Sandra Barneda: "La libertad está en la fluidez, en que no te encasillen"

La periodista, presentadora y escritora Sandra Barneda.
La periodista, presentadora y escritora Sandra Barneda.
JORGE PARÍS
La periodista, presentadora y escritora Sandra Barneda.

Como si volviese a la niñez. Así dice sentirse Sandra Barneda con su nuevo proyecto profesional: un canal de YouTube femenino que la ha sacado de su zona de confort pero la ha devuelto a sus orígenes, a "cuando solo existían los sueños".

A través de cuatro secciones, la periodista quiere hablar "de todo", pero dándoles la palabra a ellas, con independencia de la edad, el estatus o la ideología e intentando romper los clichés. A partir de este viernes, esos vídeos contarán con una ventana en la web de 20minutos.

Nacida en Barcelona en 1975, Barneda es licenciada en Periodismo por la UAB. Además de haber presentado varios formatos televisivos, ha escrito tres novelas y la obra de no ficción Hablarán de nosotras. El año pasado publicó un libro solidario cuya recaudación se destinó a la labor de Mensajeros de la Paz y el padre Ángel.

¿Cómo surge el canal?

Sobre diciembre, Mediaset me llamó para decirme que estaban abriéndose a YouTube y que les gustaría que fuera una extensión de los presentadores. En mi caso, se me ocurrió que fuera una plataforma en la que solo hablasen mujeres sobre la vida y sobre lo que piensan.

¿Por qué lo ve necesario?

Creo que se ha construido una narrativa sobre cómo debe ser la mujer en la que ella no ha participado, que se aleja de la realidad y en la que la sociedad está atrapada. Con este canal quiero que nos escuchen y, a partir de ahí, aprendamos de nosotras mismas e incluso de nuestros tabús, desde distintas edades, ideologías, razas, sexualidades, niveles económicos… Un canal que sume y que no divida.

¿Qué tabús tenemos todavía?

Estamos todos hechos un lío con lo que significa ser hombre y ser mujer, ser femenino y masculino. En el directo de mañana hablo precisamente del género fluido. Están refrescándose las teorías de que las categorizaciones de la sexualidad, que empiezan en el siglo XIX, han hecho mucho daño. Me gusta lo del género fluido porque habla de que la vida no está en el blanco o en el negro. Todos basculamos en una escala de 1.500 grados de grises.

¿Con la sexualidad pasa lo mismo?

Sí. Por qué tengo que tener la presión de ser sexual si en un momento de mi vida estoy asexual y no pasa nada. Por qué tengo que sentirme masculino si a lo mejor estoy en una época en la que me siento más femenino y no se tiene por qué poner en cuestión el hecho de  que sea un hombre. Estamos atrapados en las categorizaciones. Me gusta la gente que se empieza a definir como no binaria. Tendríamos que aprender y nos liberaríamos mucho.

¿Seguimos muy enconsertados?

Cuesta, pero la idea del canal es ayudar a que la narrativa cambie. La libertad está en la fluidez, en que no te encasillen, en que no te digan lo que tienes que hacer por ser hombre o mujer. Sigue ocurriendo con los niños y las niñas. Es muy importante mostrar los role models. Entrevistar por ejemplo a Nagore Arregui, una profesional de la coctelería en un mundo en el que detrás de la barra la mujer tiene un rol. Ella es una triunfadora, joven, imagen mundial de Campari, que no va con uniforme… Todo eso es romper y demostrar que, si se quiere, se puede conseguir.

Trata temas muy diversos en sus vídeos.

Sí. Con [la escritora] Elvira Sastre hablamos de por qué tenemos que posicionarnos. La semana pasada, para la sección Afterwork, llevamos a la directora suiza Barbara Miller, que ha juntado el testimonio de otras cinco mujeres en el documental Placer femenino. Precisamente pronto saldrá un Convénceme en el que pregunto a la gente si habla con su pareja de lo que le gusta, lo que no, si se corta... Y hasta yo me cortaba preguntándolo.

¿Las jóvenes hablan más de ello?

No, no tiene que ver con la edad. Es una mezcla de todo. Las creencias que tengas dependen de los medios de comunicación, de las películas que veas, de tus padres, amigos, del colegio, del trabajo, de la pareja… Y no vale eso de 'a mí, con la edad que tengo, ya nadie me educa'. Debemos ser fluidos.

La periodista, presentadora y escritora Sandra Barneda, en la madrileña plaza de Santa Ana.
La periodista, presentadora y escritora Sandra Barneda, en la madrileña plaza de Santa Ana.

¿Incorporaría hombres al canal?

Claro que sí. Pero durante muchos años encendías la tele y eran todo hombres, a lo mejor solo había una mujer. Y no pasaba nada. Nadie decía nada. Los canales que dicen que son para mujeres son de aficiones, no son femeninos.

¿Qué valoración de los primeros tres meses del proyecto?

Estoy muy contenta. Llevamos ya 33.000 suscriptores y el mundo de YouTube funciona tranquilo. Ha recibido críticas muy buenas. El consumo del streaming está variando, ya no se ve tanto como algo solo para jóvenes. Es pequeño formato pero, teléfono al que llamo, me encuentro con ganas de colaborar. Es muy bonito porque no hay presupuesto. Sacas tu tiempo, te organizas, y hoy en día cuesta.

Desde el punto de vista profesional, ¿qué le aporta?

Es como volver a mis orígenes. Todo lo haces tú. En la tele pierdes un poco la perspectiva porque estás muy arropada por un gran formato, un equipazo… Está muy bien que los que llevamos mucho tiempo dedicándonos a eso salgamos de nuestra zona de confort. Y también es algo en lo que creo por responsabilidad social. Me parece necesario.

¿Los medios lo están haciendo bien en materia de feminismo?

Con el Mundial de Fútbol Femenino el cambio ha sido alucinante. Del anterior nadie se enteró. Creo que se están dando cuenta de la responsabilidad social que tienen y que la habían perdido. En la sociedad nos pasó, pensamos que habíamos conseguido derechos para todos pero la igualdad es aparente. ¿Qué pasa con los ascensos, con la conciliación? La cosa no va de mujeres y hombres sino de diversidad.

Se escuchan mensajes que se creían superados. ¿Teme una involución?

Confío mucho en el ser humano. Creo que se liaría gorda. Confío en muchos hombres sensatos que no permitirían esa involución. El mensaje que se tiene que dar es que ganamos todos. La diferencia suma, no resta. Es necesario que cale el mensaje de que depende de todos, que estemos todos alerta y que cuando se eduque se recicle por ejemplo a los profesores. Según qué profesiones se tienen que reciclar más que nunca. Se tiene que tener en cuenta cuáles pivotan más en nuestra vida y en nuestro crecimiento como sociedad.

¿Usted ha sufrido mucho machismo?

Ha ido cambiando pero está ahí. Empecé en la tele de los 90 con 21 años. Todo los que se reunían contigo eran hombres. Te decían lo guapa que estabas mientras a tu compañero nunca le hacían esos comentarios. En ese momento, me colocas en un lugar que a él no. Me desarmas. Otra cosa es que por tu personalidad lo permitas. Yo lo he sabido capear.

¿Qué otros proyectos profesionales tiene?

En verano vuelvo a la tele con Viva la vida y, no puedo avanzar nada, pero seguramente haya un proyecto posterior. También sigo con la escritura que para mí es fundamental, una terapia. Necesito crear historias y contar cómo sería un mundo mejor. Las cosas que no me gustan, las transformo en mis libros. Es una liberación.

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