La princesa Leonor jura la Constitución

La heredera jugará un papel institucional cada vez más relevante y el rey podrá delegar en ella ciertos actos.

 

Octubre, un mes clave para la vida de la princesa Leonor, se cerrará este martes con un acontecimiento histórico, la jura de la Constitución de la heredera de la Corona, acto que coincide con su mayoría de edad. De esta forma, Leonor formalizará su compromiso con las Cortes y la Carta Magna como futura jefa del Estado como ya hizo su padre hace casi 38 años, en una ceremonia para la que el Congreso de los Diputados se ha engalanado como en las grandes ocasiones.

La forma política del Estado español es la monarquía parlamentaria y por eso, la que está llamada a ser reina jurará la Constitución en una sesión de las Cortes Generales, reunidas para este día en el Congreso junto al resto de poderes del Estado. Y es que el acto de jura tiene una gran trascendencia, más allá del simbolismo: a partir de este martes, la princesa jugará un papel institucional cada vez más relevante, podrá representar a España y el rey podrá delegar en ella ciertos actos. No es un juramento cualquiera: con sus palabras, Leonor se compromete desde ya a ser reina cuando las circunstancias así lo exijan. Cambia también, por tanto, el papel de la reina Letizia, quien ya no ejercería como regente en caso de incapacidad o fallecimiento de Felipe VI.

Este 31 de octubre, Leonor utilizará la misma fórmula que empleó su padre en 1986: "Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas y fidelidad al rey", según establece el artículo 61 de la Carta Magna. Lo hará sobre el mismo original de la Constitución que utilizó Felipe VI en su 18 cumpleaños y que es conservado en el archivo del Congreso.

 

Paso a paso de la jura de la Constitución de Leonor
 
 

 

En medio de un fuerte dispositivo de seguridad -el Ministerio del Interior ha previsto el despliegue de unos 900 agentes policiales-, los actos comenzarán a las 11.00 horas, cuando los reyes Felipe y Letizia, la princesa de Asturias y la infanta Sofía llegarán a la Carrera de San Jerónimo escoltados por un escuadrón de la Guardia Real. Allí, frente a la escalinata que da acceso al Congreso, serán recibidos por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro López Calderón. Felipe VI pasará revista a un batallón de honores de las Fuerzas Armadas, integrado por cuatro compañías de los Ejércitos de Tierra y Aire, Armada y Guardia Civil.

En la Puerta de los Leones de la Cámara Baja, la Familia Real será recibida por los presidentes del Congreso y del Senado, Francina Armengol y Pedro Rollán, respectivamente. Ese acceso, que suele permanecer cerrado en el día a día y solo se abre en ocasiones especiales y actos solemnes como este, estará revestido con una alfombra y se colocará un gran tapiz de la Real Fábrica de Tapices, un gran dosel que se utiliza siempre que los reyes visitan la Cámara.


Ya dentro del Congreso, la Familia Real accederá al hemiciclo a través del Vestíbulo de la Reina y el Salón de Pasos Perdidos. El hemiciclo no tendrá la imagen habitual que se ve en los plenos: para este importante acontecimiento, el Congreso ha hecho grandes cambios, muy similares a los vistos ya en la proclamación de Felipe VI como rey. Así, se ha modificado la zona donde habitualmente se sitúa la Mesa de la Cámara y su Presidencia y se ha instalado un entarimado especial que cubre también la tribuna de oradores.

 

 

De igual modo, los 350 escaños que habitualmente están ocupados por los diputados de los diferentes grupos políticos han sido sustituidos por 600 sillas aterciopeladas, que permitirán una mayor capacidad de acogida de invitados en el salón de plenos. Porque diputados, senadores, miembros del Gobierno en funciones, presidentes autonómicos y altos cargos institucionales están invitados a la jura de la princesa, así como miembros de la sociedad civil como jóvenes de entre 18 y 28 años de distintos ámbitos como la cultura, la educación, ingeniería, gastronomía, justicia o defensa.

Tras la interpretación del himno nacional -en versión corta, por ser la princesa; en caso del rey, se interpreta la versión larga- en el hemiciclo, la presidenta de la Cámara Baja dará inicio a la sesión solemne con un discurso, tras el cual pedirá a la princesa Leonor que preste juramento con arreglo a la Constitución. Posteriormente, la heredera será condecorada con las medallas del Congreso y del Senado, y se le invitará a inaugurar la segunda edición del Libro de Honor.

 


En el momento de la jura, la Sección de Honores de la Batería Real disparará una salva de 19 cañonazos -honores militares para la princesa de Asturias; al rey le corresponden 21- en la explanada de la catedral de la Almudena. Y al salir del Congreso, la Familia Real presenciará un desfile de las cuatro compañías de los Ejércitos de Tierra y Aire, Armada y Guardia Civil. No en vano, Leonor no solo será jefa del Estado algún día, sino que también está llamada a ser capitán general de las Fuerzas Armadas.

