El arresto se llevó a cabo en el marco de la operación 'Pormisco'. El presunto autor de los hechos, al verse sorprendido por los agentes, supuestamente respondió de forma agresiva y atentó contra ellos, al igual que la mujer con la que viajaba, que también fue detenida por atentar contra los agentes de la autoridad.

Los robos fueron llevados a cabo dos veces en la misma vivienda de una persona de edad avanzada, que denunció a mediados de octubre que autor o autores desconocidos habían accedido a su vivienda por un patio interior y, tras fracturar una ventana, le habían robado 9.500 euros que la víctima mantenía escondidos en billetes de diverso valor y en diferentes bolsos en su domicilio.

Durante el desarrollo de la inspección ocular, se observaron marcas en la pared del patio y se apreció la rotura de un cristal de la ventana de una de las habitaciones que da al patio interior de la denunciante, cuya pared, a su vez, linda con el patio interior de otra vecina.

La vecina explicó que el día del robo vio a alguien descolgarse de un piso a casa de la anciana y que le llamó la atención gritando que iba a llamar a la Policía. La víctima perjudicada del robo de dinero denunció días después, robo de joyas en su domicilio.

Los agentes pensaron que el posible autor podía ser un delincuente de la demarcación, que tiene una vivienda en los pisos superiores del lugar de los robos y que podía haberse descolgado hasta el piso de la perjudicada. El detenido fue arrestado cuando salía de su casa y pretendía coger un taxi, portando las joyas robadas entre sus ropas.

En un registro en el domicilio del detenido se encontró dinero, joyas y objetos provenientes de los robos en el piso de su propia vecina. Uno de los testigos del registro reconoció varios objetos del domicilio como propios y que habían sido sustraídos en un robo interior de vehículo. Las diligencias han pasado a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cuatro de Alzira.