Las centrales nucleares españolas emprenden el camino hacia el cierre total en 2035

Fotografía de archivo de las torres de refrigeración de la central nuclear de Cofrentes que emergen tras el pueblo.
Fotografía de archivo de las torres de refrigeración de la central nuclear de Cofrentes que emergen tras el pueblo.
EFE
Fotografía de archivo de las torres de refrigeración de la central nuclear de Cofrentes que emergen tras el pueblo.

Las centrales nucleares españolas emprenden el camino hacia el cierre total del parque nuclear español, fijado para 2035, ya que, aunque Almaraz, Vandellós II y Ascó II solicitarán prorrogar sus permisos, para la planta extremeña los que obtenga esta vez serán los últimos antes de cerrar.

El pasado viernes Iberdrola, Endesa y Naturgy, que comparten la propiedad de Almaraz en diferentes porcentajes, llegaban a un acuerdo para pedir la renovación de la licencia de explotación de los dos grupos de la planta por un nuevo periodo (7,4 años para el grupo I y 8,2 años para el II).

Esta vigencia de las nuevas licencias de explotación son las máximas que puede pedir, de acuerdo con el protocolo que ha firmado la Empresa Nacional de Residuos Nucleares (Enresa) con las cuatro eléctricas que tienen participaciones en centrales nucleares españolas (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP).

La central de Almaraz, cuyo reactor I entró en servicio comercial en septiembre de 1983 y cuyo reactor II lo hizo en julio de 1984, dejará de producir electricidad en 2028, pues los nuevos permisos que obtenga ahora serán los últimos.

Tras ello, se iniciarán las tareas de desmantelamiento de ambas instalaciones, que durarán quince años a partir del cierre de la central. Almaraz será la primera en sumarse al grupo de centrales españolas que ya han cerrado.

Cierres desde 1990

El primer reactor que cesó su actividad fue el del grupo I de Vandellós, que lo hizo en 1990 tras sufrir un incendio y que está en fase de desmantelamiento.

La central José Cabrera, ubicada en Almonacid de Zorita (Guadalajara), la primera que se construyó en España y que ya está en fase desmantelamiento, fue la segunda en cerrar tras cesar su actividad en abril de 2006.

El cierre definitivo de Santa María de Garoña, en la que Iberdrola y Endesa comparten la propiedad a través de Nuclenor, se produjo en 2017.

Actualmente Nuclenor, titular de la instalación, trabaja en las tareas de predesmantelamiento, mientras se prepara la transferencia de la titularidad a Enresa para su desmantelamiento.

Almaraz deberá solicitar el nuevo permiso antes del próximo 31 de marzo, al igual que Vandellós II, participada por Iberdrola y Endesa.

Para esta última central, se solicitará un nuevo permiso de diez años, con el que podrá operar hasta 2030, aunque tendrá margen para pedir otro más por un plazo inferior, ya que el calendario fijado entre Enresa y las compañías le ha puesto fecha de cierre en 2035.

Por su parte, Ascó II, de la que son propietarias también Endesa e Iberdrola, no tendrá que solicitar el nuevo permiso hasta el año que viene, pues el que tiene ahora le permite operar hasta 2021.

En su caso, también se pedirá la renovación por otros diez años, un permiso con el que podrá operar hasta 2031, fecha después de la cual podría pedir una prórroga, si bien por escaso tiempo, pues el calendario establece su cierre en 2032.

Siete reactores operativos

En España hay en la actualidad siete reactores nucleares operativos, los dos grupos de Almaraz, los dos de Ascó, el de la central de Cofrentes, el de Trillo y el de Vandellós II.

Ascó I tiene que pedir la renovación de su licencia el año que viene, aunque en este caso no ha lugar a discrepancias, pues la central es 100 % propiedad de Endesa, la eléctrica que siempre ha defendido la continuidad de las nucleares, incluso más allá de los 40 años de vida de diseño.

El protocolo de Enresa establece el cierre de esa instalación, que inició su operación comercial en diciembre de 1984, para 2029.

Cofrentes, propiedad al 100% de Iberdrola, que entró en operación en marzo de 1985 y que tendrá que pedir la renovación de su permiso en 2020, tiene como fecha de cierre 2030.

Trillo será la última central en dejar de operar, según el protocolo para el cierre del parque nuclear pactado entre las eléctricas propietarias de centrales y Enresa, y lo hará en 2035, después de la de Ascó II.

A esta central, participada por Iberdrola, Naturgy, EDP y Nuclenor, se le renovó la última vez el permiso por diez años, hasta 2024.

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