Este día tan especial e importante para la heredera de la Corona seguirá en el Palacio Real, donde recibirá el Gran Collar de la Orden de Carlos III que le ha concedido el Gobierno. Será allí donde la princesa ofrecerá un breve discurso. También Pedro Sánchez dirá unas palabras, en nombre del Ejecutivo, mientras que Felipe VI se reservará para el almuerzo oficial que ofrecerá a continuación y en el que cabe esperar que dé algún consejo a su hija mayor y heredera, como ya hizo cuando le impuso el collar del Toisón de Oro con motivo de su 50 cumpleaños en 2018.

Las celebraciones oficiales terminarán aquí, ya que por la tarde los reyes, Leonor y Sofía se trasladarán al Palacio de El Pardo, donde tendrá lugar la celebración privada y a la que acudirán tanto miembros de la familia Borbón como de la familia Ortiz. Allí estarán, por tanto, los reyes eméritos, que no han sido invitados a los actos oficiales.

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Diego CarcedoPeriodista

Viviendo la Historia

Estamos viviendo un día histórico, y esta vez de verdad. Es una pena, y más que una pena, una falta de sensibilidad, que este 31 de octubre de 2023 no se haya declarado jornada extraescolar para que los niños puedan ver en la televisión los momentos emocionantes del juramento a la Constitución de la princesa Leonor, futura reina de España, ante las Cortes, donde todos los españoles estamos representados.

Muchos, quizás disfrutando de la parafernalia que lo rodea, todavía no valorarán la importancia de este acto pensando en el futuro de nuestro país y de las garantías, y especialmente de la libertad y la democracia que garantizan. Pero dentro de algunos años, sí les permitiría recordar con orgullo haber vivido en directo –por utilizar un término audiovisual– lo que tanto ellos como sus hijos y nietos tendrán que estudiar en la asignatura de Historia.

Quizás no valoramos lo que implica institucionalmente asegurar las condiciones básicas para un porvenir en paz e igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley y la unidad por encima de las diferencias ideológicas, religiosas y culturales que proporciona el progreso y la prosperidad en los diferentes ámbitos de la vida.

 

 

La monarquía parlamentaria que la princesa Leonor representa desde hoy mismo es uno de los sistemas institucionales que mejor asegura algo tan importante como es la convivencia en paz entre todas las diferencias políticas, religiosas, culturales y sociales.

En Europa, el continente que mejores experiencias acumula en las dificultades para la unidad y el entendimiento, las monarquías parlamentarias, entre las que desde ahora Leonor será una de las grandes promesas, comparten con éxito el esfuerzo por proporcionar a sus conciudadanos un presente y un futuro de progreso, y una imagen de prosperidad envidiable para otros pueblos.

MÁS OPINIONES


Son los casos del Reino Unido, Dinamarca, Noruega, Suecia, Holanda, Bélgica o Luxemburgo. En el ámbito político este sistema institucional hereditario proporciona seguridad y no resta posibilidades de ningún tipo a quienes aspiran a lograr alguno de los poderes que reparte el voto de todos.

Las monarquías parlamentarias, a las que España se incorporó hace más de cuatro décadas –después de una etapa difícil de olvidar de opresión y aislamiento ejercidas por una férrea dictadura–, tienen entre sus funciones exhibir lo mejor de la imagen de su sociedad en el mundo.

La monarquía española, a la cual hoy se incorpora Leonor –una princesa que de partida despierta admiración tanto en España como en el extranjero– merece el reconocimiento de haber contribuido a cambiar en muy poco tiempo la oscuridad y el aislamiento de la España heredada. No hay duda de que, con su inteligencia y la empatía que despierta, contribuirá a seguir mejorándola.

 

 

La trascendencia detrás de la jura de la princesa Leonor

 

El juramento de la princesa y su paso a la edad adulta van acompañados de una dimensión jurídica de gran trascendencia, según corroboran y explican varios catedráticos de Derecho Constitucional.

"Hasta que no cumpla los 18 años, lo que haga o deje de hacer Leonor puede quedar en la crónica social. A partir de la jura, lo que haga o deje de hacer tiene una trascendencia institucional y pasa al terreno que nos interesa como ciudadanos", resume el catedrático Xavier Arbós. Coincide con él el jurista y profesor de Derecho Constitucional Pablo Nuevo al señalar que, si bien en la Corona "todos los actos tienen una dimensión pública", siendo mayor de edad la princesa "asume una mayor responsabilidad y cabe la posibilidad de que el rey delegue en ella ciertos actos". "Hay algunos actos que no son delegables, son personalísimos del rey, como la firma de leyes, pero Leonor estará preparada para asumir el papel de la Corona en otros aspectos", resume el jurista.

 

Leonor está en una posición privilegiada y, en una sociedad democrática, esa condición debe compensarse con un comportamiento exquisito no exigible a otras personas

 

El abandono de la minoría de edad es, para Leonor, la adquisición de una responsabilidad dentro de la institución de la Casa Real. En palabras de Arbós, "Leonor está en una posición privilegiada y, en una sociedad democrática, esa condición debe compensarse con un comportamiento exquisito no exigible a otras personas". Relata Pablo Nuevo que la vida de Leonor, a partir de la jura, estará "fundamentalmente marcada por el deber y por unas obligaciones ajenas al resto de personas".

