El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido este jueves el apoyo del Congreso a una nueva prórroga del estado de alarma -hasta el 26 de abril- que, aunque ha dejado abierta la puerta a que podría no ser la última, debería dar paso a una nueva fase, la del regreso “escalonado” a lo que ha llamado “nueva normalidad” en la que se mantendrán medidas de vigilancia y prevención como de “higiene personal y social” y control de las personas contagiadas por coronavirus. "Habrá aspectos de nuestra forma de vivir que deberán ser reformulados", ha dicho

Según los planes que ha trazado este jueves, un equipo de científicos y expertos sanitarios trabaja con el Gobierno para diseñar esta fase de transición, con un plan que se irá adaptando a la evolución de la pandemia y que incluirá “primero medidas de higiene individual y colectiva” y “atención a las personas afectadas”, con “medidas en el ámbito tecnológico de control y seguimiento de contagiados”. “Lo último que podemos permitirnos es un desliz”, ha advertido el presidente.

Sánchez ha regresado de nuevo a un Congreso prácticamente vacío para pedir el apoyo para ampliar por segunda vez el estado de alarma, que podría no ser la última ya que ha apostado por mantenerlo “hasta que los científicos lo consideren”. En todo caso, el presidente ha insistido en que el confinamiento ha funcionado y que aunque ha pedido “no bajar la guardia”, ha dicho que “empezamos a ver la luz del camino y tenemos que hacer este nuevo esfuerzo para salir del túnel”.

“Hemos empezado a doblegar la curva de contagios”, ha dicho Sánchez, que sin embargo ha advertido de que “si el ascenso ha sido duro, no será menor el descenso, que encierra peligros nuevos”. Una vez que se ha superado el pico de la pandemia, el camino de descenso será “progresivo”. "Necesitaremos una adaptación antes de volver a la normalidad”, que Sánchez ha admitido que no se sabe “con precisión qué tipo de normalidad recuperaremos”. Será, ha dicho, una “nueva normalidad”.

Vuelta a la actividad no esencial

Un primer paso de esa transición será el final este jueves del permiso retributivo recuperable que entró en vigor el 30 de marzo para que los trabajadores de actividades no esenciales dejaran de ir a trabajar. Según ha dicho el presidente, "se prevé la reiniciación de todos los trabajos que quedaron suspendidos", aunque ha precisado que "se mantienen suspendidas toda las demás que se fueron paralizadas desde el 14 de marzo".

Sánchez se ha referido a la vuelta al trabajo de las actividades no esenciales en las que no sea posible el teletrabajo aun cuando en el Gobierno se mantiene el debate y la evaluación sobre si, a la luz de los datos sanitarios, será posible que se produzca ya totalmente.

En este sentido, el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha advertido de que "tenemos que estar muy atentos a cómo evoluciona la curva" para que se "garantice" que siga bajando.

"Si se puede producir una vuelta de las actividades no esenciales si se puede hacer mantener la bajada de la curva será bueno pero si hay señales de que el desescalamiento no es del todo positivo para la evolución de la curva, confío en que nuestro gobierno va a tomar las medidas que ha tomado hasta ahora".