Del "no es no" a Sánchez a tender la mano al Gobierno: ¿hay un giro real de Ciudadanos con Arrimadas al frente?

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, durante su intervención en el pleno para la autorización de una nueva prórroga del estado de alarma por el coronavirus.
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, interviene desde su escaño.
EFE/J.J. Guillén POOL
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, durante su intervención en el pleno para la autorización de una nueva prórroga del estado de alarma por el coronavirus.

"Esto no es un sí al Gobierno de Sánchez e Iglesias". No quiso Inés Arrimadas que el presumible giro de Ciudadanos se concibiera como tal. Pocos días han pasado desde que la Asamblea General de la formación naranja refrendara la estrategia para el corto y medio plazo. El primer paso tras ello fue el voto a favor a la cuarta prórroga del estado de alarma, previo pacto con el Ejecutivo. Ese movimiento ha sido visto por algunas voces como un regreso de Cs al centro político. Pero, ¿qué hay de cierto en ese viraje?

Arrimadas ha corregido una de las actuaciones que más se le criticaron en su momento a Albert Rivera: la negativa a reunirse con Pedro Sánchez. El cierto viraje de Ciudadanos se ha notado en esa mano tendida -que ya se pudo notar, aunque a medias, justo antes del 10-N-. La debacle electoral abrió una nueva etapa y el reto, para muchos, era claro. Cs tenía que recuperar el centro. De momento, con sus primeros pasos como presidenta, Inés Arrimadas se ha desmarcado del bloque de PP y Vox.

La pregunta sobre ese giro, de momento, no tiene una respuesta clara. "El Gobierno seguirá teniendo 155 escaños", dijo la líder de la formación naranja, tratando de dejar claro que no han dado el salto al grupo 'proSánchez'. Pero el tono es distinto. Cs de hecho no descarta apoyar los presupuestos si el Gobierno "corrige el rumbo". Eso hace solo unos meses era casi inimaginable. "Habría que negociar", especificó Arrimadas.

Fuentes consultadas por 20minutos explican que el cambio "no es tan grande como hemos querido ver", puesto que "el voto de Cs es el que no ha cambiado" frente a lo que han hecho otros partidos como el PP o ERC. "Sí que se ve mucha más voluntad de diálogo, ese era un poco el espíritu de Ciudadanos", añaden, antes de aclarar que esto "no quiere decir que de ahora en adelante vayan a apoyar al Gobierno en todo, ni mucho menos". ¿El gran freno? "El difícil encaje que tienen Cs y Podemos".

Menos cambio se ve en Ciudadanos si tenemos en cuenta que siempre ha votado lo mismo en las prórrogas del estado de alarma. La última fue decisiva porque el Gobierno ha ido perdiendo apoyos, pero los naranjas mantuvieron el suyo, "por sentido de Estado", según palabras de la propia presidenta. "No se trata de hacer caer al Gobierno, sino de salvar vidas".

Frente a esa posición, Inés Arrimadas ha dejado claro que los Gobiernos autonómicos en coalición con el PP no peligran. Ni siquiera en Madrid, donde Ángel Gabilondo ha ofrecido un gran pacto, al que Isabel Díaz Ayuso se ha negado porque no acuerda "con el desastre". Las tiranteces entre la propia Ayuso e Ignacio Aguado son patentes en los últimos días. Pero de puertas hacia fuera no parece que existan tales tensiones.

¿Es tan grande el cambio de Cs como se ha hecho ver? Solo en parte. Voces como Carina Mejías o Juan Carlos Girauta han abandonado el partido tras el acuerdo con Sánchez. Sostienen que no quieren que la formación sea una bisagra. Pierden así dos importantes figuras durante la etapa de Albert Rivera. Por otro lado, el apoyo ha sido rotundo por parte de voces más críticas como Francisco Igea -que compitió con Arrimadas en las primarias- o Luis Garicano. ¿Es Ciudadanos el mismo que hace un año? Eso solo se confirmará o no con el paso del tiempo, de la crisis y de la legislatura.

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