​Hasta ahora, sus responsabilidades se han enfocado en el contexto de su familia, pero una vez jure la Carta Magna dejará de estar jurídicamente bajo la tutela de su familia. Esto supone que su proyección pública deberá estar "acompasada" entre la propia idea que tenga ella misma y la que pueda tener el rey, explica Arbós.

 

 

Fenómeno fan

 

Es atenta, educada, estudiosa, políglota (habla inglés, francés, catalán y algo de árabe), discreta, amable y observadora, según dicen quienes la conocen de cerca. También es zurda, rasgo no heredado de sus padres, sino de su abuelo Juan Carlos I.

En esta apoteosis, hay razones que explican por qué Leonor se ha convertido en todo un movimiento 'fan'. Su nueva etapa, que coincide con el fin del ciclo académico escolar y con el inicio del militar, la ha sacado de la privacidad en la que ha vivido durante casi toda su vida, debido, en gran medida, al celo de sus padres y, en particular, de su madre.

Los dos, Felipe y Letizia (él hijo de padres distanciados secularmente, y ella, primogénita de padres divorciados) han volcado sus fuerzas en que tanto Leonor como su hermana pequeña, Sofía (16), salieran en la prensa en instantes contados, midiendo siempre el lugar y la proyección.

 

 

Mientras que, por ejemplo, en Holanda, los reyes Máxima y Guillermo han prohibido (bajo amenaza de denuncia) la publicación de imágenes privadas de ellos y de sus tres hijas, aquí eso nunca ha sucedido. Sobre todo, porque no ha existido ese material 'robado'.

Tampoco nuestras princesa e infanta han acudido todavía a ninguna fiesta royal, que en Europa son muy habituales. La última, la del segundo en la línea de sucesión danesa, Christian, concitó a cuatro herederas, además del celebrante. Pero ni rastro de las hijas de los reyes de España. 

 

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A cambio de su 'severidad', en Holanda es frecuente ver a los monarcas con su familia en los sitios más inesperados, posando sin cordón ni protocolo, vestidos de manera informal, muy afectuosos y distendidos.... En España, ese surtido gráfico de los miembros de la familia real se ha racionado convenientemente: inicios de colegio, Mallorca, algún ballet (le encanta), agenda real y los premios Princesa de Asturias. Poco más, hasta ahora.

Eso no quiere decir que las niñas, ahora adolescentes, no hayan tenido amigos, ocio, diversión, planes y viajes como otros jóvenes de su edad.

 

  

El plantón de los socios de Sánchez

Una de sus sesiones más solemnes ante un hemiciclo abarrotado en el que se sentarán, además de los diputados, los senadores: el juramento de la Constitución por parte de la princesa de Asturias, Leonor de Borbón. Pero en dicho acto no estarán presentes los socios en los que el presidente Pedro Sánchez quiere apoyarse para seguir en la Moncloa: todos ellos dejarán vacíos los sitios que tienen reservados en las cerca de 600 sillas de terciopelo rojo que se han habilitado para acomodar a sus señorías, como muestra de su ideología republicana y su rechazo a la monarquía.

La más destacada de estas ausencias, tanto por el número de parlamentarios que no asistirán al acto como por su papel dentro del futuro Gobierno de Sánchez, es la de Sumar. Tal y como anunció la semana pasada la coalición, en el acto de jura de la Constitución únicamente harán acto de presencia la vicepresidenta Yolanda Díaz, como miembro del Gobierno, y la portavoz, Marta Lois. Asimismo, la diputada Esther Gil de Reboleño también asistirá, aunque en su caso por ser vicepresidenta tercera de la Mesa del Congreso, el máximo órgano de gobierno de la Cámara Baja.

​Inicialmente, a Gil de Reboleño iba a acompañarla el otro representante de Sumar en la Mesa, Gerardo Pisarello. No obstante, este lunes su partido, En Comú Podem, anunció por sorpresa que Pisarello había decidido ausentarse del acto "por coherencia republicana y por disconformidad con un acto anacrónico que pretende legitimar la falta de democracia en la elección de la Jefatura de Estado", pese a que Sumar confirmó el jueves pasado que el dirigente iba a ser uno de los pocos diputados de la coalición presentes en el Congreso al ocupar un "cargo institucional".

 

CRÉDITOS

TEXTOS: Ana Moreno, Daniel Ríos, Rosa Ballarín, Diego Carcedo, Joaquim Coll, Pedro Buenaventura, Carmelo Encinas, Anitta Ruiz y Trinidad Rodríguez.  | MULTIMEDIA: Jorge París, Marta de los Dolores y Adrián Cobos | INFOGRAFÍAS: Henar de Pedro y Carlos G. Kindelán | MAQUETACIÓN: Álex Herrera | COORDINACIÓN: Héctor M. Garrido, Daniel González, Ana Moreno y José María Rodríguez Morais.