de los casos positivos y de sus contactos directos. Ambas cuestiones necesitan de inversión monetaria y también de recursos materiales y la Comunidad de Madrid está en posición de garantizar ambos, según defienden desde el Ejecutivo.
Así, a partir de este lunes el Gobierno de la Puerta del Sol prevé empezar a repartir las mascarillas FFP2 que ha comprado para la población. Se distribuirán en las farmacias previa presentación de la tarjeta sanitaria.
En cuanto a la capacidad de realización de test y el rastreo de positivos y contactos, está por ver cómo se desarrolla. En países como Bélgica, Estados Unidos o Irlanda se han habilitado grupos de miles de técnicos para seguimiento de casos.
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