Los transportistas y trabajadores de centros logísticos en huelga bloquearon tres entradas en el puerto de Barcelona este miércoles a primera hora.

Cientos de personas han cortado la rotonda más cercana a la cochera de TMB desde las seis de la mañana y se han diversificado para ocupar también otras entradas, como la de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) provocando largas colas de camiones y coches que se han quedado atrapados. De momento, sólo se puede pasar a la terminal de cruceros.

El paro ha sido convocada por CCOO y UGT para reivindicar una mejora salarial tras nueve años de sueldo congelado y de negociaciones de convenio infructuosas. El paro también se ha notado en grandes centros logísticos como el de la multinacional Amazon en el Prat de Llobregat y Martorelles o al almacén de Mercadona en Abrera, de donde, según fuentes sindicales, "no ha salido ningún camión en toda la noche".

En total 15.000 trabajadores estaban llamados a la huelga para reclamar mejoras salariales después de negociaciones de convenio bloqueadas. 

Los secretarios generales de UGT y de CCOO en Cataluña Camil Ros i Javier Pacheco han participado en los piquetes informativos en el puerto y han asegurado que el problema sectorial de los transportistas se debe a los "abusos" que permite la reforma laboral.

"La huelga de hoy es el claro ejemplo del uso y abuso de la reforma laboral. Es uno de los primeros convenios que entró en ultractividad en Cataluña y no ha habido manera de desbloquearlo, es evidente que la mala fe patronal existe", ha dicho Ros, que ha asegurado que este conflicto ya se habría solucionado si se hubiera derogado la reforma laboral aprobada por el gobierno del PP. El líder de la UGT también ha criticado a las empresas del sector por bloquear durante nueve años la negociación del convenio y fomentar la explotación laboral, con jornadas maratonianas y utilizando falsos autónomos.

Por parte de CCOO, Pacheco ha recordado que entre las empresas del sector hay multinacionales como Amazon, Fedex o UPS que tienen la capacidad de dar "un recorrido normal" al convenio pero en cambio apuestan por hacer "chantaje" a los trabajadores y vincular un aumento salarial a la implementación de la jornada de lunes a domingo. Ahora mismo, las empresas que necesitan trabajar el fin de semana por necesidades del servicio lo hacen mediante acuerdos concretos retribuidos tal como estipula el convenio.

El secretario general de CCOO en Cataluña también ha remarcado que los trabajadores del sector han perdido un 8,5% de poder adquisitivo en estos nueve años de "bloqueo" y ha avisado de que esta puede ser la primera de muchas movilizaciones durante los meses de noviembre y diciembre, un periodo con mucho trabajo por el sector.

Los transportistas, "hartos" del bloqueo

Los concentrados han expresado consignas como 'Si esto no se arregla, huelga, huelga, huelga' y han repartido hojas propagandísticas a las personas que se paraban para mostrarles que están "hartos" del "bloqueo patronal", ha explicado uno de los manifestantes, José Manuel Dacosta, mozo de almacén de la empresa Transportas Integrados, donde la huelga se ha seguido al 100%, dice. Dacosta considera que con la propuesta de desregularizar los fines de semana, las empresas intentan que la plantilla tenga que trabajar los siete días de la semana.

"Nos quieren quitar derechos laborales, el convenio de la demarcación de Barcelona es el segundo mejor de mercancías de España y la patronal se lo intenta cargar gracias a la reforma laboral. Por eso estamos aquí, y seguiremos estando, que no tengan ninguna duda", ha avisado. "Y que si pierdo el salario de hoy, más estoy perdiendo por cómo está el convenio en estos momentos", ha añadido. Los concentrados también han querido mostrar su malestar con las patronales Transcalit y Uno, que el lunes no se presentó a la reunión de conciliación convocada en el Departamento de Trabajo.

Una visión que comparten el resto de concentrados como, Adolfo Rodríguez, transportista del puerto de Barcelona, que ha afirmado que "la gente del sector está muy quemada". "Solo hay que ver que hay movilizaciones tanto en el Centro Integrado de Mercancías (CUMBRE) como en los polígonos de Abrera como en el puerto y en todas ha habido una respuesta mayoritaria porque la gente quiere hacer un pulso a la patronal. No podemos seguir trabajando como se trabaja. No tenemos culpa de que suba el gasóleo, de que se ajusten tanto los precios y de que tengamos que pagar la diferencia nosotros", ha dicho.

Entre los concentrados también había personal administrativo, como Mònica Penas, que trabaja en las oficinas de Cespa CTR. Penas explica que los trabajadores no han protestado durante los últimos años porque "entendían" que después del periodo de crisis "se tenía que hacer un esfuerzo" y que, en cambio, creen que ahora "es el momento" de recuperar lo que han dejado de ganar en nueve años.