Una Oficina Municipal del Peatón integrada por diferentes delegaciones del Ayuntamiento y agentes sociales que promueva la movilidad a pie como "prioritaria", seguida del transporte público y de los medios alternativos como la bicicleta o el patinete. Esta es la principal propuesta de la Federación de Vecinos de València de cara a 2020 en su tradicional balance del ejercicio que finaliza y de los retos pendientes de la ciudad y de sus barrios.

La entidad vecinal ha hecho un análisis del año 2019 en lo que a los barrios y pueblos de la ciudad se refiere y al mismo tiempo ha marcado una serie de prioridades que se deben resolver en 2020.

En este sentido, la movilidad ha sido uno de los "grandes temas de debate" con la irrupción del patinete eléctrico y con la entrada en vigor de la nueva ordenanza que los regula. Al respecto, la presidenta de la Federación, María José Broseta, recuerda que la entidad alegó para que no solo las aceras, sino también las calles y plazas peatonales, fueran de uso exclusivo para viandantes, de forma que usuarios de patinetes y ciclistas bajaran de sus vehículos y caminaran junto a ellos en estos espacios. Las alegaciones, sin embargo, fueron rechazadas.

Según la dirigente vecinal, en el mandato iniciado en 2019 "se vislumbran importantes cambios, especialmente en lo que a la accesibilidad al centro histórico se refiere por los procesos de peatonalización principalmente de las plazas de la Reina, del Mercat/Brujas y del Ayuntamiento". 

Así, ha añadido que la Federación "comparte la filosofía de generar nuevos espacios de calidad para los viandantes y en definitiva de transformar estos núcleos, actualmente concebidos como rotondas y macroestaciones de EMT, en zonas de esparcimiento para la ciudadanía".

Por este motivo, ha anunciado que presentará una instancia para proponer la creación de la Oficina municipal del Peatón, con representación de las diferentes delegaciones municipales con competencia en la materia (Movilidad, Urbanismo, Espacio Público, Protección Ciudadana...), y con presencia de los principales agentes sociales, como la Federación de Vecinos, pequeño comercio, consumidores y entidades que promuevan la movilidad peatonal.

Esta oficina sería la encargada de adoptar medidas de forma coordinada con el objetivo de potenciar la movilidad peatonal, que para la Federación debe ser "la prioritaria", seguida del trasporte público y los transportes alternativos (bicicleta o patinetes). 

Entre las medidas que podría impulsar este organismo figuran la creación de itinerarios peatonales "seguros y accesibles" en el interior de los barrios y desde estos hacia el centro; un aumento del número de zonas peatonales y la limitación de aceras "invadidas de terrazas u otros usos lucrativos"; la eliminación de barreras físicas y obstáculos innecesarios de aceras, plazas y calles y, finalmente, la supresión de barreras arquitectónicas y la reordenación del mobiliario urbano.

En cuanto al transporte público, Broseta ha lamentado que las frecuencias de paso de la EMT y de Metrovalencia (competencia esta última empresa de la Generalitat) "siguen dejando mucho que desear" y afirma que no se han notado mejoras significativas en el último año. 

Además, ha criticado que a escasos tres meses para la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento, (está anunciada para el 20 de marzo), "aún no se ha informado de cómo se van a reordenar las líneas de bus que paran tanto en esta plaza como en la de la Reina, con miles de personas afectadas por estos cambios", por lo que pide una "ambiciosa campaña informativa" para que el contenido llegue a los barrios. Del mismo modo, pide "un incremento de servicio general en todas las líneas de bus, metro y tranvía" de la ciudad.

En cuanto a los problemas del pasado año que persisten como retos, cita la limpieza, la vivienda, con el auge del precio del alquiler y los pisos turísticos, y la potenciación y mejora de los procesos participativos, que piden que sean propuestos por los barrios.

Contra la ampliación del puerto

La Federación vecinal reafirma su postura en contra de la ampliación norte del puerto de València, recuerda que ya presentó alegaciones al proyecto inicial de 2007 y defiende que los cambios implantados desde entonces hacen "innegociable" una nueva declaración de impacto ambiental (DIA). Critican que la actuación pone en riesgo tanto las playas de València como el parque natural de l’Albufera, además de generar molestias a los vecinos de Natzaret que "ya pagaron un alto precio por la expansión portuaria aprobada en los años 80" con la desaparición de su playa.