¿Niños sedentarios? Cómo lograr que hagan deporte en casa esta Semana Santa

El aprendizaje desde el movimiento, básico en todas las etapas académicas, aporta beneficios tanto a nivel físico como mental.
El aprendizaje desde el movimiento, básico en todas las etapas académicas, aportabeneficios tanto a nivel físico como mental.
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El aprendizaje desde el movimiento, básico en todas las etapas académicas, aporta beneficios tanto a nivel físico como mental.

Patio, aula, cine, teatro, parque e, incluso, pabellón deportivo. Las habitaciones y salones de las casas se han convertido en una gran variedad de escenarios distintos y han abierto un amplio abanico de posibilidades para divertir a los más pequeños. Pero, además de hacerles disfrutar del ocio en familia, es importante que los menores introduzcan el deporte en su nueva rutina. Un buen momento para hacerlo es durante la Semana Santa.

La Organización Mundial de la Salud recomienda dedicar un mínimo de 60 minutos al día a la actividad física en niños y adolescentes de entre 5 y 17 años. Ejercicios como salir a correr, el fútbol, nadar o jugar en el patio del colegio son algunos de los que más beneficios aportan al desarrollo de los pequeños y que ahora tienen que ser sustituidos por otros para evitar que la sensación de encierro tenga efectos negativos en la salud emocional de los niños. Para mantenerles en forma, aquí van tres divertidas propuestas.

Mímica en familia: Los juegos que incorporan la mímica permiten utilizar el cuerpo para realizar distintos movimientos, como subir escaleras, realizar formas geométricas y números, imitar actividades cotidianas y prácticas deportivas como montar a caballo o nadar. Esta actividad les permitirá trabajar su expresión corporal, agudizar el ingenio y realizar ejercicio físico sin darse ni cuenta.

En busca del tesoro: Cada día, un miembro de la familia puede convertirse en el responsable de guiar al resto en su búsqueda del tesoro. Para llegar a él, los participantes tendrán que superar distintas pruebas físicas y mentales.

Un gimnasio en casa: Un simple elemento cotidiano, como una botella de agua, un rollo de papel higiénico, mobiliario o una escoba, sirve para convertir cualquier estancia de la casa en un completo gimnasio. Esta actividad ayuda a desarrollar la creatividad de los pequeños. Una recomendación es que los ejercicios incluyan alguna actividad de cardio, como la carrera estática o los saltos.

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