ETA dice que el "cierre de la negociación" del Gobierno traerá "consecuencias negativas"

Imagen de archivo del vídeo en el que ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada el pasado 20 de octubre de 2011.
Imagen de archivo del vídeo en el que ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada el pasado 20 de octubre de 2011.
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Imagen de archivo del vídeo en el que ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada el pasado 20 de octubre de 2011.

La organización terrorista ETA asegura que el cierre del "espacio de negociación" acarreará "consecuencias negativas" y retrasará y "dificultará" la "resolución del conflicto". La banda lanza críticas contra el Gobierno, tanto al actual como al anterior, y también critica al PNV por su apoyo al Ejecutivo.

En un comunicado que publica este martes Naiz.info, el periódico online afín a la izquierda abertzale, ETA se refiere así a la situación generada tras la expulsión de sus interlocutores de Noruega, que constituían lo que denomina un "ámbito de diálogo y negociación" para tratar con los Gobiernos español y francés sobre las "consecuencias del conflicto". El Ejecutivo de Rajoy se negó a entablar con ella una negociación durante los meses que sus dirigentes permanecieron en Oslo.

La banda niega además que haya tratado sobre el desarme con la Comisión Internacional de Verificación y argumenta que queda fuera del mandato que se dio la comisión en su origen. En el texto, escrito en euskera y fechado el 17 de marzo, apunta que los anuncios de un posible desarme se están utilizando de forma "malévola", a su juicio, para "ocultar la total responsabilidad que tienen los Estados en el bloqueo del proceso". La organización terrorista expresa sin embargo su "disposición" a tratar sobre ese asunto, pero "dentro de una agenda de diálogo que tenga por objetivo la superación definitiva de todas las consecuencias del conflicto".

ETA indica que el nombramiento de un grupo interlocutor y la "creación de una mesa de diálogo" respondían a un "compromiso" adquirido por el Gobierno español y la propia organización terrorista con anterioridad a la "decisión histórica", en alusión al fin de su actividad terrorista.

Pese a todo, la banda dice que "seguirá trabajando por construir una resolución definitiva y que mantendrá activa la representación que ha designado". "No cederemos ante las dificultades, porque Euskal Herria merece y necesita la paz y la libertad", zanja. Este es su primer comunicado de este año y el séptimo desde el anuncio del cese definitivo de la violencia en octubre de 2011.

"La gota que colma el vaso"

Preguntado por este comunicado, el presidente, Mariano Rajoy, ha sido muy escueto. "Me gusta pensar en positivo. No quiero hablar de consecuencias negativas. Las mejores consecuencias para todos los españoles vendrán cuando ETA anuncie su disolución y desaparición como organización terrorista", ha respondido.

Lo ha hecho durante la rueda de prensa que ha dado en París junto al presidente francés, François Hollande, tras la reunión que ambos mandatarios han mantenido en el Palacio del Elíseo.

También la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se ha pronunciado al respecto. Su presidenta, Ángeles Pedraza, ha asegurado que las "amenazas" de ETA son "la gota que colma el vaso" de las presiones de la banda al Gobierno, que "ahora tiene que mostrar verdaderamente su firmeza de no negociar con asesinos".

Urkullu ve difícil su final si existen presos

El lehendakari, Iñigo Urkullu, cree difícil visualizar el fin de ETA "de una manera clara" y, por lo tanto, su disolución "hoy o mañana", cuando existen presos pertenecientes a la banda armada. Además, ha reclamado que se siga pidiendo a ETA su "desarme, su disolución y desaparición definitiva", ha señalado en una entrevista concedida a ETB.

Asimismo, ha afirmado que, si se transfiriera a Euskadi la competencia de política penitenciaria, los presos estarían en las cárceles vascas. "Tendríamos también que proceder a la gestión de los centros penitenciarios, pero tendríamos que ver también si la política en cuanto a los beneficios penitenciarios, etc, correspondería al Gobierno vasco. Ojalá que sí", ha agregado. "Se tiene que mirar al objetivo de la reinserción y resocialización", ha agregado.

Urkullu ha afirmado que ETA "pone en entredicho el papel de los propios verificadores internacionales, al negar cualquier posibilidad de desarme". "Ellos mismos han dicho que es un proceso unilateral y los procesos unilaterales los termina quien los empieza y ETA debe terminar lo que empezó, porque es su deuda con la sociedad", ha añadido.

Punto muerto

Tal y como publicó 20minutos.es hace una semana, la cúpula etarra, su aparato político, está enrocado en unas líneas rojas que de momento no piensa cruzar. El Ejecutivo español, por su parte, no da los pasos que la dirección terrorista exige. Todo está, por tanto, en un punto muerto. Para algunos expertos consultados por este diario, "entramos en una fase peligrosa", lo que se ya se ha bautizado como "un final desordenado".

La dirección de ETA tuvo que abandonar Noruega a mediados de febrero precisamente por este enrocamiento. No se les renovó el permiso de estancia. En Oslo, 'Josu Ternera', Iratxe Sorzabal y David Pla, las tres cabezas visibles de ETA, vivieron (y recibieron ayuda económica) durante algunas etapas de 2012 y 2013, mientras se reunían con la Comisión de Verificación Internacional, una comisión a la que el Gobierno de Rajoy no reconocía pero a la que escuchaba. Noruega fue un fracaso. Por eso los tres etarras ya no están allí. Solo volverán si tienen algo nuevo que aportar.

De momento, la pelota está en el tejado de ETA. Ya sabe que el Gobierno no va a mover ficha. Y las posiciones que ETA ha traslado a los verificadores ponen todo el proceso en peligro. Lo que está claro es que la banda no va a anunciar una disolución de manera unilateral. El terreno que se pisa es pantanoso.

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