La Selección ya está en Tiflis para enfrentar este viernes a Georgia en un partido vital para la clasificación de España a la Eurocopa de 2024. La Roja apenas ha disputado dos encuentros en esta fase, por los tres/cuatro ya disputados por sus rivales, pero no tiene aun así margen de error si quiere dar caza a Escocia, primera a nueve puntos de distancia en la tabla después de derrotar a los pupilos de Luis de la Fuente 2-0 en Glasgow.

Sin embargo, la preparación para el trascendental choque no está siguiendo los cauces adecuados para lo que cuerpo técnico y jugadores desearían. Se ha producido una anomalía en la expedición española, que tuvo que entrenar y ejercitarse este jueves sin el material adecuado para la práctica del fútbol.

Los baúles con las botas y los guantes de los jugadores, imprescindibles para jugar y entrenar, no han llegado a su destino a la hora deseada, lo que ha provocado que los futbolistas se ejerciten con zapatillas normales y corrientes. Una situación atípica que ha forzado a realizar más ejercicios de carga física y dentro del gimnasio que con balón, trastocando los planes del seleccionador.

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Afortunadamente para España, el material llegará a Georgia en la madrugada del jueves al viernes, y permitirá a De la Fuente aprovechar el entrenamiento que tiene programado en la mañana del mismo viernes del partido a primera hora para preparar el encuentro en las mejores condiciones posibles.

Lo más curioso de la situación es que tiene precedentes en circunstancias parecidas. En marzo de 2021, el estadio del Dinamo de Tiflis se quedó sin luz cuando apenas había transcurrido media hora de la sesión preparatoria del combinado español, y los jugadores tuvieron que regresar al vestuario. El problema no llegó a solucionarse a tiempo, y los internacionales acabaron duchándose a oscuras, iluminados únicamente por las linternas de sus móviles.

RFEF