¿Por qué continúan enterrados en el vertedero de Zaldibar los dos empleados sepultados a un mes del derrumbe?

Operarios trabajan en el vertedero de Zaldibar, durante las labores de búsqueda de los dos trabajadores desaparecidos en un desprendimiento.
Operarios trabajan en el vertedero de Zaldibar, durante las labores de búsqueda.
LUIS TEJIDO / EFE
Operarios trabajan en el vertedero de Zaldibar, durante las labores de búsqueda de los dos trabajadores desaparecidos en un desprendimiento.

Los cuerpos de Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán continúan sepultados en la ladera de Zaldibar, cuando este viernes se cumple un mes del derrumbe del vertedero en el que trabajaban. El pasado 6 de febrero la escombrera de la localidad se vino abajo y no tuvieron tiempo de ponerse a salvo. Durante este tiempo, las tareas de búsqueda han encontrado multitud de obstáculos que han redundado en que los dos desaparecidos todavía no hayan sido localizados.

Aunque las autoridades ignoraban el motivo del derrumbe -extremo que no se ha esclarecido aún-, sí eran conscientes de la presencia de dos empleados entre los escombros, por lo que el operativo de rescate se activó el mismo día del siniestro. Sin embargo, la inestabilidad del terreno, la inesperada presencia de amianto en la escombrera, los posteriores fuegos que se desataron y las sustancias tóxicas que liberaron imposibilitaron en un principio las labores de búsqueda.

Pero, ¿cómo es posible que no se haya avanzado más en estas tareas después de un mes del siniestro? "El principal problema es el enorme desarrollo de la rotura, que parece relacionarse directamente con el vertedero y no con causas externas", explica a 20minutos Tomás Morales, doctor en Geología y profesor en la Universidad del País Vasco. 

"Esto, unido a la aparición de sustancias que pueden significar un riesgo para la salud, ha hecho que los trabajos conlleven un peligro no despreciable", detalla, en referencia a los furanos y dioxinas detectados en el aire en la zona en proporciones cuarenta veces superiores a los normales, cuyo origen estaba en los fuegos por la combustión de metano en el vertedero y que son altamente tóxicas y cancerígenas.

Asimismo, la posición inicial de las personas desaparecidas, en la base del deslizamiento de la masa del vertedero, y el enorme volumen de escombros deslizado supone que los materiales a movilizar en las labores de búsqueda pueden llegar a ser "muy importantes", apunta Morales. "La propia excavación, por las razones indicadas, debe realizarse garantizando la seguridad de los operarios", abunda. Todo ello ha contribuido a la situación actual.

"Se han hecho las cosas mal"

Para Morales, es indiscutible que se han hecho las cosas mal. "Pero no en este mes, que sería algo a valorar, sino desde antes de la rotura. Los protocolos de control y seguimiento han fallado estrepitosamente", recalca, al tiempo que incide en que este accidente tiene que suponer "un antes y un después". 

"Hay que repensar cómo se tienen que gestionar los residuos y dedicar un apartado especial al control de estabilidad de los vertederos cuando se ven las terribles consecuencias de un accidente de este tipo. Hoy en día existen dispositivos de seguimiento que pueden implementarse sobre el terreno, que, junto con una vigilancia proactiva, puede minimizar estas situaciones", señala.

En esta línea se han pronunciado las organizaciones ecologistas, y Ekologistak Martxan ha presentado una querella contra la empresa responsable del vertederos, contra la empresa Verter recycling 2002, S.L.

La familia considera el rescate un "despropósito absoluto"

La familia de Joaquín Beltrán hizo público el pasado martes un comunicado en el que calificaba de "despropósito absoluto" la gestión del operativo de rescate de los dos empleados del vertedero, que ha provocado que sigan "enterrados entre basura". En su mensaje, denunciaba que las labores de búsqueda habían estado "completamente descoordinadas desde arriba" y habían sido "inadecuadas e insuficientes".

"Una puesta en escena vacía de contenido con la que cubrir las apariencias ante la inminencia del escenario electoral". Así ha definido el operativo dispuesto para el rescate la familia del trabajador, que ha criticado el "bochornoso espectáculo" ofrecido por los distintos partidos políticos en torno al derrumbe de la escombrera y las palabras del lehendakari, Iñigo Urkullu.

En esta línea, aseguran que no consentirán que, pasadas las elecciones, sus familiares "caigan en el olvido", cuando la tragedia "deje de molestar o no se pueda rentabilizar políticamente" en precampaña electoral. De momento, para recordarlos, han convocado una concentración este viernes y otra el sábado

"Queremos que nos los devuelvan. Solo así podremos pasar el duelo de su inmensa pérdida", dice en su misiva la familia, que se cuestiona por qué no ha intervenido el Ejército y alude a otros rescates recientes en los que "no se han escatimado esfuerzos".

Urkullu asegura "comprender el dolor de las familias"

Sobre esta carta se ha pronunciado Urkullu, que ha asegurado que comprende el dolor de familiares y allegados de Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, así como "el sentimiento de consternación que afecta a la sociedad vasca" y que, asegura, hace suyo.

Tras reiterar que siente si no ha sido capaz de transmitir "cercanía a su dolor" y su "compromiso personal diario para impulsar las labores de búsqueda" a las familias, Urkullu afirma que en ningún momento ha rehuido "los posibles errores cometidos ante un hecho sobrevenido y en la gestión del mismo". 

Este viernes, el Gobierno Vasco ha insistido en que seguirá buscando a los dos trabajadores, y ha rechazado la posibilidad de sellar antes la escombrera.  

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