Así es como la ciencia relaciona una dieta rica en grasas saturadas con la caída del cabello

Un grupo de científicos de la Universidad de Tokio ha demostrado con un estudio cómo una alimentación inadecuada influye en nuestro cabello: desde la caída del pelo, hasta un aspecto opaco y deshidratado o encrespado.
En muchos caso la caída del cabello provocada por el lupus es reversible.
Mujer con caída capilar
Cortesía.
En muchos caso la caída del cabello provocada por el lupus es reversible.

Todo aquello que ingerimos en nuestra dieta está relacionado con numerosos aspectos de nuestra salud. Ahora, y gracias a un artículo publicado en la prestigiosa revista Nature (elaborado por científicos de la Universidad de Tokio), sabemos que también puede afectar a la salud de nuestro cabello, y exactamente de qué manera lo hace.

Concretamente, esta reciente investigación revela que un consumo excesivo de grasas saturadas influye directamente en la caída del cabello, al bloquear la regeneración de las células madre del folículo piloso. Además, provoca que nuestro pelo se deshidrate, y su aspecto carezca del brillo natural deseable.

Con el objetivo de profundizar en esta interacción confirmada por la ciencia, hemos entrevistado a la doctora en Biomedicina y fundadora de Skin Molecule X, Sanja Zivanovic.

El cabello es el espejo en el que se refleja nuestra salud

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Nuestro cabello puede darnos información sobre nuestra salud general.
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El estado de nuestro cabello "es un reflejo de una gran variedad de factores internos y externos que afectan a nuestro bienestar general. Si nuestro cuerpo carece de los nutrientes necesarios lo vamos a ver en el exterior. Al igual que vemos una piel más seca, apagada, el cuero cabelludo puede tener problemas de sequedad, excesos de sebo e irritación", explica Sanja.

Algunas de las causas que pueden provocar la caída del cabello se escapan a nuestro control. Entre ellas, podemos hablar de la genética, los cambios hormonales o el paso de los años. Porque sí, podemos afirmar que el cabello refleja nuestra salud. A los factores incontrolables, se suman otros que podemos (y debemos) tener bajo el radar, como son el estrés, y una incorrecta dieta rica en grasas saturadas.

El trabajo de investigación realizado por científicos de la Universidad médica y dental de Tokio, "vincula el fenómeno de la caída y las grasas saturadas con el agotamiento de las células madre del folículo piloso, la base misma de nuestro pelo. Lo que sucede a continuación es que se bloquea su regeneración y se compromete su crecimiento futuro", explica Zivanovic.

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Los azúcares refinados empeoran la calidad del cabello.
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Así pues, "el consumo elevado de azúcares refinados, productos procesados, bebidas gaseosas y alcohol, impactan negativamente en la salud capilar", añade la doctora en Biomedicina.

"La realidad es que nos preocupamos del cabello solamente cuando vemos un deterioro de su aspecto físico como por ejemplo puede ser un exceso de caída o caspa. No debería ser así. Ante la mínima señal debemos actuar, ya que el pelo (e incluso la piel) serán los primeros indicadores de que algo va mal. Actuar rápidamente nos ayudará a prevenir consecuencias más graves".

Conclusiones del estudio que relaciona grasas y alopecia

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La forma de alimentarnos influye en la salud capilar y en la caída.
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Como nos explica la experta, "el estudio parte de la relación de la obesidad con las enfermedades cardíacas y la diabetes. A partir de ahí examina otros posibles efectos adversos de una mala alimentación. El cabello está muy unido a la forma de alimentarnos, por lo que conocer el nivel de gravedad del empeoramiento de salud capilar con un consumo elevado de grasas, se mostraba necesario".

La investigación se hizo estudiando el comportamiento de ratones y pudo demostrar la relación entre obesidad y caída capilar. Una dieta alta en grasas acelera el adelgazamiento del cabello al agotar las HFSCs, que normalmente regeneran las células maduras que producen cabello, especialmente en ratones mayores.

