El Hospital Virgen del Rocío de Sevilla ha empezado a usar una terapia experimental para tratar con éxito a un enfermo por coronavirus, según relata El País. El fármaco es utilizado para prevenir el VIH desde hace más de una década y combina los antivirales lopinavir y ritonavir junto al interferón beta, una proteína que fomenta que las células no se infecten. 

“Es un tratamiento experimental que ha dado buenos resultados frente a otros virus”, declara Albert Bosch, presidente de la Sociedad Española de Virología. “Una de sus mayores ventajas es que son fármacos aprobados y utilizados en otras indicaciones, por lo que no hay dudas sobre su seguridad”.

Santiago Moreno, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Ramón y Cajal aclara que "la proteasa del SARS-CoV-2 se parece mucho a la del VIH". "Esta enzima es fundamental para que el virus pueda replicarse. La combinación de lopinavir y ritonavir la inhibe y bloquea al VIH. Los resultados que hasta ahora conocemos de su uso frente al coronavirus son esperanzadores".

El interferón beta actúa de manera diferente. Se trata de una de las proteínas que de manera natural producen células cuando un ser humano es infectado por un virus. “El objetivo es alertar a las demás células, que desarrollan así una mayor resistencia a la infección”, explica Bosch. 

Este tratamiento ya había sido utilizado por varios hospitales en Wuhan, aunque los expertos consideran que "la evidencia sobre su efectividad es escasa".

Este tipo de terapias son utilizadas cuando no existen otras alternativas disponibles ante enfermedades que pueden resultar muy graves o, incluso, mortales. 

No se puede asegurar que el éxito en este paciente pueda conllevar a un mismo resultado en otros, pero sí que aporta una nueva evidencia y un avance en los tratamientos para curar la enfermedad.