Madrid Nuevo Norte, la operación que la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, había celebrado como uno de los grandes logros de su mandato, puede ahora convertirse en su último quebradero de cabeza a cinco días de las elecciones del próximo domingo.

Tras meses de espera del informe mediambiental de la Comunidad de Madrid que habían impedido culminar la aprobación del proyecto, el domingo se supo que el Gobierno autonómico, presidido actualmente por Pedro Rollán, enviaría este lunes el documento.

El candidato municipal del PP, José Luis Martínez-Almeida instó inmediatamente a Carmena a que "no mire por sus intereses electorales" e iniciase los trámites para aprobar el gran desarrollo de la zona norte de la ciudad, que lleva enquistado un cuarto de siglo.

La reacción inicial de Carmena fue declarar que iba a ser "imposible" aprobar el proyecto, ante lo ajustado de los plazos. Mientras, la presión crecía también a la izquierda de su candidatura municipal, con su exconcejal de Economía y también candidato municipal por la coalición Madrid en Pie, Carlos Sánchez Mato, definiendo la operación de "pelotazo" y advirtiendo de que defenderían "el interés general a las duras y a las maduras".

Con todo, Carmena decidió el lunes, una vez recibido el informe, convocar a los grupos municipales a una reunión que se celebrará este martes, insistiendo en el escaso plazo con el que cuenta. "Nosotros seríamos felices de aprobarlo pero es que nos lo ha mandado la Comunidad en unos límites en los que no sé si tenemos posibilidad legal de hacerlo", declaró el lunes Carmena.

La presión por ambas partes no hizo sino aumentar durante la jornada del lunes. Almeida hizo pública una carta enviada a la alcaldesa en la que solicitaba «la convocatoria urgente y formal de la Junta de Portavoces» para poder convocar un Pleno Extraordinario habilitado para aprovar la operación antes de las elecciones.

Sánchez Mato, por su parte, consideró que "Carmena pretende hacer algo que ni se atrevió Ana Botella" y volvió a hablar una operación "altamente especulativa". La Comunidad, por medio de su presidente Rollán echó más leña al fuego, declarando que los requerimientos realizado al Ayuntamiento en el informe "son menores" y que, si había voluntad, la operación podía aprobarse antes de las elecciones.

PSOE y Ciudadanos guardaron ayer silencio sobre el tema después de que el socialista Pepu Hernández sostuviera el domingo que el envío del informe era una "jugada política" de la Comunidad y de que el partido naranja no viera "adecuado" llevar el asunto al Pleno antes de las eleciones por un supuesto "interés partidista".