Cataluña tensa un debate en el que no se despeja el bloqueo tras el 10-N

Los cinco candidatos, antes de empezar el debate
Los cinco candidatos, antes de empezar el debate
20minutos | EFE/Juan Carlos Hidalgo
Los cinco candidatos, antes de empezar el debate
Los cinco candidatos, antes de empezar el debate
Vídeo: EUROPA PRESS

El primer debate a cinco de la historia de España, organizado por la Academia de la TV, se ha extendido por casi tres horas en las que han abundado los enfrentamientos directos dentro de los bloques y los temas más candentes, como Cataluña, los pactos postelectorales y las políticas económicas, que fueron apareciendo de manera intermitente en los cinco grandes bloques.

Debate territorial

En un bloque dominado completamente por el conflicto en Cataluña, Pedro Sánchez ha defendido "ampliar los espacios de diálogo y reducir los espacios de confrontación" y ha apostado por la reforma del Código Penal para ilegalizar los referéndums.

Pablo Casado, que ha estado particularmente incisivo con el presidente en funciones, ha exigido la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional. El líder popular ha preguntado repetidamente al presidente a Sánchez si consideraba a Cataluña una nación, a lo que el candidato socialista se ha limitado a recordar que, según el estatuto de autonomía, es una nacionalidad.

Albert Rivera, que durante su primera intervención ha sostenido en la mano un adoquín roto, ha afeado las concesiones del PP y del PSOE a los nacionalistas y ha vuelto a insitir en la aplicación del artículo 155. Pablo Iglesias, tras iniciar su intervención haciendo referencia a la España rural, ha apostado por una "mesa de diálogo de partidos". Santiago Abascal, por su parte, ha defendido la "suspensión de la autonomía en Cataluña" y la "ilegalización de los partidos golpistas".

Economía

El bloque económico ha enfrentado de forma evidente a los candidatos de los dos bloques. Los candidatos de PP, Cs y Vox han defendido bajadas generalizadas de impuestos, mientras Sánchez ha recuperado la propuesta de derogar la reforma laboral de 2012 e Iglesias ha abogado por hacer que la banca «pague hasta el último euro que les prestó la ciudadanía». 

El bloque económico ha traído un inesperado choque entre Casado y Rivera que ha pasado a ser habitual durante el resto del debate.

Políticas sociales e igualdad

El debate se ha ido haciendo más disperso, pero también ha ganado en viveza a partir del ecuador. Las propuestas sobre políticas sociales e igualdad, que debían haber protagonizado el bloque se han visto ensombrecidas por los enfrentamientos a costa de otros temas entre todos los candidatos, sin hacer concensiones dentro de los propios bloques.

Sánchez ha acusado a Casado y Rivera de representar a "una derecha cobarde ante una ultraderecha agresiva" y ha exigido que condenaran la amenaza de ilegalizar el PNV realizada por Vox mientras Iglesias criticaba el tono crispado del debate.

Abascal ha abanderado en este bloque un discurso abiertamente antiinmigración y ha cargado contra la política de violencia de género, subrayando las materias en las que Vox ha roto en mayor medida el consenso entre los partidos. "La política social tambien es la seguridad, la inmigración ilegal y los problemas de convivencia en los barrios", ha declarado el candidato de Vox.

Regeneración democrática

Casado ha comenzado el bloque atacando a Sánchez por ser "el verdadero peligro para la calidad democrática en España" y lo ha cerrado asegurando que no pactaría con el PSOE, rechazando la posibilidad de una gran coalición.

El líder popular ha interpelado directamente al presidente si "cerraba la puerta a pactar con los nacionalistas catalanes" y la respuesta de Sánchez ha vuelto a ser el silencio. Iglesias ha señalado que el "próximo gobierno será de coalición, por la derecha y por la izquierda" y ha exigido a Sánchez que aclarase con quién quiere gobernar. Sánchez se ha limitado a defender un "Gobierno progresista, estable y coherente".

Rivera, por su parte, se ha desmarcado de la cuestión de los pactos y ha propuesto una nueva ley electoral más proporcional y con un corte electoral de 3% para que los partidos independentistas "se queden fuera".

La memoria histórica ha tenido su momento en este bloque, enfrentando a un Sánchez que ha sacado pecho por la exhumación de Franco, un Abascal que le ha afeado querer "enfrentar a los españoles" e Iglesias, que ha reclamado a este último que condenara "el golpe de estado de los amigos de Hitler en el 36".

Internacional

Abascal ha rechazado la etiqueta de "euroescéptico" y ha asegurado que el modelo multicultural ha fracasado. «Bruselas y la UE burocrática no representa Europa» por «imponernos la inmigración masiva», ha defendido el líder de Vox.

Rivera ha lamentado que España fuese un "peso pluma en la política internacional en Latinoamérica" y ha reclamado una mayor implicación del Gobierno en el conflicto político en Venezuela. 

En la misma línea, Casado ha aprovechado este bloque para condenar el régimen venezolano y también ha exigido a Sánchez que "pelease contra los aranceles de Estados Unidos contra los productos españoles".

Sánchez ha defendido la "política migratoria humanitaria" de su Gobierno, mientras que Pablo Iglesias ha aprovechado el bloque para defender las políticas que "dan seguridad a la gente frente a los oligopolios internacionales". Esto ha despertado las críticas de Rivera, que ha defendido que "el comercio es la civilización, no le pongamos barreras proteccionistas".

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