Karen Cunninghan era una alumna del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que había tenido a su hija en la pandemia. Por dificultades económicas tenía que llevar a su hija consigo y fue su profesor quien facilitó su accesibilidad, para que pudiera graduarse siendo madre.

La estudiante del MIT, en mitad de la tesis para su posgrado en biología, no podía permitirse dejar a su hija con nadie y tampoco contaba con los recursos para pagar a ningún cuidador. Con su marido pendiente de otros dos trabajos y la posibilidad de que ella tuviera que dejar los estudios, Troy Littleton, su maestro, propuso una solución.

Karen no conocía a nadie que hubiera tenido un bebé en la escuela de posgrado, no contaba con demasiados ejemplos según lo comentaba a la redacción del Washington Post. "Tener que tomar esa decisión hace que muchas mujeres abandonen la ciencia", y ella lo veía injusto: quería formarse profesionalmente y también quería ser madre junto a su marido, con quien lleva diez años.

“Cuando tenemos nuevos padres o madres en el laboratorio, generalmente tenemos un baby shower y todos colaboran con un regalo. No pudimos con Karen debido a la pandemia, pero todos estuvimos de acuerdo en que una cuna portátil sería el regalo perfecto”, explicó el docente para la entrevista en el Washington Post.

"Mi nuevo equipo favorito para el laboratorio: una cuna portátil de oficina, para que mi estudiante de posgrado pueda traer a su pequeña de 9 meses al trabajo cuando sea necesario y yo pueda jugar con ella mientras su madre trabaja. ¡Todos salimos ganando!", comparte el profesor en Twitter.

Con su hija a su lado y la ayuda del profesor, la alumna pudo graduarse este año sin problemas tras entregar una tesis de investigación sobre la sinapsis. Tras publicar este caso por redes, Littleton, por su parte, ha recibido bastante apoyo.

"Por fin pude jugar con Katie, la hija pequeña de mi estudiante de posgrado Karen. ¡Qué delicia!", actualizaba en redes.

"Desearía que la gente pudiera ver al verdadero héroe aquí. Es la mamá estudiante de posgrado, no yo", ha expresado. Su admiración va hacia la alumna, y opina que "es increíble hacer todo lo que tiene que hacer con su hija y aún así continuar con la investigación de su proyecto de tesis”.

En esta línea, ella se ha mostrado agradecida con el docente. “Lo que ha hecho Troy es como un pequeño lugar cálido en un lío de cuidado infantil inasequible y licencia parental inadecuada en nuestro país. Puedo dejar a Katie un poco y hablar con ella mientras hago algunas cosas, y eso significa mucho”, ha comentado.

Karen también ha protestado la escasez de recursos para poder criar a su hija: le gustaría ver más opciones de guarderías subvencionadas para los estudiantes de posgrado que decidan tener hijos.