Estos hallazgos "abren nuevas posibilidades para la prevención y el tratamiento del adelgazamiento capilar y por supuesto, comprender y tratar correctamente las enfermedades relacionadas con la obesidad".

Factores internos que influyen en la calidad de nuestro cabello

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Con la edad, el cabello se vuelve frágil y quebradizo.
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Por lo que respecta a los internos, esos difíciles de modificar, nos encontramos con la edad, los cambios hormonales y la genética.

Respecto al primero, la doctora expone que "el envejecimiento causa la disminución de las células madre del folículo piloso y la producción de melanina, por lo que a medida que envejecemos el cabello se vuelve frágil, propenso a la caída y además pierde el color natural, apareciendo las canas".

Los desequilibrios hormonales, por su parte, "afectan a la salud del cabello y mucho. Un ejemplo puede ser la disminución de las hormonas tiroideas que provoca una caída excesiva del cabello".

Para finalizar, la predisposición genética "juega un papel importante en la caída capilar. A esto se le denomina 'alopecia androgenética', que provoca la miniaturización de los folículos pilosos debido a la sensibilidad de los andrógenos, especialmente la dihidrotestosterona (DHT). Esto lleva a la pérdida gradual del cabello".

Factores externos (evitables) que influyen en la caída del cabello

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Abusar de las herramientas de calor puede contribuir a la caída del cabello.
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Para mejorar notablemente nuestra salud capilar, es importante que nos centremos en los factores que sí podemos modificar. "Una dieta que no contenga nutrientes esenciales afecta negativamente a la salud del cabello y provoca falta de brillo, debilidad, y mayor caída".

En otro orden de cosas, como explica la experta, "el abuso de herramientas de calor como secadores o planchas, champús con una alta concentración de químicos, o el cepillado de forma agresiva pueden dañar la cutícula del cabello y esto a su vez provocar sequedad, cabello frágil y puntas abiertas".

Además, "la exposición excesiva al sol, el cloro, la calidad del agua (presencia de cal) y la contaminación pueden secar el cabello, apagando su brillo".

Especialmente importante es el estrés. "Debido a su impacto en el equilibrio hormonal y la respuesta del sistema inmunológico puede afectar de forma muy agresiva al cabello, provocando caída severa, caspa o dermatitis seborreica".

Dieta saludable: la clave de todo

El toque del chef consiste en rallar el queso en la mesa, con el plato ya servido y en el momento de comer.
La salud del pelo comienza en el plato.
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El estudio de la Universidad de Tokio, además de recomendar una dieta más saludable para mantener una correcta salud capilar, nos muestra cómo puede afectar a nuestro bienestar general. "Debemos tener claro que la salud de nuestro cabello comienza en nuestro plato. Es básico cuidar la alimentación. Una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales mantendrá nuestro cabello saludable y fuerte".

"Una dieta insana nos hará más propensos a sufrir desequilibrios hormonales e incluso enfermedades relacionadas con el corazón y el metabolismo. A simple vista parece no tener nada que ver con el cabello. Sin embargo, la salud del cabello es la antesala de nuestra propia salud. Por lo que debemos tenerlo bajo supervisión".

La falta de vitaminas afecta a la síntesis del cabello, mostrando un cabello débil que acabará en una mayor caída. "De hecho, una dieta pobre de biotina, ácido fólico, o vitaminas B6 y B12 va a acelerar la pérdida de cabello sobre todo en lo que se refiere a la llamada caída estacional".

La caspa afecta al 70% de las personas en algún momento puntual de su vida.
La falta de vitaminas puede provocar caída estacional.
Cortesía.

"Una dieta con déficit de hierro se va a traducir en pérdida de vitalidad y fortaleza del cabello, que llevará inevitablemente a la caída. El hierro favorece la actividad normal del folículo piloso. Si le sumamos la falta de otros minerales como el zinc o el cobre podríamos estar ante el escenario perfecto para un empobrecimiento capilar".

Para finalizar con las recomendaciones, añade Zivanovic: "La hidratación es vital. Beber suficiente agua nos permitirá mantener el cuero cabelludo hidratado y mejorar la salud global del cabello". 

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