El huracán Humberto, que en las últimas horas alcanzó la categoría tres de la escala Saffir-Simpson, se situaba este miércoles ya en las proximidades de las Bermudas, única zona habitada que, por ahora, tendrá que activar las alertas por esta tormenta tropical.

A pesar de todo, no es previsible que el ciclón tome tierra en el archipiélago, pero sus habitantes recibirán aún así el impacto de sus vientos, que afectarán a zonas hasta a 95 km de su centro y que soplan ya a velocidades cercanas a los 185 km/h.

Por ello, las autoridades de las islas han planificado el cierre temprano de escuelas, transporte público y oficinas de gobierno.

Tras su paso por Bahamas en los días previos y por Bermudas el miércoles y el jueves, los expertos barajan la posibilidad que Humberto cambie de rumbo y se dirija hacia Europa en los próximos días, haciendo contacto con el contienente por Galicia.

Esta es la hipótesis del modelo europeo de prevención (ECMWF), que pronostica, en una primera fase, un desplazamiento lento de la tormenta en dirección norte/noreste, pasando frente a la costa de Nueva York durante el fin de semana hasta acabar en el litoral de Nueva Escocia (Canadá). Desde ahí, entraría en la dinámica general de las latitudes templadas, en las que los vientos predominantes soplan desde el oeste hacia el este. De esta manera, a partir de ahí se dirigiría hacia Europa.

No obstante, en esta travesía de cruce del Atlántico, Humberto sufriría un destino similar al de Dorian, ya que, debido a la menor temperatura del agua y a que su sustento dejaría de ser la evaporación oceánica y pasaría a ser el aire frío de las capas superiores de la atmósfera, lo más probable es que pierda sus características tropicales, disminuyendo en potencia y transformándose en una borrasca no tan distinta a las que azotan el litoral gallego en invierno.

Además, es igualmente probable que el anticiclón ahora mismo situado sobre Azores desvíe hacia el norte a Humberto, dirigiéndole hacia el oeste de Irlanda, y provocando que el frente asociado deje caer algunas de las primeras lluvias otoñales en las provincias atlánticas gallegas.