Lo advirtió 'Mister Chip' antes del Mundial: "Cristiano o Messi se la pegarán en el Mundial, quizá los dos". Y no le faltó razón. Con apenas unas horas de diferencia, la Argentina del delantero del Barcelona y la Portugal del madridista hicieron las maletas tras vérselas con una Francia superlativa y una Uruguay eficiente y dura como una roca.

El fútbol siempre les ha enfrentado. Cristiano no se entiende sin Messi, ni Messi sin Cristiano, y esta vez ambos pueden haber disputado su último Mundial. Por edad, probablemente sea más difícil que el portugués llegue a Catar 2022, aunque tampoco el argentino lo tendrá fácil: el primero tendrá 37 años y el segundo, 35. Estarán, sino retirados, al borde.

Por eso la eliminación de ambos el mismo día ha supuesto un duro varapalo para el fútbol. En el caso de Cristiano, al menos le queda el consuelo de que él sí ha ganado un título importante con su selección, la Eurocopa de 2016, pero en el caso de Messi ni eso. La 'Pulga' no ha estado a la altura de las expectativas, y muchos le acusan de haber desaparecido en un Mundial en el que todo un país le exigía que diera un paso al frente.

Cristiano, aunque se va con cuatro goles de Rusia, también se ha ido antes de lo esperado. Portugal pasó a octavos segunda de grupo, pero su estrella se quedó con las ganas de ser más protagonista.

Ahora ambos podrán descansar y centrarse en sus clubes, especialmente el madridista, que tiene que decidir si sigue o no (aquella amenaza tras la final de la Champions quedó guardada bajo la alfombra) y, si lo hace, conocer a su nuevo entrenador, Julen Lopetegui. A Messi le dará tiempo aún a relajarse, toda vez que sabe que en el Barcelona camina por baldosas mucho más cómodas para él que con Argentina.